Las fresas y sus propiedades en homeopatía y medicina

El fármaco homeopático derivado de la fresa se denomina fragaria

Patricia Garcia Herrero
En este artículo
  1. La fresa, medicamento homeopático
  2. Otros usos medicinales de las fresas

Las fresas son un fruto muy popular y apreciado por la sociedad, gracias a su sabor y su uso para elaborar mermeladas, tartas y otros manjares gastronómicos. Pero además las fresas son empleadas en terapias de homeopatía.

La homeopatía es un tipo de medicina alternativa basada en el concepto de que las enfermedades se curan con fármacos muy diluidos que son capaces de producir los mismos síntomas de la patología en personas sanas. Según la Sociedad Española de Medicina Homeopática, lo que diferencia esta terapia de la medicina tradicional es el medicamento homeopático y la forma de prescribirlo. Respecto al propio fármaco, este se elabora a partir de sustancias de origen vegetal, animal o químicas. Las fresas son uno de los elementos utilizados para tratar diversas enfermedades.

La fresa, medicamento homeopático

Las fresas, Fragaria vesca, son un tipo de planta de la familia de las Rosáceas muy famosa por sus frutos, empleados tanto para el consumo alimenticio como para usos médicos, junto a las hojas y las raíces.

En homeopatía se utilizan principalmente los frutos por su elevado contenido en Vitamina C y otros minerales como potasio, magnesio, calcio, hierro o zinc. El fármaco homeopático derivado de la fresa se denomina fragaria y se prescribe para trastornos circulatorios, urticarias, alergias a frutas y la dispepsia (alteraciones digestivas derivadas de disfunciones gástricas e intestinales).

Otros usos medicinales de las fresas

Además de las propiedades homeopáticas ya mencionadas, se ha atribuido a las fresas propiedades astringentes y diuréticas, por lo que la infusión de hojas es muy utilizada para contrarrestar enfermedades renales y gastrointestinales como la cistitis, diarrea, disentería y retención urinaria.

Como uso tópico se utiliza un emplasto para sanar eczemas, heridas, llagas y úlceras. También se elabora un jarabe cociendo los frutos u hojas y las raíces para tratar afecciones respiratorias leves. En cambio, no se recomienda su uso en el caso de gastritis o úlceras gastroduodenales, por el contenido de taninos en las hojas. 

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