Julian Assange, la cara más oculta del fundador de Wikileaks

Ana Van den Eynde
Julian Assange, el fundador de Wikileaks, ha sido detenido por sacar a la luz miles de documentos confidenciales del gobierno de Estados Unidos. El arresto ha sido llevado a cabo por la policía de Londres después de recibir una orden de detención emitida por la Fiscalía de Suecia, que quiere interrogar a Julian Assange en relación con una supuesta comisión de delitos de agresión sexual.

No obstante, y a pesar de este imprevisto, Wikileaks se ha apresurado a declarar que no detendrá las filtraciones de los 250.000 cables diplomáticos que comenzaron a publicarse el 28 de noviembre. "Las acciones de hoy contra nuestro editor jefe no afectarán a nuestras operaciones: sacaremos a la luz más cables esta noche como es habitual", ha publicado la organización a través de su Twitter.

Julian Assange, acusado de acoso sexual


El fundador de Wikileaks está acusado por las autoridades suecas por coacción ilegal, acoso sexual y violación. Delitos todos ellos, supuestamente, cometidos en agosto de 2010.

 Julian Assange, el fundador de Wikileaks, acusado de agresión sexual y violación
Por su parte, Julian Assange ha reconocido haber mantenido relaciones sexuales con esas dos mujeres pero se reafirma en decir que siempre bajo el consentimiento de ambas partes; mientras que ella alegan que empezaron siendo consentidas pero dejarlo de serlo en el momento que el fundador de Wikileaks no tenía preservativos.

La verdadera identidad del fundador de Wikileaks


Todos hablan de Julian Assange, pero pocos conocen su trayectoria en esto del mundo de Internet y las filtraciones. Nacido en Townsville (Australia), en julio de 1971, sus padres tenían un teatro de marionetas y viajaban mucho, por lo que Julian se forjó desde bien pequeño.

A los 16 años su madre Christine, que le califica de persona muy inteligente, le compró su primer ordenador. Corría el año 1987 y el fundador de Wikileaks llevaba esto de Internet en las venas, por lo que conectó un módem a su ordenador y comenzó su viaje por el ciberespacio.

Poco a poco Julian Assange se fue forjando en el mundo de la informática hasta convertirse en un auténtico hacker profesional. Siempre calmado y sin perder las formas pase lo que pase, quiso hacer algo para parar las malas acciones que, a su juicio, estaban llevando a cabo los gobiernos de todo el mundo.

Y, de momento al menos, lo que ha conseguido es enseñarle al mundo los secretos mejor guardados de la política exterior de Estados Unidos. Más de 250.000 mensajes de los que son objeto desde Silvio Berlusconi, hasta Vladimir Putin, pasando por el Papa Benedicto XVI.

Ahora Julian Assange tiene ante sí el reto de salir victorioso de su lucha contra la justicia. Su abogado en el Reino Unido, Mark Stephens, ha señalado que "es hora" de que se llegue a la verdad de esto y que Assange quiere "limpiar su nombre". Stephens ha añadido que su cliente luchará contra su posible extradición a Suecia, ya que teme que, de ahí, pueda ser entregado a Estados Unidos, donde algunos políticos han llegado a pedir su ejecución.

Para cubrirse las espaldas, Assange advirtió el viernes que ha copiado los cables diplomáticos, junto con "material significativo de Estados Unidos y otros países", en un fichero codificado a más de 100.000 personas de todo el mundo por si algo le sucediera a él o a su equipo.

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