El Camino de Santiago en pareja

Preparar, hacer y compartir una experiencia inolvidable

Vilma Medina
El Camino de Santiago en pareja

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar..." De alguna manera, este poema de Antonio Machado refleja muy bien el Camino de Santiago, la milenaria peregrinación cristiana que cada año sigue atrayendo a multitudes de gente de todo el mundo, que salen de sus casas por una semana o incluso por meses, para dejar sus huellas por las sendas de tierra batida, barro, piedras, antiguas calzadas romanas y pueblos, que conforman la ruta sagrada. El matrimonio formado por Rosa de la Guía y Tomás Mazuecos eligió el Año Xacobeo para hacer en pareja el Camino de Santiago, pero eso sí, "andando, como tiene que ser", dicho con convicción.

'Sufrir y compartir' el Camino de Santiago juntos

Experiencias de un matrimonio en el Camino de Santiago

Aunque todos los caminos llevan a la Catedral de Santiago de Compostela, en Galicia, donde se encuentran los restos del Apóstol Santiago, son muchos los motivos que lleva a la gente hacer el Camino aunque al final "es algo muy personal", según Rosa. Y explica: "Nos movió la fe, la atracción por la naturaleza, la aventura y pensar que estábamos haciendo algo que ya lo habían hecho millones de personas. Es una buena ocasión para reflexionar, recordar, olvidar, rezar, sentir, escuchar, sufrir, compartir..."

Los padres en el Camino con los hijos y la casa bajo control

El Camino de Santiago no siempre se inicia con el primer paso por la senda. Para esta pareja que tiene tres hijas, empezó un par de meses antes, con la preparación, no solo buscando informarse sobre lo que supone el Camino, sino también para dejar la casa y las hijas bien asistidas... "¡todo un encaje de bolillos!", como explican ellos. Rosa y Tomás eligieron el mes de abril para hacer el Camino porque creen que la primavera y el otoño son las mejores épocas principalmente para los que eligen los albergues para dormir; no están abiertos durante todo el año.

Para el Camino, el equipaje debe constar de lo mínimo posible. Un par de mudas y poco más. En los albergues se puede lavar ropa todos los días. Y si no le da tiempo para que se seque, la gente la lleva colgando en la mochila.

El calzado para hacer el Camino

El Camino verde de Santiago

Si algo es importante, según la pareja, es que el calzado no sea nuevo y esté acostumbrado ya al pie del peregrino. Lo mejor es usar calzado de trekking. Se recomienda, además, untar de vaselina los pies todos los días antes de iniciar la ruta, para evitar ampollas. Llevar unas sandalias para descansar los pies al final de cada etapa y tener en mano a un buen botiquín con betadine, tiritas... se agradece. En cuanto a los gastos, todo depende del hambre y del nivel de exigencia de cada uno para dormir. Hay albergues que pueden cobrar solo 3 euros la noche, y hay caminos en los que se puede encontrar mercados y almuerzos muy económicos. El refrán "a quien madruga Dios ayuda", es toda una realidad en el Camino, pues el que madruga consigue dormir en los albergues. Si alguien llega tarde, tendrá que buscar otro sitio para dormir. "Aunque dormir en los albergues es más incómodo, puede ser enriquecedor", dice Rosa.

Rosa aconseja llevar la credencial que identifica a los caminantes como peregrinos. Con este Pasaporte de Peregrino se recoge los sellos en las ciudades y pueblos por donde se pasa. La acreditación da derecho a acceder a los albergues y así, en la llegada a Santiago de Compostela, probar que cumplió el trayecto mínimo para tener derecho a la Compostela que es el certificado de haber concluido el Camino. Los únicos que tienen derecho la Compostela son los pelegrinos que consiguen realizar un mínimo de 100 km a pie o 200 km en bicicleta.

El Camino Francés fue el elegido por la pareja

La ruta que eligió la pareja fue el Camino Francés que sale desde Sarriá, a 115,3 km de Santiago de Compostela. Según el matrimonio, este es al más preparado porque está muy bien señalizado, ofrece muchos servicios y albergues para dormir.

Y entre subidas y bajadas, entre bosques y senderos, este fue el recorrido de Rosa y Tomás:
- Salida de Madrid en un Tren nocturno a las 22:30 hs
- Llegada a Sárria a las 6:37 hs de la mañana.
- Etapa de Sárria a Portomarín - 23 km
- Etapa de Portomarín a Palas de Rei – 25 km
- Etapa de Palas de Rei a Arzúa – 28,8 km
- De Arzúa a O Pedrouzo – 19,1 km
- De O Pedrouzo a Santiago – 20 km

En la llegada a Santiago de Compostela, la emoción supera el cansancio

Los últimos kilómetros del Camino se hace por la ciudad de Santiago. Para Rosa, la llegada la hizo sentir una sensación extraña. Tenía tantas ganas de llegar que cuando llegó a la meta sintió algo de tristeza al hacerlo. Y es más, "cuando vuelves a casa es que te das cuenta de que el Camino realmente empieza al llegar a Santiago".

Rosa y Tomás ahora piensan en repetir el Camino con sus hijas, familiares y amigos.

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