Aprender idiomas, una forma de plantar cara a la crisis: cómo y cuáles

Saúl C. Montaño Quintanilla

Son muchas las personas que se han quedado sin trabajo debido a la grave crisis económica que está sufriendo España. La situación es difícil: hay poco trabajo y la cola del paro cada día es más larga. Ante esta situación podemos hacer dos cosas: desesperarnos y rendirnos ante un problema que nos supera o aprovechar para ampliar nuestra formación y prepararnos para un futuro que, aunque incierto, seguro que estará lleno de nuevas oportunidades.

Una buena forma de prepararnos para afrontar la crisis es aprender idiomas. Estos nos pueden ser de mucha utilidad, ya que nos permiten mejorar nuestro currículum y hacerlo más atractivo para las empresas que buscan empleados que puedan manejarse sin problemas en un entorno profesional internacional o que puedan atender las necesidades de sus clientes en diferentes partes del mundo. Por otro lado, aprender o mejorar un idioma nos da la oportunidad de poder buscar trabajo fuera de las fronteras españolas; de modo que nuestro abanico de oportunidades se amplia hasta el resto de Europa o incluso hasta otros continentes.

Los idiomas del futuro

Si decidimos embarcarnos en el estudio de una lengua con el fin de ampliar nuestras oportunidades laborales, es importante que analicemos primero qué lenguas son las que pueden ofrecernos esas oportunidades que buscamos. Si escuchamos a los expertos que pronostican el futuro próximo del mundo, oiremos que hay nuevas potencias económicas en desarrollo. China y Brasil, por ejemplo, son las dos grandes candidatas a liderar la economía mundial en un futuro no muy lejano, por lo que no es mala idea embarcarse en el aprendizaje del chino o del portugués.

Rusia también es un país en auge y cada vez son más los rusos acaudalados que se deciden a viajar a nuestro país, por lo que aprender ruso puede abrirnos puertas en el sector turístico español. Sin embargo, debemos ser realistas y comprender que, si no se nos dan especialmente bien las lenguas, lo más posible es que aprender un idioma como el ruso y el chino nos cueste mucho tiempo y esfuerzo. Así pues, el portugués quizás sea un idioma más asequible para los hispanohablantes. Por otro lado, el inglés es un clásico que no puede faltar. Es uno de los idiomas más hablados del mundo y, si uno lo llega a dominar, puede moverse casi por todo el mundo.

¿Cómo empiezo?

En nuestro país hay varias formas de aprender idiomas sin la necesidad de desembolsar mucho dinero. La más barata y más efectiva es apuntarse a la Escuela de Idiomas de nuestra ciudad. Los precios de las matrículas en estas escuelas son realmente bajos y la cantidad de horas y el método ofrecen buenos resultados para aquellos estudiantes que se tomen en serio el tema de estudiar una lengua. Además, hay diferentes horarios disponibles, desde la mañana hasta por la tarde, por lo que es relativamente fácil combinarlo con otros estudios o responsabilidades. Eso sí, los profesores nos van a exigir todo nuestro esfuerzo y seriedad, pues es imprescindible asistir a un mínimo de clases y sacar una nota relativamente alta en el examen final para aprobar el curso.

Otra forma de aprender idiomas si no disponemos de demasiado tiempo o queremos tomárnoslo con más calma, son las escuelas de idiomas de las universidades a distancia. La UNED y la UOC ofrecen aulas de idiomas virtuales que nos permiten organizar el aprendizaje a nuestro ritmo y adaptarlo a nuestros horarios personales. Además, el precio es un poco más elevado que el de las Escuelas Oficiales, pero aún así es más asequible que el de otras academias privadas.

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