El bailaor Rafael Amargo aprende a bailar solo en su espectáculo 'Solo y Amargo'

EFE
El bailaor Rafael Amargo aprende a bailar solo en su espectáculo 'Solo y Amargo'
El bailaor Rafael Amargo está aprendiendo "que solo también se baila" gracias a su último espectáculo 'Solo y Amargo', un montaje minimalista e íntimo que le está proporcionando "una calma y una evolución emocional que no tenía".

Amargo llega el próximo 22 de junio a las Naves del Matadero de Madrid, tras estrenar en Barcelona, con ganas de bailar en un espacio que ha calificado de "templo" y de "escenario con una programación elitista, elegante y de culto".

Sobre las tablas, el bailaor estará solo por vez primera: "sin artificios", en un espectáculo "directo al corazón", un "maratón" de casi dos horas que no cuenta una historia concreta sino que recorre los distintos palos del flamenco más significativos para el artista.

Juan Parrilla repite una vez más en la dirección musical del montaje, en el que junto al bailaor sólo hay 6 músicos y dos cantaores. "Lo que la gente quiere es buen cante, buen baile y buena música. Este es el espectáculo que debería hacer cualquier artista", ha aseverado Amargo.

La actuación se inicia con una clásica farruca bailada "solo a guitarra, recordando el porte de maestros como Antonio el bailarín", y sigue con una soleá de charamuco, una pieza "rescatada" que apenas se baila ya y que Rafael Amargo interpreta con dos mantones de manila en homenaje a la parte más femenina del flamenco.

Rafael Amargo actúa con 6 músicos y dos cantaores


Después llega su 'hit', su gran éxito, su "seguidilla clásica de toda la vida", que enhebra con una zambra homenaje a la canción francesa a los acordes del "Ne me quitte pas" de Jacques Brel.

"Si me entono, me atrevo a cantar las primeras notas", ha desvelado el bailaor para después confesar que el espectáculo se ha ido alargando paulatinamente de una hora y veinte minutos a dos horas, porque como está "bailando mejor que antes", no se quiere ir del escenario.

"Estoy cogiéndole el pulso tras 35 ó 40 funciones", ha asegurado sobre un espectáculo en el que también "se llora" y que incluye además un zapateado a palo seco y un número de Luz Casal para concluir con "positivismo y frescura, con una fiesta".

Amargo ha considerado que "se puede hacer algo de mucha calidad con muy poca gente en el escenario", una fórmula que se plantea repetir en sus próximo montaje: "no voy a meter a mucha más gente, te das cuenta de que no hace falta".

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