Cómo evitar 'comer' microbios y parásitos de los vegetales

Napoleón Fernandez
El cuerpo está protegido por un fuerte sistema inmunológico donde se libran cruzadas de las que muchas veces somos apenas un silencioso campo de batalla, pero varios son los puertos de entrada por dónde los microbios pueden contaminar nuestro organismo. Uno de ellos es la boca, donde además de alimentos, entran parásitos, virus y bacterias que pueden ocasionar diversas enfermedades.

Higiene contra microbios y parásitos de los vegetales
Esto puede evitarse si incorporamos a nuestra rutina medidas higiénicas como pueden ser garantizar la inocuidad del agua potable. En muchos lugares es costumbre consumir agua embotellada, en otros existen acueductos que procesan el líquido que nos llega al grifo y la hacen potable, pero ante cualquier duda, lo mejor es hervirla durante 10 minutos.

Esta medida es recomendable también siempre que se nos presenten emergencias climáticas, bélicas, o de otro tipo que puedan comprometer la calidad del agua potable.

Otra acción sencilla y altamente preventiva es lavarse las manos después de ir al baño y antes de comer. El agua y el jabón arrastran la enorme cantidad de microorganismos que se acumulan en la piel de nuestras manos y en las uñas, los que llevamos a nuestra boca varias decenas de veces al día.

Parásitos en los vegetales


Los vegetales, muy recomendables en la dieta diaria, pueden ser portadores de los parásitos que luego se alojan en nuestro sistema digestivo y ocasionan diversas enfermedades, entre ellos la diarrea, peligrosas sobre todo en niños y ancianos. Basta lavarlos con abundante agua corriente para evitar males posteriores.

La cocción de los alimentos que consumimos es otra acción preventiva. Es cierto que algunos platos de nuestra dieta requieren poco tiempo al fuego, como los vegetales, mariscos y algunas hortalizas, pero contrario al gusto de muchas personas, no es saludable consumir las carnes rojas de "vuelta y vuelta".

El peligro no está solo en el mal de las "vacas locas" que asoló Europa hace unos años y cuyo germen resiste las altas temperaturas, sino en varios parásitos intestinales que viven en esos tejidos vacunos, ovinos, caprinos, etc., y que pueden contaminar a los humanos.

Otra medida preventiva es mantener una correcta higiene bucal (cepillado tras cada comida y pasar el hilo dental al menos una vez al día) y acudir al especialista al menos dos veces al año para una limpieza profunda.

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