Düsseldorf, ciudad de moda, moderna, perfecta para celebrar Eurovisión 2011

Javier Herrero (Efe)
Si hay una pregunta que los profesionales y amantes de Eurovisión se hacían en los días previos al comienzo del festival, aparte de la evidente incógnita sobre el ganador de este año, era qué ha llevado a sus responsables a radicar este macroevento musical en una ciudad de atractivos desconocidos.

Frente a una tradición asentada en Eurovisión en los últimos años, por la que la sede del festival recaía en la capital del país anfitrión, con contadas excepciones, Alemania ha ejercitado su afán descentralizador, otorgando la organización del evento a una gran desconocida para Europa, Düsseldorf.

lucia perez

A priori, podría parecer que la capital del estado de Renania del Norte-Westfalia no portaba las mejores cartas, habida cuenta de que se disputaba la sede con la moderna y cosmopolita Berlín; también con Hamburgo, la segunda ciudad del país, con su gran puerto fluvial; y, finalmente, con Hannover, la ciudad-jardín, experimentada en las organización de ferias.

¿Qué hay en Düsseldorf para que esta ciudad del oeste de Alemania y de apenas 600.000 habitantes se hiciera con el bombón económico y publicitario de Eurovisión?

Si hacemos caso a las palabras del director de la televisión pública alemana NDR, Lutz Marmor, la principal razón de su elección reside en el Düsseldorf Arena, un impresionante complejo deportivo capaz de albergar hasta a 35.000 personas, con una acústica probada en grandes conciertos, así como a su asentada infraestructura en el ámbito de los medios de comunicación.

El aeropuesto de Düsseldorf, un aliciente para Eurovisión


Como dice Marmor, su propuesta es digna de los "twelve points" si a ello sumamos su aeropuerto, conectado con la mayor parte de los aeropuertos internacionales de Europa, y su situación geográfica, en la denominada Cuenca del Ruhr, muy cerca de la frontera con Bélgica y Holanda, en un área poblacional que comprende a 10 millones de personas.

Además, Düsseldorf es conocida en el país como la ciudad de la industria germana de la moda, de la publicidad y es el hogar de medios de comunicación como la WDR, en el puerto deportivo Medienhafen, donde también se halla uno de sus principales símbolos, la torre de televisión -de unos 240 metros de alto, ocho metros más alta que el conocido "pirulí" de Torrespaña en Madrid-.

El Medienhafen, con sus modernos edificios a orillas del Rin, es además un punto de interés para los amantes de la nueva arquitectura, con un conjunto creado por el famoso Frank Gehry, entre otros.

Las malas lenguas también dicen que es "pija", lo que desde los fríos datos, más políticamente correctos, se traduce en que Eurovisión se celebra este año en la sexta ciudad del mundo en calidad de vida, según el índice elaborado por la consultora Mercer, sólo por detrás de Viena, Zúrich y Ginebra en Europa.

Su opulencia se hace patente en una de sus más célebres avenidas, el Königsallee o paseo del Rey, donde campan a sus anchas las más importantes firmas del mundo de la moda. Allí también está Zara, pues bien es sabido que Amancio Ortega, su fundador, tiene olfato para localizar sus tiendas al abrigo de las firmas más exclusivas.

Por si fuera poco, la zona vieja de la ciudad, Altstadt, presume de servir buena cerveza en "la barra más larga del mundo", ya que cuenta con más de 250 pubs y restaurantes, y, como buena vecina de Colonia y de su carnaval, todo se desarrolla en un ambiente "gay-friendly".

Puedes leer más artículos similares a Düsseldorf, ciudad de moda, moderna, perfecta para celebrar Eurovisión 2011, en la categoría de Guía del viajero en Diario Femenino.

Publicado:
Actualizado: