Evitar las malas posturas diarias para mejorar la calidad de vida

Saúl C. Montaño Quintanilla

Una postura corporal correcta no es sólo una cuestión de estética, pues de ella va a depender nuestra calidad de vida. Problemas musculares, dolores de cabeza, fatiga, insomnio...son sólo algunos de los problemas que se derivan de una mala postura. Afortunadamente, podemos corregir las malas posturas a las que estamos habituados y mejorar así nuestra salud.

Postura corporal correcta

La forma en que mantenemos nuestro cuerpo erguido dice mucho de nuestra personalidad. El cuerpo inclinado hacia delante, los hombros encogidos y la cabeza hacia abajo indican una gran inseguridad e introversión. Pero los problemas físicos que puede ocasionarnos esta mala postura corporal son mayores que la mala impresión que podamos causar, porque esta postura dificulta la respiración y puede provocarnos escoliosis o lumbago, además de comprimir nuestro aparato digestivo.

Pero ¿cómo saber si estamos manteniendo una buena postura corporal? La postura correcta es aquella en la que no se exagera la curva lumbar, dorsal o cervical, sino que se mantiene la curvatura natural de la columna vertebral.

Especial atención merece el cuidado de los pies, que son quienes soportan todo el peso corporal. Para aquellas personas que pasan mucho tiempo de pie se aconseja el uso de plantillas que absorban la presión y eviten las tensiones musculares.

Postura frente al ordenador

El tiempo que pasamos sentados trabajando frente al ordenador provoca un gran estrés en nuestro cuerpo aparte de entorpecer la circulación. Una mala postura puede provocarnos dolores de espalada, de cervicales, dolores de cabeza o, incluso dolor en las extremidades inferiores. Además de estos problemas, puede producirnos falta de concentración y, por lo tanto de productividad. Por eso es muy importante paliar en lo posible los daños de una mala postura acomodando nuestro entorno de trabajo a unos parámetros ergonómicos más saludables.

La silla debe estar diseñada en cualquier caso para redistribuir equitativamente nuestro peso corporal. La mesa tiene que estar a una altura en la que los brazos queden en posición recta respecto al teclado, y la pantalla del ordenador debe situarse a la altura de los ojos. De esta forma evitaremos el cosquilleo en las manos, y el cansancio ocular tan frecuentes.

Mala postura al dormir

La postura que adoptamos al dormir es también fundamental para nuestro bienestar, al fin y al cabo, durante el sueño renovamos nuestro organismo. Y en este aspecto, el colchón utilizado es crucial. Un colchón demasiado duro provoca una postura de la columna antinatural por lo que se limita el flujo de sangre y pueden aparecer problemas de insomnio y cansancio muscular. Por su parte, un colchón demasiado blando tampoco es adecuado porque provoca el efecto "hamaca" en la curvatura de la columna.

Lo ideal es usar tanto un colchón como una almohada ortopédica que no fuerce la postura de la columna. Con esto evitaremos no sólo una mejor calidad del sueño, sino evitar todos esos problemas derivados de un sueño poco reparador como son los dolores de cabeza, las migrañas, la atrofia muscular, la fatiga, el estrés y la falta de concentración.

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