La Sonrisa de Julia: 'Cuanto más nos desnudamos más le gusta a la gente'

Alexandra H. Gail
¿Y a quién pertenece esa sonrisa? Sí, a Julia, pero, ¿quién es Julia? "Julia es una persona que ha estado junto a nosotros desde antes de hacer el grupo, estos nueve años, es la primera persona que escucha las canciones, cuando las estamos maquetando, antes de hacer el 'show' en directo. Nos da un feedback, es un espejo muy bueno, es una sensibilidad femenina que siempre nos viene muy bien". Y añade Marcos, el vocalista, "Además es mi cómplice vital y la madre de mi hijo... Raúl es el padrino". Y ambos, Marcos y Raúl, junto con Diego, forman hoy en día 'La sonrisa de Julia'.

Estos chicos empezaron como muchos otros, con mucho esfuerzo, desde abajo. Y ese esfuerzo fue recompensado en 2003, cuando ganaron el cértamen musical Rock Villa de Madrid. A partir de entonces su nombre comenzó a sonar cada vez con más fuerza. Y con las vicisitudes que tiene la vida, consiguieron sacar tres discos.

Ahora presentan uno nuevo, el cuarto, 'El hombre que olvidó su nombre'. Y en este disco, sí, efectivamente se desnudan, pero no literalmente, sino que nos muestran sin pudor todas las emociones vividas tras dos años y medio 'recluidos' en un lugar recóndito de Cantábria, cuales filósofos ermitaños.

Diario Femenino ha podido estar un rato con ellos, haciendo un repaso por su carrera y por esta bonita historia de ermitaños.

La Sonrisa de Julia 1

Diario Femenino: La primera y típica pregunta, 'El hombre que olvidó su nombre', uno de los temas del disco, y también el que da nombre al mismo, ¿por qué esta elección?
La Sonrisa de Julia:
A parte de que nos gusta muchísimo el nombre y nos parece muy poético, para nosotros este disco es muy importante porque es la representación musical de dos años y medio de nuestras vidas que probablemente sean los más importantes. Vivíamos aquí en Madrid, con una multinacional como Universal, sacamos 'Bipolar' [su anterior trabajo] y nos dimos cuenta de que fue un punto de inflexión artísticamente hablando. Nos dimos cuenta de que necesitábamos escapar un poco de la ciudad, irnos a un lugar recóndito de Cantabria a vivir, a trabajar, a no despistarnos... Sabíamos que teníamos música dentro y queríamos sacarla de la manera más pura y sin distracciones. Todo este proceso ha durado dos años y medio allí... Hemos cambiado nuestra forma de vida totalmente, mucho más en contacto con la naturaleza, una vida más salvaje... Y esa canción cuenta esa historia, representa mucho el proceso que estamos viviendo, pero además dice mucho a nivel general: del hombre como ser humano, como civilización... Tenemos la sensación de que estamos olvidando cosas muy importantes, y olvidar tu nombre es como olvidar lo más básico de ti, tu esencia. El ser humano está empezando a confundir el ser feliz con el tener cosas, y eso nos aleja mucho de nuestra identidad.

DF: ¿Qué es lo que tiene de especial, a nivel técnico, de estilo, este disco, lo que le diferencia del resto?
LSJ:
En la producción hemos conseguido un nivel de sonido, contundencia como banda, que ya en 'Bipolar' apuntábamos, pero 'Bipolar' fue como un salto al vacío sin red. Antes hacíamos música muy británica y en 'Bipolar' hicimos música británica y no británica, un poco más el sonido de 'La sonrisa de Julia', que empezó a forjarse entonces. En este disco, hemos hecho lo mismo pero ya con una confianza total. Estamos en el camino en el que queríamos estar. Con un sonido, y en directo también, ya muy personal. La producción con Niger Walker, que es la primera vez que nos juntamos con un productor así, porque siempre había sido una cosa más auto-producida, ha sido importantísima a la hora de llevarnos a un nivel que solos no conseguiríamos, y al mismo tiempo respetando nuestro estilo. Este disco a nivel técnico suena mucho mejor que los anteriores y es mucho más redondo, un disco muy armónico, hay una consonancia. Siempre hemos valorado los discos como obra, es decir, no sólo es una suma de 10 canciones, sino algo más, y en este disco, por primera, vez lo hemos conseguido.

DF: Nos da la sensación de que hay mucho dolor en el disco, nostalgia, arrepentimiento... pero también 'ganas de'. Pero contadnos vosotros, ¿qué era lo que queríais transmitir?
LSJ:
Es curioso lo de la nostalgia, porque nos lo dicen pero no somos tan conscientes... Es nostálgico pero desde un punto de vista de 'superación'. De este momento de crisis que vivimos ha desembocado 'Ábreme', que es la primera canción, es una crisis brutal, y otras como 'Naúfrago' o 'América'. En todo este proceso en el que te vas a ese lugar [refiriéndose a los dos años y medio en Cantábria], lo fuerte es que es un sitio maravilloso, pero que no hay distracciones, es decir, cuando tienes un problema solo te queda una opción: enfrentarte a él. Y sí que ha habido días muy duros de enfrentamiento, pero es la única manera de superarlo, entonces eso desemboca en canciones también como 'Puedo', como 'Extraño', 'Mundo al revés' o 'Loco' que son todo lo contrario, son la 'positividad' máxima. Este disco está muy compensado porque narra todo el abanico de emociones que hemos tenido durante estos dos años y medio. Es la primera vez que mostramos todas, sin miedo. No mostramos solo la parte bonita y esperanzadora, sino toda. Y el resultado es bueno. Por ejemplo 'Naufrago' que es la canción en la que más desnudos nos mostramos, la gente está flipando con ella. Cuanto más nos desnudamos más le gusta a la gente, aunque no mostremos precisamente cosas solo bonitas.

La Sonrisa de Julia 2
DF: Precisamente una de esas canciones incluidas en el disco, 'America', nos ha llamado la atención por ese 'toque' de denuncia, ¿os gusta este puntito de crítico, reivindicativo?
LSJ:
No es que nos guste, es que no lo podemos evitar. 'América' está escrita después de ver el típico documental que no puedes dejar de ver porque te estás quedando 'flipado' porque no te puedes creer que vivamos en un país así. Un país con una democracia en la que aparentemente todo el mundo tiene unos derechos, en el que somos muy libres... Y que si los iraníes son muy malos, los afganos también, los norteamericanos también... Todas las críticas van para fuera, pero no nos miramos hacia dentro. Te das cuenta de cosas como que este país es el segundo en consumo de pornografía infantil, que en este país hay trata de blancas, es decir, hay esclavismo, algo pasa. Seamos honestos, seamos coherentes y no digamos que vivimos en una sociedad en la que los derechos humanos están por encima de todo, en la que la prostitución está prohibida, no legislamos algo que dejamos en manos de mafias que hacen lo que quieren. Si va a haber prostitución, que la haya con un mínimo de dignidad. Es como que no queremos ver que existe, pero existe.

DF: ¿Os atreverías a hacer un disco solo de canciones protesta?
LSJ:
No nos parece interesante hacer sólo un disco de canciones protesta. Aunque nuestros discos tienen mucho de protesta, pero protestamos sobre otras cosas no tan evidentes o no tan políticas, que es sobre el derecho de cada uno a ir forjando su identidad poco a poco, y a cambiarla si quiere. Esa libertad nos interesa mucho y de eso hablamos muchísimo en nuestros discos. En el amor también creemos que hay mucho que decir y mucho que protestar ante ciertas ideas preconcebidas.

DF: Y haciendo referencia a otra de vuestras canciones 'Negro', ¿qué veis negro en general?
LSJ:
El ser humano. Confíamos muy poco en el ser humano. Confiamos mucho en algunos seres humanos, pero en general nos creemos mucho más listos de lo que en el fondo somos. Vemos que vamos en una dirección muy oscura. Muy negra.

DF: ¿Cómo era la vida antes del Rock Villa de Madrid? Certamen de música celebrado en 2003.
LSJ:
Tenemos la sensación de que esa época, son muchas horas encerrados en un local muy pequeño, pasando mucho calor, pero con mucha, mucha ilusión. A nivel técnico hicimos un gran trabajo durante esos años, de horas y horas. Con muchísimo esfuerzo, mucho trabajo, con dos coches enanos destartalados llenos de instrumentos con los que íbamos a cualquier sitio. Luego cobrábamos 20 euros porque habían ido cinco personas a vernos.... y cuando salíamos nos habían abierto una puerta [del coche] con una barra metálica, por lo que palmamos todo el dinero y más... Pero con una ilusión... La ignorancia es mucho más importante que la certeza, porque si supieras todos los años que ibas a estar currando de esa manera, igual no lo haces. Sin embargo, no sabemos qué nos movía para seguir adelante. Era lo bonito también. Ahora somos unos privilegiados, pero recordamos de esos años... por tocar en el Honky Tonk un show que hacíamos en homenaje a 'The Police', la peña flipaba, estaba petadísimo, fue donde más nos pagaron. No era mucho, pero si tocamos lo nuestro no nos pagan tanto.

DF: ¿Echáis de menos algo de vuestros comienzos, algo que hayáis perdido de entonces que os gustaría recuperar?
LSJ:
No echamos de menos nada, para eso somos poco nostálgicos. Aunque gracias a todo eso estamos aquí... Pero lo puedes recordar con cariño pero ya está. Tenemos la sensación de que lo mejor lo mantenemos, tenemos una ilusión en este disco impresionante, y cosas duras las hemos mejorado y ya no las sufrimos, no nos podemos quejar.

DF: Habladnos de un concierto que recordéis con especial cariño...
LSJ:
Hay varios. Después del Rock Villa nos fuimos a Rumanía representando a España en una fiesta mundial de la música y no teníamos disco ni nada. Y fue llegar al aeropuerto y nos fueron a recoger con una furgoneta, un chofer, nos llevaron al hotel, era como ¡somos un grupo de música de verdad! El concierto era debajo del Palacio de Ceausescu, impresionante. Fuimos a Transilvania a un pueblo que se llamaba Brasov, precioso. Fue un viaje muy bonito. Y luego yo recuerdo -nos cuenta Marcos- la primera gira, el concierto de Terrassa en el que cumplí años en el escenario, me sacaron una tarta sin darme cuenta... Empecé a tocar y de repente me paran y yo ¡qué pasa! Había como 15 mil personas, fue impresionante.

DF: ¿Y cómo habéis ido digiriendo esto de la fama?
LSJ:
Es que no somos muy famosos. Sinceramente no ha cambiado nada de nuestra vida, ni nuestra manera de enfocar la música, ni cómo queremos vivir. La fama no la hemos sentido mucho, la verdad. Tampoco creemos que seamos unas personas muy conocidas, como personas, sino que se nos conoce más como grupo. Pero desde luego preferimos que se conozca más nuestra música que a nosotros de forma individual. Hemos notado muchísimo cariño de la gente que nos sigue, y en este disco más que nunca. Porque ya las redes sociales están muy presentes, antes de sacar el disco está todo el mundo animándote y nos dan un cariño que de verdad que lo agradecemos muchísimo. Después de los conciertos somos uno grupo que siempre nos gusta hablar con la gente que viene porque lo disfrutamos mucho.

DF: ¿Cuáles son vuestros ídolos del pasado?
LSJ:
De pequeñitos, recordamos 'Hombres G'. Yo recuerdo que iba a tercero de E.G.B. -nos cuenta Marcos- y era el único niño al que le gustaba un grupo. Porque ahora están muy espabilados, pero en aquel entonces era como '¡qué dices!'. No había tanta música para niños, estaban los payasos de la tele. Pero también 'The Beatles' -nos dice Raúl-, 'The Animals', 'The Doors', 'Jimmy Hendrix'. Y también de pequeñitos Madonna, Michael Jackson...

DF: ¿Y a quién admiráis, musicalmente hablando, a día de hoy?
LSJ:
A mucha gente. A muchos de estos que hemos nombrado, que igual los admiras hasta más. 'U2', un grupo que también gustaba de pequeñitos, y ahora de mayores los ves de otra manera, 'The Police' , 'Jeff" Buckley'...

DF: ¿Y a nivel nacional?
LSJ:
También admiramos a mucha gente. Vetusta Morla que en el Rock Villa de Madrid 2003 estaban ellos también y flipamos. Realmente ya causaron la misma impresión que causan ahora. Y desde entonces hemos hecho carreras paralelas distintas... Tocamos con ellos algunas veces y luego ellos decidieron ir haciéndolo de otra manera y nosotros sacamos disco... Creo que nosotros, fíjate, hicimos el disco 'Bipolar' [su tercer disco] justo cuando ellos sacaron el suyo y es el primer disco nuestro que está a cierto nivel... Nosotros haciendo discos y ellos sin hacerlos, pero hemos ido aprendiendo mucho en ambos caminos, admiramos mucho su música. La carrera de Iván Ferreiro, que ha sido una carrera de obstáculos, que siempre ha saltado uno tras otro con una valentía increíble, ha roto muchos moldes. También Jorge Drexler, admiramos mucho su carrera y es una persona maravillosa.

La Sonrisa de Julia 3

DF: ¿Qué opinión tenéis de los fenómenos musicales, tipo OT, Pop Star , Destino Eurovisión y tantos otros?
LSJ:
Tenemos la sensación de que es una profesión distinta a la nuestra. No tiene mucho que ver, porque para nosotros la música ha supuesto y supone un proceso muy introspectivo, muy personal, muy de ensayar, de horas de local... Es un trabajo muy, muy personal de luchar contra tus propias limitaciones. Y creemos que después de tanto tiempo llegas a unos resultados. Cuando tú empiezas a disfrutar de la grabación y a disfrutar de los directos, la gente empieza a disfrutar. Coincide. Lo otro es como algo tan distinto a nosotros como puede ser un presentador de un programa. Muchos no hacen sus canciones.... Hacer música sin hacer tus canciones nos parece muy raro. Hay grandes cantantes en esto de la música que no hacen sus canciones, pero hablamos de un nivel... como Frank Sinatra, que las hacían suyas. Aquí no hay tanto nivel, aunque lo puede haber... Es otro proceso, realmente acaba siendo muy famosa la persona, pero su música no tanto. Es algo que no deseamos...

DF: Para terminar, nos gustaría que dierais algún consejo a todos estos grupos de rock que ahora intentan despegar...
LSJ:
Nosotros podemos hablar desde nuestra experiencia. Después de pasar por Rock Villa, que parecía que íbamos a fichar con tropecientas discográficas, nadie nos quiso grabar el disco al final. Lo grabamos con nuestro dinero, con el de nuestros amigos, sin experiencia de ningún tipo, sufrimos mucho, pero al final el disco ahí está. El segundo ya si que teníamos una compañía pequeñita que puso dinero, fue como el más sencillo de hacer. El tercero, estando en Universal Music, les mandamos un correo diciendo que 'oye, ¿nos metemos en el estudio a grabar?, porque pasamos de esperar, no nos respondéis...' Y fue como grabarlo solos otra vez. Luego les gustó mucho el resultado de 'Bipolar' y lo sacaron... Y el cuarto también, nos fuimos de Universal, nos metimos a grabar este disco y en la mitad del proceso de grabación firmamos con Warner Music. Siempre hemos tenido buenos resultados, pero siempre ha sido una constante en nuestra carrera el 'tirar para adelante'. Que tiren pa' lante, que no esperen. Que no piensen más que en su trabajo y en ellos mismos. La crisis discográfica, aunque es terrible para vender discos, está haciendo que la gente se estruje el cerebro a la hora de buscar otras vías. Creemos que puede merecer la pena dedicarle tiempo a encontrarlas. Hace 15 años nadie se planteaba esto porque había una vía que era la que tenía éxito. Hoy en día los grupos tienen muchas más opciones que antes, creemos, no sólo existe la vía clásica. Todo depende, Vetusta Morla lo ha demostrado y nosotros creemos que también, que tiene que ver más contigo que con 'el exterior'. También es muy importante grabarse para ir viendo los resultados para que luego cuando llegues al estudio de grabación, tener todo muy claro. Aprendes mucho escuchándote. Hay que seguir adelante, levantándose cada vez que se cae, porque los mejores discos salen de momentos duros que se han superado. En nuestro caso, este disco nos ha salido tan bien, nuestro mejor disco sin duda, gracias a ese pasado que hemos tenido de tener que trabajarnoslo siempre. No sabemos qué hubiera pasado si con el primer disco hubiéramos tenido mucho éxito. Igual no haríamos buenas canciones como estas.

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