Instrumento musical: Disfruta del momento

La música, gracias a su componente emocional, físico y mental, hace que tocar un instrumento sea toda una experiencia de disfrute único en la que invertir todo el tiempo necesario.

Instrumento musical: Desarrolla el cerebro

Tocar un instrumento musical, como por ejemplo la guitarra, estimula al cerebro y mejora la coordinación y memoria. El cerebro tiene que transformar unas notas de un papel en algo significativo y luego traducirlas a un comportamiento motor, o sea a movimientos; pero no sólo eso, sino que a la misma vez tendrás que aportar ritmo a estos movimientos que realizas. Y si además de todo esto cantas... ¡Imagínate!

Instrumento musical: Libera el estrés

La batería, o cualquier otro instrumento, ayudan a expresar nuestros sentimientos y de esta manera puede prevenir problemas cardíacos asociados a la ansiedad y al estrés.

Instrumento musical: Fortalece la autoestima

Tocar la acordeón por ejemplo, no sólo fortalece la autoestima sino que además ayuda a desarrollar disciplina y crea una mentalidad de superación. Cuando a través de la constancia y el esfuerzo, se consigue tocar una canción que parecía imposible, este logro hace que se refuerce la idea de que los imposibles se pueden superar mediante el trabajo.

Instrumento musical: Ayuda al aprendizaje

El ejercicio intelectual que implica aprender música es tremendo: notas, movimientos, ritmos, letra... Todo esto potencia las habilidades requeridas para muchas áreas del aprendizaje, además de estimularlas de una forma lúdica y motivante; algo que puede ayudar con las clases, los idiomas...