Aisha el Gadafi, la Claudia Schiffer del desierto y su lado pirómano

Mario Jiménez

Aisha el Gadafi, la hija del difunto mandamás de Libia, es conocida como la 'Claudia Schiffer' del desierto por su gran delicadeza con cada look, pero a partir de ahora parece que va a tomar otro sobrenombre: la 'pirómana'.

Desde el cambio de régimen en el país africano, parte de la familia del antiguo dictador vivía refugiada en Argelia a pesar de tener una orden de arresto vigente. Pero no en un apartamento, sino que se les habáin asignado viviendas de lujo. Precisamente a este tipo de nivel de vida estaba acostumbrada esta abogada que posee títulos, para muchos ficticios, como el de teniente coronel.

El carisma de Aisha es indiscutible. Incluso llegó a ser embajadora de Naciones Unidas cuando el régimen de su padre no era mal visto en la comunidad internacional. Con una dialéctica agresiva, la hija del dictador libio solía disparar a su pueblo con mensajes violentos y que hasta ahora se han mantenido desde su refugio en Argelia hacia una renacida sociedad libia.

Sin embargo, Aisha el Gadafi ocupa actualmente las primeras páginas de los principales medios de todo el mundo por su última polémica que roza la locura. Su última rocambolesca acción habría sido quemar la residencia presidencial donde vivía, pero no es la primera vez que tiene estos extraños ataques. Aisha ya poseía un amplio historial provocando incendios en estancias determinadas y calcinando muebles, cuadros y otras posesiones no precisamente baratas. 

Aisha el Gadafi: los caprichos de su vida

La única hija del ex dictador libio ha sabido aprovechar muy bien durante su vida sus armas de mujer. De sobra conocida es su fama en Trípoli de ser una conquistadora nata. Está casada con  Ahmed Gadafi al-Qashi, un primo de su padre y coronel del régimen con el que tuvo cuatro hijos.

Gracias a sus buenos contactos, a su rango familiar y a su amplísimo patrimonio, Aisha el Gadafi se ha acostumbrado a vivir en el más absoluto lujo. La mayor extravagancia que se habría encontrado es una réplica suya hecha en oro macico que presentaba su cuerpo transformado en sirena.

Queda confirmado que no hay que llevar la contraria a esta mujer de rubia melena si tenemos en cuenta que su fuerte carácter puede acabar en incendio. Que tiemblen los habitantes de Omán porque ese será su próximo lugar de residencia.

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