Halitosis: ¿por qué me huele mal el aliento?

Rosa Ruiz
Halitosis: mal aliento
Adolf Hitler padecía una fuerte halitosis y le horrorizaba la visita al dentista. Al igual que él, la mitad de las mujeres ha tenido mal aliento en alguna ocasión o de forma repetitiva. Es un mal común y tiene muchas causas, pero lo más probable es que sea por problemas bucales, hasta en el 90% de los casos. En términos generales, el origen del mal olor de la halitosis está en los millones de bacterias que habitan en la cavidad bucal, que son capaces de producir compuestos sulfurados volátiles de muy mal olor. Por esta razón, es de gran importancia que tengas una correcta higiene bucodental.

¿Segregas poca saliva? Si esto es así, se provoca en tu boca una sensación de sequedad, y con ella puede llegar la temida halitosis. La saliva contiene un 99% de agua, mantiene y protege los tejidos orales, ya que lubrifica y limpia la cavidad oral. No solo eso, además posee propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas, remineraliza los dientes, y mantiene la boca limpia.

Otro de los motivos puede ser una dieta pobre en hidratos de carbono: las patatas, las legumbres, los cereales, el pan o el arroz tienen gran cantidad de hidratos. Cuando estos faltan nuestro cuerpo utiliza la grasa para producir la energía, produciéndose un aumento en sangre y orina de cuerpos cetónicos, lo que origina la aparición de un aliento bucal característico, debido a la eliminación de la acetona.

Pero sobre todo se debe a una mala higiene bucal. Si tienes problemas como caries, inflamación de encías, infecciones, llagas, placa o sarro, usas prótesis dentales o simplemente, te cepillas poco los dientes o no lo haces adecuadamente, eres el perfecto candidato a tener mal aliento.

Enfermedades asociadas al mal aliento


Si mantienes una buena higiene bucodental y has descartado esa causa como la causante de tu mal aliento, deberías pensar que quizá la halitosis sea un síntoma de otra enfermedad. La diabetes que no está bien controlada provoca mal aliento con olor dulce y una insuficiencia renal crónica provoca mal aliento con olor a amoniaco, aunque no en todos los casos.

También el estreñimiento, una indigestión, mal funcionamiento del hígado, el reflujo gástrico, la úlcera de estómago o periodos de estrés son causantes del mal aliento, ya que el organismo se altera y con ello la saliva. Si padeces alguno de estos problemas de salud debes estar atento a tu aliento, pues sin quererlo podrías padecer de halitosis, con las molestias que eso supone para los que te rodean cuando se acercan a ti y el prejuicio que causa a tu vida social.

¿Cómo combatir el mal aliento?


Masticando un chicle sin azúcar, para conseguir que la boca segregue saliva y evitar que la boca esté seca, tomando una infusión de menta poleo o de regaliz, chupar un caramelo de menta, o masticar perejil después de la comida ya consigues mantener a raya el mal olor. Y no olvides beber mucha agua, para mantener hidratado el cuerpo.

Aunque sobre todo es fundamental cepillarse los dientes al menos dos veces al día, incluyendo las encías y la lengua, y terminar con un colutorio dental, para enjuagar bien todos los huecos que el cepillo quizá no pudo alcanzar. Y eso sí, aunque te horrorice el dentista al igual que a Hitler, no hagas como él y visítalo al menos una vez al año para controlar posibles caries, gingivitis incipientes, acumulaciones de placa, sarro u otros problemas bucales.

Qué debes evitar para no tener halitosis


Si tu problema es la halitosis, hay alimentos que la potencian como si fueran un altavoz. El ajo, el comino, la col, los pepinillos, el café y la cebolla son alguno de estos alimentos que producen mal aliento tras ingerirlos a un alto índice de personas. El alcohol también puede ser causante del mismo. Es otro motivo más para no probarlo, al igual que el tabaco, que además provoca caries.

Cómo saber si tienes mal aliento


Puedes poner en práctica diferentes técnicas como:

- Ponte un pañuelo sobre la boca, sopla trayendo el aire desde dentro como si quisieras hacer vaho y luego huele el pañuelo. Si percibes algún olor desagradable, es que tienes mal aliento.

- Ahueca tus manos y luego exhala en un suspiro largo sobre ellas. Si percibes mal olor es que existe mal aliento.

- Si tienes hilo dental, pásalo suavemente entre los dientes. Si al olerlo después del uso no huele a hilo dental, ya sabes, padeces halitosis.

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