Sangrado de nariz: causas y remedios

Saúl C. Montaño Quintanilla

Seguro que te ha pasado más de una vez. Sin saber por qué, sin haber hecho ningún esfuerzo ni haberte dado ningún golpe, de repente te empieza a sangrar la nariz. No te preocupes, las hemorragias nasales son de lo más comunes y rara vez responden a un problema importante. En la mayoría de los casos se trata de algún resfriado o de alguna irritación del tejido interno de la nariz.

Por qué se produce el sangrado nasal

Los vasos sanguíneos que existen en la nariz son muchos, pero muy diminutos por lo que pueden sangrar muy fácilmente. El propio aire que respiramos puede provocar irritaciones en el interior de la nariz creando costras que se desprenden cuando nos sonamos con un pañuelo y es entonces cuando se produce la hemorragia.

Las hemorragias nasales son más frecuentes en invierno porque hay multitud de causas que pueden irritar o resecar el tejido interno de la nariz como la humedad, los resfriados, las alergias, las sinusitis, los virus o incluso el aire caliente de las calefacciones.

Tener el tabique nasal desviado o un objeto extraño en el interior de la nariz también puede provocar el sangrado, así como sonarse la nariz con demasiada fuerza o darse algún golpe. Hurgarse la nariz con frecuencia, abusar del uso de aerosoles nasales, algunos medicamentos anticoagulantes o incluso una cirugía facial o nasal son otras de las causas de las hemorragias en la nariz.

Cómo tratar la hemorragia nasal

La mayoría de las hemorragias nasales pueden controlarse de una forma sencilla que consiste en presionar con los dedos la parte blanda de la nariz de tal forma que las fosas nasales queden cerradas. Mientras tanto hay que respirar por la boca y mantenerse inclinado hacia adelante para no tragar sangre. De esta manera en menos de 10 minutos la hemorragia tendría que haberse detenido. En ningún caso se recomienda taparse el interior de la nariz con una gasa o similar ni tampoco tumbarse y hay que tener cuidado durante unas horas después del sangrado para no aspirar con fuerza por la nariz.

Conviene recordar que la mayoría de los sangrados nasales no revisten ninguna importancia, pero hay un porcentaje pequeño de casos en los que una hemorragia en la nariz puede estar indicando alguna enfermedad como hipertensión, trastorno de sangrado o tumor de nariz. Por eso es recomendable acudir al médico en caso de que la hemorragia no haya parado transcurridos 20 minutos, si se ha producido tras un traumatismo craneal o si se produce repetidamente sin causa aparente.

Una vez descubierta la causa de la hemorragia, el médico decidirá el tratamiento adecuado que puede consistir en un taponamiento nasal, en un control exhaustivo de la presión arterial, en el cierre de los vasos sanguíneos o en la reducción de los medicamentos anticoagulantes.

En cualquier caso, una buena medida para prevenir esas hemorragias nasales que no revisten importancia es mantener la casa más fresca y utilizar un vaporizador para la humedad del aire. En algunos casos, sobre todo durante los meses de invierno, utilizar un aerosol nasal salino también puede evitar algunos sangrados nasales.

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