Arreglos florales, calidez y encanto para tu hogar

Saúl C. Montaño Quintanilla
Las flores, como las plantas, aportan calidez y encanto al hogar. Un arreglo de este tipo puede cambiar las energías de una habitación y darle un toque mágico a un encuentro o velada que aparentaba ser absolutamente intrascendente.

Hacer un bonito arreglo no requiere gastos excesivos y suele ser interpretado como una agradable muestra de preocupación por los detalles. Funciona como factor sorpresa para los invitados, la familia, la pareja… y te permite poner a prueba tu arsenal imaginativo, tu buen gusto y entusiasmo.

Arreglos florales

Flores frescas


Los primero es seleccionar las flores, que deben ser frescas, y no tener hojas o pétalos marchitos ni quemados por el sol. Si te las encuentras en botones o que no estén totalmente abiertas, mejor.
No siempre es preciso ir a una floristería, las flores silvestres existen en una sorprendente y hermosa diversidad. La experiencia de recolectarlas puede convertirse en un agradable paseo con tu pareja e hijos.

Color, textura y el tipo de flor


Desde que las estés seleccionando, imagínate las posibles combinaciones según el color, textura o el tipo de flor que sea. Así, por ejemplo, puedes preparar un hermoso ramo de rosas donde combines príncipes rojos, con ejemplares matizados o blancos.

Antes de ubicarlas en los jarrones, remójalas unos minutos en agua a temperatura ambiente y, si es posible, en un lugar fresco.

Elimina de forma definitiva las flores marchitas o estropeadas, corta también el follaje excesivo y las puntas inferiores de los tallos. Este último tajo debe ser cuidadoso y en diagonal, de él depende prolongar la vida de las flores. Puedes repetirlo si transcurrido varios días observas que la savia natural de la planta ha vuelto a sellar los conductos del extremo del tallo.

Limpia de hojas la parte del tallo que quedará sumergida en el agua, eso evitará que se pudran y despidan mal olor.

El agua para los arreglos debe estar a temperatura ambiente. Aunque a veces es preferible el agua tibia, caliente o incluso helada. Por ejemplo: para arreglos con rosas, el agua a no más de 37 grados centígrados propiciará una floración bella y completa.

Si has comprado o recolectado muchas flores, prepara dos o tres búcaros, eso te permitirá adornar más partes de la casa, además es conveniente dejarlas algo desahogadas que el aire circule entre ellas.

Si las flores son de tallos largos y el arreglo se torna muy alto y abatible por el viento, coloca un peso o piedra en el fondo del búcaro o tiesto. Eso evitará que se voltee inesperadamente.

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