Agresividad al volante: ¿por qué somos tan violentos en el coche?

Laura Sánchez, Filóloga

Lo vivimos cada día. Un conductor que se pone a gritar e insultar a otro o que muestra una conducción tan agresiva que puede perjudicar la circulación e incluso provocar algún accidente. La agresivad al volante es una constante en nuestras ciudades y carreteras y tal vez tú misma te has visto alguna vez gritando enfurecida contra algún otro conductor que ha cometido algún fallo. Y es que hay personas que en sus actividades cotidianas se muestran pausadas y sosegadas, pero en cuanto se suben al coche se convierten en ogros irritables dominados por el nervisismo y el cabreo. ¿Podemos evitar ser tan agresivos en el coche?

Por qué gritamos en el coche

El motivo de que cuando estamos al volante nos comportemos como personas agresivas e irracionales se desconoce, pero los expertos apuntan a varias causas. Una de ellas es la ansiedad que provoca conducir; sin llegar a constituir un problema que nos impida coger el coche, como en el caso de la amaxofobia, quien más y quien menos es consciente de los riesgos que entraña la conducción, especialemente porque nuestra seguridad no sólo depende de nosotros mismos, sino también de los demás conductores.

No falta quien piensa, que al conducir se revela nuestra propia personalidad, por lo que si eres de esas personas que gritan constamentente ante el más mínimo fallo de otros conductores, tal vez tengas que revisar tus niveles de estrés, así como tu grado de tolerancia y de paciencia. En cualquier caso, no podemos olvidar que todos cometemos errores al volante, pero no podemos alzarnos como justicieros viales.

Otra explicación de eso que viene a llamarse "violencia vial" es más emocional. Considerando al coche como parte de nuestro hogar, nos sentimos seguras, protegidas y con la libertad de liberar las tensiones del día desde nuestro volante. Así, el coche es el mejor medio para expresar la rabia, la ira, la angustia, los nervios y el estrés de todas las preocupaciones diarias. No hay nada malo en expresar nuestra emociones, por negativas que sean, lo que es peor es dirigir nuestras frustraciones hacia otros conductores.

Cómo evitar la violencia al volante

Es muy difícil reconocer nuestro propio comportamiento irracional e irresponsable al volante, porque vivimos en un mundo donde lo fácil es reducirlo todo a la culpa. De esta manera, no es culpa nuestra que gritemos como locas a ese conductor que no ha respetado el ceda el paso. El caso es que no se trata de culpabilizar a los demás, se trata de simplemente de convivencia

Dado el riesgo que supone esa agresividad al volante, que muchas veces termina con dos conductores enzardados en una pelea o con un accidente de tráfico, debemos evitar en lo posible tener ese comportamiento agresivo. Pero para ello es fundamental aprender a controlar nuestras propias emociones y a no sentirnos superiores a los demás. De la misma forma que otros cometen errores en la carretera, nosotros también lo hacemos.

Tampoco es buena idea responder a las provocaciones de los demás conductores, por muy mal que te siente su comportamiento. Ten en cuenta, que la seguridad del resto de los conductores también depende de tu responsabilidad. Y si quieres un consejo que no puede fallar, visualízate gritando como una energúmena y haciendo aspavientos y, esta vez, deja aflorar tu sentido del ridículo. Al fin y al cabo, ¿qué consigues con esa agresividad?. 

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