Tus derechos como consumidora de alimentos: que no te engañen

Marta Valle

Hoy en día existe una preocupación creciente que exige de los alimentos que adquirimos tanto en tiendas de comestibles, supermercados, hipermercados o, incluso, bares y restaurantes sea de la mayor calidad posible y, por supuesto, pase todo los controles sanitarios e higiénicos que son necesarios. Es por ello que los consumidores estamos protegidos por legislaciones realizadas a tales efectos, de modo que podamos reclamar ante la ley cuando un establecimiento incumpla alguna normativa referida a la alimentación.

Derechos de los consumidores de alimentos

 

Los consumidores podemos y debemos, dado el caso, exigir del productor, del distribuidor y del comerciante una serie de obligaciones que están relacionadas directamente con la seguridad del producto y el derecho a la salud. Por ejemplo, que nos sea garantizada la seguridad de los alimentos, que nos informen de los posibles riesgos, que nos sean dispuestas indicaciones, advertencias e instrucciones sobre problemáticas que se puedan derivar de su ingesta (alergias, contraindicaciones, etc.) y que se encuentren identificados debidamente.

Por ello, un producto que sea higiénico e inocuo desde un punto de vista científico puede ser considerado inadecuado desde una perspectiva legal. El etiquetado de los productos debe cumplir unos requisitos para que sea adecuado. Así, una etiqueta correcta debe disponer la información nutricional facultativa –las calorías, las grasas, el sodio, los carbohidratos, las proteínas y los azúcares-, debe ser comprensible, legible y fácilmente visible, debe decir la verdad y no resultar confusa, y no puede atribuir al alimento propiedades que no posea. En el caso de la fruta debe figurar, además, el origen junto a la zona de producción.

En el caso de adquirir un producto que esté pasado de fecha, cómo consumidoras podemos reclamar al comerciante que nos lo restituya por otro similar cuya fecha de consumo preferente –o caducidad- esté dentro de los márgenes de la normalidad. De no ser posible este cambio, tendremos derecho a que nos devuelvan la cantidad de dinero que hemos abonado por él.

Nuestros derechos como consumidores en restaurantes

 

Cualquier local relacionado con el negocio de la hostelería y, por ende, sirva a sus clientes productos alimenticios ha de cumplir una serie de requisitos, de forma que nuestros derechos queden salvaguardados.

Entre estas obligaciones se encuentra la de disponer, por parte del local, de un listado de precios de los productos que ofrecen, que sea perfectamente visible y se encuentre tanto dentro como fuera del comercio. Estos precios, además, son globales, por lo que se entiende que en ellos se han incluido los impuestos que deban aplicarse, el importe del servicio y la propina que se destina a los trabajadores del establecimiento. Además, el precio de los productos debe figurar con claridad y por separado. Es importante saber que, a este respecto, en ningún caso podrán cobrarnos la reserva de mesa, la carta o el cubierto.

Además, el restaurante tiene la obligación de entregarnos la factura o ticket en el que se recoja con detalle el importe requerido. En caso de que la solicitemos, el local debe tener disponibles las hojas de reclamaciones, pertinentes si hemos sufrido algún problema o altercado.

A fin de cuentas, tanto la comercialización como el consumo de productos alimenticios están permitidos siempre y cuando se respete la legislación vigente y no se ponga en peligro nuestra salud ni nuestra seguridad. 

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