Reducir, reutilizar, reciclar. Las ya tres famosas R

Saúl C. Montaño Quintanilla
El Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF) acaba de anunciar en su informe bienal —Planeta Vivo— que para mantener los niveles de consumo actuales en el 2030 necesitaríamos dos Tierras iguales de ricas y hospitalarias que la nuestra. Quizás a los lectores habituales de esta página les resulte extraño que hable del medio ambiente y no de asuntos de género, pero seguramente comprenderán al recordarles el nexo esencial que nos une a las mujeres con la Naturaleza. No por gusto se dice Madre Natura.

Es esta una batalla que libran algunas mujeres desde la política, la ciencia, la cultura… y también desde la cocina de tu casa preguntándote qué hacer para legarles a tus hijos y nietos el placer de beber agua pura de un manantial o disfrutar del verde intenso de una pradera libre de fertilizantes químicos. Precisamente a éstas últimas van dirigidos estos consejos.

Reducir, reutilizar, reciclar la basura

Reducir, reutilizar y reciclar


Reduzca los niveles de consumo innecesario. Antes de ir de compras piensa en lo que realmente necesitas, si es necesario, haz una lista y trata de ajustarte a ella. Tu bolsillo también te lo agradecerá.

Evita comprar artículos desechables y emplear envases de nylon que tardan siglos en degradarse. Son preferibles los de cartón, papel o simplemente usar el carrito. Prioriza el consumo de productos nacionales, con eso beneficias el medioambiente al ahorrar por concepto de transportación, embalaje, etcétera, y de paso ayudas los índices económicos de tu país, aunque esto, claro está, no implica hacer concesiones en términos de calidad del producto final.
Elija el consumo de baterías recargables y papel reciclado —100% libre de cloro o con certificado FSC, el que garantiza la sostenibilidad social y ambiental del bosque al que se le ha extraído la madera.

No tires a la basura desechos tóxicos, llévalos a los lugares preparados para su tratamiento.

Ahorra agua, un recurso que parece eterno pero que en su forma potable es cada vez más escaso. Usa reductores de caudal en los grifos, está probado que estos disminuyen hasta en un 40 por ciento el gasto. Positivo efecto tiene no dejar correr el líquido mientras te cepillas los dientes y bañarse en ducha —se gastan unos 100 litros de agua como promedio, mientras que en tina se consumen 250—.

Evita las goteras o salideros de agua —por insignificantes que parezcan representan la pérdida de al menos 30 litros diarios— y no tires papeles al inodoro pues su descarga reclama entonces una cantidad mayor de líquido.

Ahorra energía aprovechando la luz natural, y empleando bombillas y efectos electrodomésticos de bajo consumo. En principio pueden parecer más costosos, pero a la larga disminuyen hasta en un 80 por ciento la electricidad consumida.

Si en lugar de dejar los equipos en la posición de stand by, con las lucecitas encendidas, los apagas, te estarías ahorrando un 10 por ciento de consumo y otros tantos si consigues mantener la temperatura de los locales climatizados en los 20 grados centígrados, ya sea con aire acondicionado o calefacción.

Cocina en olla de presión y con poco agua. Estos es bueno, además, para optimizar el tiempo en casa y para que algunos de los nutrientes más importantes no se pierdan en el proceso de cocción.

Lava cuando el equipo esté a plena capacidad y hazlo en frío siempre que sea posible pues la acción de calentar el agua dispara los índices de consumo. Acumula también la ropa a planchar y hazlo de una sola vez: la plancha y el horno microondas clasifican como dos de los grades devoradores de electricidad en casa.

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