Seguridad infantil en el hogar: cómo hacer que tu hogar sea seguro para los niños

Es en el entorno del hogar, un espacio que se supone seguro, donde llegan a ocurrir todo tipo de accidentes, siendo una de las principales causas de fallecimiento en Europa. Aproximadamente, 2 millones de accidentes domésticos se producen cada año en el interior de las viviendas, muchos de ellos teniendo a los más pequeños como protagonistas.

La mayoría de estos percances, más o menos graves, pueden evitarse con un conocimiento del entorno apropiado que permita eliminar los objetos y situaciones más peligrosas. Así mismo, es muy importante tener contratado un seguro de hogar en caso de accidentes, puesto que se encargará tanto de cubrir los posibles daños domésticos como la asistencia médica, aunque esto dependerá de las coberturas contratadas. En algunos casos, como en los que ofrece lineadirecta.com, es posible incluir información y orientación médica y/o social telefónica o servicio de Telefarmacia, e incluso asistencia a los animales domésticos.

Accidentes habituales dentro del hogar

Cualquiera puede sufrir un percance en el interior de casa, sin embargo, son los niños los que más expuestos están a las caídas, quemaduras, electrocuciones… ya que no suelen dominar el espacio y desconocen los peligros.

Es obligación de los adultos identificar dónde pueden dañarse y actuar en consecuencia, eliminando o reduciendo la posibilidad de que los más pequeños sufran estos accidentes.

Estos son los percances más comunes que pueden sufrir los niños y cómo evitarlos.

Por intoxicación

Un peligro real y bastante peligroso es la ingesta de algún producto tóxico o venenoso que se tenga para la limpieza, la desinfección e incluso de alguna medicina. Para evitar que los niños accedan a estos líquidos y demás artículos potencialmente peligrosos, habrá que mantenerlos almacenados en alturas que no alcancen, marcándolos con algún símbolo que el pequeño pueda distinguir como algo prohibido, aunque lo más aconsejable es que no se usen o se mantengan encerrados bajo llave. También es aconsejable asegurarse que los envases vengan con tapas a prueba de niños.

Las caídas

Posiblemente el accidente que más se repite en las viviendas sean las caídas, situaciones que entrañan más riesgo cuando se trata de un bebé o de diferentes alturas. Para que no lleguen a producirse en las escaleras es recomendable colocar puertas, tanto en la parte superior como en la inferior, dedicar tiempo a enseñarles a subirlas con seguridad. Por otro lado, hay que ser previsores y no colocar cunas o camas de niños cerca de ventanas sin enrejado o que puedan abrir. Así mismo, habrá que verificar que los escapes de incendios no sean accesibles y las camas sean bajas y con protectores a los lados.

El ahogamiento y la asfixia

Para evitar estos dos grandes enemigos de la seguridad infantil, habrá que mantener los juguetes compuestos de piezas pequeñas, las monedas, los botones, las palomitas de maíz, las nueces… lejos de su alcance. También habrá que asegurarse de que las camas y muebles no tengan cuerdas con los que puedan estrangularse. Además, se deberá aprender a realizar las comprensiones abdominales para que, en caso necesario, se pueda sacar el objeto con el que el pequeño se está ahogando. En relación a la asfixia, también habrá que alejar las bolsas de plástico, las mantas extras, los juguetes de peluche mientras duermen… dejarlos en la cama boca arriba.

Quemaduras y electrocuciones

En el caso de los objetos calientes, habrá que asegurar que sus mangos están volteados hacia el interior de la mesa de trabajo, no cocinar con un niño pequeño cerca, además de cubrir con materiales adecuados las perillas de la estufa. Para evitar electrocuciones, lo mejor que se puede hacer es cubrir todos los enchufes con piezas destinadas a ello y asegurarse que los cables están completamente aislados.

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