Descubre qué tipo de piel tienes y cómo debes exponerte al sol

Rosa Ruiz
Familia en la playa
Todas las precauciones son pocas cuando te expones al sol. No importa si decides ir a la nieve o a la playa, las apariencias engañan y hay que tener mucho cuidado con el tratamiento de nuestra piel. Para conocer a fondo a qué nos exponemos cuando tomamos el sol, debemos tener claros algunos conceptos relacionados con el tema que estamos tratando. Por un lado lo referente a nuestro organismo y sus reacciones, y por otro a los agentes externos que nos pueden causar alteraciones.

La piel tiene varias capas: dermis, epidermis e hipodermis, en las que se encuentran elementos como la queratina, la melanina, el colágeno, la elastina y la vitamina D. Todos tienen la capacidad de absorber la energía producida por los rayos ultravioleta (UV).

El tono de la piel varía en cada persona, en función de la cantidad de melanina que tengamos, y va desde el Fototipo I, piel muy blanca, hasta el VI, piel negra, que determina nuestra relación con la exposición al sol y los daños que puede causarnos.

Familia en la nieve
Descubre más abajo qué fototipo de piel tienes según las características descritas:

Fototipo 0: Cabello blanco, ojos azules, sin pecas, bronceado nulo, piel albina y muy sensible. Las personas que poseen este fototipo deben evitar la exposición al sol.

Fototipo I: Cabello pelirrojo, ojos verdes o azules, pecas muy numerosas, bronceado mínimo, piel muy clara y muy sensible. Los primeros días se debe usar una protección extrema, con un SPF 30, y el resto de las vacaciones puedes pasar a protección máxima, SPF 25.

Fototipo II: Cabello rubio, ojos claros, pecas numerosas, bronceado ligero, piel clara y sensible. Los primeros días, utiliza protección máxima, SPF 20, y después puedes bajar a protección alta, SPF 15.

Fototipo III: Cabello rubio o castaño, ojos pardos, pocas pecas, bronceado claro, piel clara o mate de sensibilidad media. Los primeros días, protección alta, SPF 12, y el resto, protección media, SPF 10.

Fototipo IV: Cabello castaño, ojos oscuros, sin pecas, bronceado intenso, piel mate de sensibilidad escasa. Los primeros días usa protección media, SPF 8, y después puedes pasar a SPF 6.

Fototipo V: Cabello castaño oscuro, ojos oscuros, sin pecas, bronceado muy oscuro, piel oscura y poco sensible. Los primeros días, protección media, SPF6, y el resto, protección baja, SPF 4.

Fototipo VI: Cabello negro, ojos negros, sin pecas, bronceado negro, piel insensible. No es necesaria protección en este tipo de pieles.

Las manchas cutáneas


Si no hay sol, no hay mancha. Se producen por la exposición a los rayos ultravioleta, que producen una excesiva activación de los melanocitos, apareciendo los lentigos solares, sobre todo en la cara, escote y en el dorso de las manos. Para prevenirlas hay que utilizar cremas protectoras que contengan defensa anti rayos UVB y UVA.

Si tienes pecas o lunares, debes protegerlos especialmente del sol, sobre todo estos últimos. Cuando un lunar cambia de color y de forma, debes visitar al dermatólogo para que lo examine. Si te aparece alguna mancha tras tomar el sol, el dermatólogo también te dará el mejor consejo para su eliminación. Actualmente existen tratamientos muy eficaces para tratarlas: láser, ácido retinoico, amelán, microcauteración, etc. Pero insistimos que lo mejor es la prevención.

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