El tabaco, la obesidad y algunas sustancias químicas influyen en la fertilidad

Josune de la Riva
 Fertilidad

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) son infértiles aquellas parejas que llevan más de un año manteniendo relaciones sexuales sin protección y no han logrado un embarazo. Esto se traduce en unos 80 millones de parejas infértiles en el mundo y 800.000, solo en nuestro país. Teniendo en cuenta esta realidad, se han celebrado en Madrid las jornadas Temas Actuales de Reproducción Asistida, organizada por la Fundación Ginefiv, la Fundación de Investigación y Docencia en Obstetricia y Ginecología y el Hospital Santa Cristina de Madrid. En estas jornadas reconocidos expertos han analizado las principales causas de la infertilidad, así como los principales avances en las técnicas de reproducción asistida. En el acto se han abordado cuestiones de gran interés en el campo de la Reproducción Asistida.

Mejora de los fármacos que inducen a la ovulación

En la sesión dedicada al uso de la hormona luteinizante (LH) para inducir a la ovulación en procesos de reproducción asistida, la Dra. Victoria González Villafáñez, ginecóloga de la clínica Ginefiv, ha explicado que "el desarrollo de los fármacos que inducen la ovulación es paralelo a las mejoras de las técnicas de reproducción asistida. Por eso, trabajamos en la obtención de productos cada vez más puros, eficaces, seguros y fáciles de administrar y que permitan una dosificación constante y segura", afirma.

De esta forma, existen diferentes medicamentos para la estimulación ovárica: tanto de origen recombinante como urinario. "Estos medicamentos ofrecen distintas alternativas terapeúticas a las pacientes que serán sometidas a tecnicas de reproducción asistida", asegura la Dra. González Villafáñez.

Por tanto, el protocolo ideal sería aquel que "obtuviera las mejores tasas de embarazo con los menores efectos secundarios y la máxima seguridad", concluye la Dra. Victoria González Villafáñez.

El estilo de vida afecta a la fertilidad

La Dra. Victoria Verdú ha analizado en su ponencia el estilo de vida y su influencia en la fertilidad humana. "Los agentes ambientales unidos a factores como el tabaco, la obesidad, el estrés, los medicamentos o los disruptores endocrinos, entre otros, pueden ser causa de infertilidad".

Con respecto a la relación entre el tabaco y la fertilidad, la Dra. Verdú ha asegurado que "fumar puede provocar en la mujer una disminución de la calidad ovocitaria, un aumento de las anomalías cromosómicas, así como un incremento de los casos de menopausia precoz. En el hombre, por su parte, puede influir en la reducción de la concentración espermática, de su movilidad y en alteraciones en su morfología, así como en un aumento de la fragmentación del ADN del gameto o en problemas de erección".

Pero los riesgos se incrementan aún más si la pareja se debe someter a un tratamiento de reproducción asistida. "En parejas que fuman hemos observado que la mujer necesita el doble de ciclos para lograr una gestación que una que no lo hace. Además, la tasa de implantación del embrión es más baja. Podríamos decir que el efecto es comparable a tener diez años más que los reales que presenta la paciente", ha manifestado la Dra. Verdú. Asimismo, el tabaco puede influir de forma negativa en la gestación, ya que se ha comprobado un mayor número de abortos y complicaciones como son la placenta previa o el nacimiento prematuro en mujeres fumadoras.

En cuanto a la influencia de la obesidad en los problemas de fertilidad, la Dra. Verdú ha declarado que "la gestación por reproducción asistida disminuye un 33% en las mujeres obesas y un 50% en las muy obesas. Y es que éstas necesitan unas dosis mayores de gonadotrofinas, una estimulación ovárica más larga y, además, presentan un mayor riesgo de aborto. En el hombre la obesidad puede causar disfunción eréctil y una disminución de la frecuencia de las relaciones sexuales. Podemos decir que diez kilos de más en el hombre aumenta un 10% sus problemas de infertilidad".

Los disruptores endocrinos (EDC), sustancias químicas con las que estamos en contacto diario como los plásticos, el pegamento, cosméticos o perfumes, pueden actuar como hormonas femeninas o pseudo-estrógenos y pueden bloquear su acción y suplantar a las hormonas naturales, un hecho que puede llegar a causar infertilidad. "Existen múltiples sustancias que pueden actuar como disruptores endocrinos, entre ellas, los metales pesados o los pesticidas. Éstos pueden afectar al desarrollo puberal, a la regularidad de la menstruación, al desarrollo folicular, así como producir una disminución de la reserva ovárica", ha confirmado la Dra. Victoria Verdú.

Por tanto, parece obvio que los agentes ambientales y el estilo de vida influyen en la fertilidad humana. Y que esto, unido al factor edad, puede provocar un aumento en la incidencia de la infertilidad.

Técnicas de identificación de los espermatozoides en alta magnificación

Si con la Inyección Espermática Introcitoplasmática (ICSI), que normalmente se realiza en las consultas de reproducción asistida para inyectar el espermatozoide en el óvulo, se realizaba la selección del gameto masculino con un microscopio a 200 ó 400 aumentos, la Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides Seleccionados Morfológicamente, IMSI, permite agrandar la imagen hasta los 6.000.

El Dr. Vicente Badajoz, coordinador de Laboratorio de Ginefiv, ha explicado que, gracias a esta novedosa técnica, "se puede observar de cerca la morfología del espermatozoide y descartar aquéllos que son deformes o no aptos para la fecundación. De esta forma, al seleccionar espermatozoides sin alteraciones morfológicas se podrían reducir las tasas de aborto, ya que uno de cada tres de los que se producen en embarazos por fecundación in Vitro, es por causa de un espermatozoide con problemas morfológicos".

La IMSI consiste en la incorporación a un microscopio de un selector de magnificación, un acoplador de video y una salida de televisión de 355,6 mm. La combinación de los aumentos totales del microscopio es lo que permite tener esta visión de los espermatozoides. "El gameto masculino, según la Organización Mundial de la Salud, debe ser liso, simétrico, oval y no debe presentar más de un 4% de vacuolas (residuos celulares)", ha explicado el Dr. Badajoz.

"Esta técnica estaría recomendada para pacientes mayores de 38 años así como para quienes hayan tenido 2 ó más fallos con ICSI", concluye el Dr. Badajoz.

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