La conversación y la etiqueta en una comida de negocios

Saúl C. Montaño Quintanilla
La conversación y la etiqueta en una comida de negocios
La mujer profesional debe iniciar la conversación con temas cotidianos, cosas generales para llegar a un interés común y establecer comodidad y confianza entre ambas partes. Procura no tocar el tema profesional hasta el café, al hacerlo cuida el tono y volumen, tus ademanes y gestos. Si descubres que el otro se interesa en un tema particular, no dudes en enfatizas la conversación en este tema. Y desvía la conversación de los puntos que le sean desagradables.

Comida de negocios


Es bueno recordar que el restaurante es un lugar público y por ello es preciso tener cuidado con el tipo de información que será dada sobre un negocio. Hay que tener cuidado con el volumen de la voz y las palabras que usamos, especialmente si las mesas contiguas se encuentran muy cercanas.

Pero todo nuestro esfuerzo se puede ir al traste si nuestros modales no acompañan a nuestras propuestas de negocios. Una persona maleducada y con malos modales en la mesa tendrá bastantes papeletas para fracasar en sus negociaciones. Aprender a utilizar de forma adecuada el saludo, el tratamiento, el vestuario, etc. es fundamental para cualquier persona, pero en el ámbito de los negocios, seguramente, más.

La mesa, salvo situaciones excepcionales, no es el sitio adecuado para realizar presentaciones, intercambiar tarjetas, etc. Todas esas acciones se habrán llevado a cabo previamente en la oficina. Puede darse el caso de alguna incorporación posterior. En este caso, puede tener justificación las presentaciones, intercambios de tarjetas o cualquier otra acción similar.

¿Cuánto debe durar una comida de negocios?


Es importante que una comida de negocios no se extienda más de 2 horas, para que ninguna de las partes se agote. Quien debe ponerle fin es siempre el anfitrión. Es muy útil preguntar al inicio si la otra persona tiene una cita marcada para después de la comida, de manera que fijemos un compromiso de tiempo y evitarnos impaciencias de ambas partes.

En caso de que este punto no quede claro desde el principio y tengamos algún compromiso posterior, podemos dar una señal y colocar cortésmente la servilleta en la mesa o pedir una última taza de café en señal de que la comida ha concluido.

Ana Rosa

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