Poemas para una madre: versos para dedicar a mamá todos los días del año

Poesías especiales para todas las mamás

Sandra Llorente, Periodista
En este artículo
  1. Poemas para dedicar a mamás de grandes poetas
  2. Bonitos poemas cortos y largos para dedicar a tu mamá

Te tuvo en su vientre durante 9 meses, te parió, te alimentó, te ayudó a caminar, a crecer, a relacionarte con los demás, a ser más segura de ti misma, te escuchó cuando lo necesitabas y te abrazó cuando estabas triste. También te enseñó el valor de la constancia y de la honestidad. Tu mamá ha estado para ti siempre, así que si deseas agradecer todo lo que ha hecho por ti, dedícale un poema lleno de palabras que lleguen a su enorme corazón.

En Diario Femenino hemos preparado una recopilación de poemas para una madre con algunos versos para dedicar a mamá todos y cada uno de los días del año. Puedes usarlos para escribirle a tu mamá una preciosa carta o quizás te inspiren para empezar a componer versos de tu puño y letra. ¡Vamos allá!

Poemas para dedicar a mamás de grandes poetas

Comenzamos con poemas escritos por grandes poetas que han querido homenajear a sus mamás con bellos versos que merecen ser recordados.

+ Madre, llévame a la cama - Miguel de Unamuno

Este hermoso poema del escritor y filósofo español de la Generaciión del 98', Miguel de Unamuno, relata a la perfección la complicidad entre una madre y su hijo o hija. Ese momento en el que la madre le cuenta sus historias, como si no hubiera nada más en ese momento, las palabras de una madre nunca se olvidan.

Madre, llévame a la cama.
Madre, llévame a la cama,
que no me tengo de pie.
Ven, hijo, Dios te bendiga
y no te dejes caer.
No te vayas de mi lado,
cántame el cantar aquél.
Me lo cantaba mi madre;
de mocita lo olvidé,
cuando te apreté a mis pechos
contigo lo recordé.
¿Qué dice el cantar, mi madre,
qué dice el cantar aquél?
No dice, hijo mío, reza,
reza palabras de miel;
reza palabras de ensueño
que nada dicen sin él.
¿Estás aquí, madre mía?
porque no te logro ver...
Estoy aquí, con tu sueño;
duerme, hijo mío, con fe.

+ Obrerito - Gabriela Mistral

Precioso poema de Gabriela Mistral, poetisa, diplomática y pedagoga chilena. Obrerito es el título de este adorable poema, escrito desde los sueños de la infancia, cuando la madre es el centro de la vida. Esa época en la que el niño o la niña lo darían todo por su mamá. Recupera ese espíritu cuando le dediques este poema a tu madre. 

Madre, cuando sea grande,
¡ay..., qué mozo el que tendrás!
Te levantaré en mis brazos,
como el zonda al herbazal.
O te acostaré en las parvas
o te cargaré hasta el mar
o te subiré las cuestas
o te dejaré al umbral.
¿Y qué casal ha de hacerte
tu niñito, tu titán,
y qué sombra tan amante
sus aleros van a dar?
Yo te regaré una huerta
y tu falda he de cansar
con las frutas y las frutas
que son mil y que son más.
O mejor te haré tapices
con la juncia de trenzar;
o mejor tendré un molino
que te hable haciendo el pan.
Cuenta, cuenta las ventanas
y las puertas del casal;
cuenta, cuenta maravillas
si las puedes tú contar.

+ Los zapaticos de rosa - José Martí

Una conmovedora historia entre una madre y una hija que salen a pasear y aprenden el valor de la caridad, la bondad y la gratitud. Este maravilloso poema del poeta y político cubano José Martí hace estremecer el corazón. Un poema especial para regalar a tu mamá si te sientes identificada con alguna experiencia similar que hayas podido vivir con ella.

Hay sol bueno y mar de espuma,
Y arena fina, y Pilar
Quiere salir a estrenar
Su sombrerito de pluma.

«¡Vaya la niña divina!»
Dice el padre y le da un beso:
«¡Vaya mi pájaro preso
A buscarme arena fina!»

«Yo voy con mi niña hermosa»,
Le dijo la madre buena:
«¡No te manches en la arena
Los zapaticos de rosa!»

Fueron las dos al jardín
Por la calle del laurel:
La madre cogió un clavel
Y Pilar cogió un jazmín.

Ella va de todo juego,
Con aro, y balde, y paleta:
El balde es color violeta:
El aro es color de fuego.

Vienen a verlas pasar:
Nadie quiere verlas ir:
La madre se echa a reír,
Y un viejo se echa a llorar.

El aire fresco despeina
A Pilar, que viene y va
Muy oronda: «¡Di, mamá!
¿Tú sabes qué cosa es reina?»

Y por si vuelven de noche
De la orilla de la mar,
Para la madre y Pilar
Manda luego el padre el coche.

Está la playa muy linda:
Todo el mundo está en la playa:
Lleva espejuelos el aya
De la francesa Florinda.

Está Alberto, el militar
Que salió en la procesión
Con tricornio y con bastón,
Echando un bote a la mar.

¡Y qué mala, Magdalena
Con tantas cintas y lazos,
A la muñeca sin brazos
Enterrándola en la arena!

Conversan allá en las sillas,
Sentadas con los señores,
Las señoras, como flores,
Debajo de las sombrillas.

Pero está con estos modos
Tan serios, muy triste el mar:
¡Lo alegre es allá, al doblar,
En la barranca de todos!

Dicen que suenan las olas
Mejor allá en la barranca,
Y que la arena es muy blanca
Donde están las niñas solas.

Pilar corre a su mamá:
«Mamá, yo voy a ser buena:
Déjame ir sola a la arena:
Allá, tú me ves, allá!»

«¡Esta niña caprichosa!
No hay tarde que no me enojes:
Anda, pero no te mojes
Los zapaticos de rosa.»

Le llega a los pies la espuma:
Gritan alegres las dos:
Y se va, diciendo adiós,
La del sombrero de pluma.

Se va allá, dónde ¡muy lejos!
Las aguas son más salobres,
Donde se sientan los pobres,
Donde se sientan los viejos!

Se fue la niña a jugar,
La espuma blanca bajó,
Y pasó el tiempo, y pasó
Un águila por el mar.

Y cuando el sol se ponía
Detrás de un monte dorado,
Un sombrerito callado
por las arenas venía.

Trabaja mucho, trabaja
Para andar: ¿qué es lo que tiene
Pilar que anda así, que viene
Con la cabecita baja?

Bien sabe la madre hermosa
Por qué le cuesta el andar:
«¿Y los zapatos, Pilar,
Los zapaticos de rosa?»

«¡Ah, loca! ¿en dónde estarán?
¡Di, dónde, Pilar!» ?«Señora»,
Dice una mujer que llora:
«¡Están conmigo: aquí están!»

«Yo tengo una niña enferma
que llora en el cuarto oscuro.
Y la traigo al aire puro
A ver el sol, y a que duerma.

»Anoche soñó, soñó
con el cielo, y oyó un canto:
Me dio miedo, me dio espanto,
Y la traje, y se durmió.

»Con sus dos brazos menudos
Estaba como abrazando;
Y yo mirando, mirando
Sus piececitos desnudos.

»Me llegó al cuerpo la espuma,
Alcé los ojos, y vi
Esta niña frente a mí
Con su sombrero de pluma».

«¡Se parece a los retratos
Tu niña!» dijo: «¿Es de cera?
¿Quiere jugar? ¡Si quisiera!...
¿Y por qué está sin zapatos?

»Mira: ¡la mano le abrasa,
Y tiene los pies tan fríos!
¡Oh, toma, toma los míos;
Yo tengo más en mi casa!»

«No sé bien, señora hermosa,
Lo que sucedió después:
¡Le vi a mi hijita en los pies
Los zapaticos de rosa!»

Se vio sacar los pañuelos
A una rusa y a una inglesa;
El aya de la francesa
Se quitó los espejuelos.

Abrió la madre los brazos:
Se echó Pilar en su pecho,
Y sacó el traje deshecho,
Sin adornos y sin lazos.

Todo lo quiere saber
De la enferma la señora:
¡No quiere saber que llora
De pobreza una mujer!

«¡Sí, Pilar, dáselo! ¡y eso
También! ¡Tu manta! ¡Tu anillo!»
Y ella le dio su bolsillo:
Le dio el clavel, le dio un beso.

Vuelven calladas de noche
A su casa del jardín:
Y Pilar va en el cojín
De la derecha del coche.

Y dice una mariposa
Que vio desde su rosal
Guardados en un cristal
Los zapaticos de rosa.

+ Madre mía - Rafael Escobar Roa

Para las madres que ya no están. El valenciano Rafael Escobar Roa recuerda esa mirada placentera de la madre al ver por fin a su bebé nacer. Y lo recuerda con una especie de sentimiento de tristeza, pero a la vez con la esperanza de que el recuerdo ilumine su camino.

Cuando los ojos a la vida abría,
al comenzar mi terrenal carrera,
la hermosa luz que vi por vez primera
fue la luz de tus ojos, ¡madre mía!.
Y hoy que, siguiendo mi escarpada vía,
espesas sombras hallo por doquiera,
la luz de tu mirada placentera
ilumina mi senda todavía.
Mírame, ¡oh madre!, en la postrera hora,
cuando a las sombras de mi noche oscura
avance ya con vacilante paso.
Quiero que el sol que iluminó mi aurora
sea el mismo sol que con su lumbre pura
desvanezca las brumas de mi ocaso.

+ Cuéntame un cuento, madre - Marilina Rébora.

La poeta argentina Marilina Rébora escribió este precioso poema para su madre, para hacerla olvidar sus duros momentos, recordando esos momentos maravillosos de la niñez, entre cuentos con voz de madre, e historias inventadas que hacían volar la imaginación. Bonito, ¿verdad?

Cuéntame un cuento, madre...
Madre: cuéntame un cuento de ésos que se relatan
de un curioso enanito o de una audaz sirena;
tantos que de los genios maravillosos tratan.
Esas lindas historias que conoces. ¡Sé buena!
dime de caballeros que a princesas rescatan
del dominio de monstruos dragón, buitre, ballena;
donde nadie se muere y los hombres no matan,
historias en países que no saben de pena.
Cuéntame un cuento, madre, que me quiero dormir
escuchando tu voz, asido de tu mano;
como hansel y gretel, seré en sueños tu hermano,
aunque en sombra andaremos tras de la misma senda
y escribiremos juntos nuestra propia leyenda,
y, tal vez, como chicos, dejarás de sufrir.

+ Dulzura - Gabriela Mistral

Si le quieres decir a tu madre todo lo que la amas, este poema de Gabriela Mistral es simplemente perfecto. No se puede decir mejor a una mamá todo el cariño que le quieres demostrar con mimos y muchos abrazos. ¿Nuestro consejo? Apréndelo y recítaselo a tu madre, ¡se derretirá de amor!

Madrecita mía,
madrecita tierna,
déjame decirte
dulzuras extremas.
Es tuyo mi cuerpo
que juntaste en ramo;
deja revolverlo
sobre tu regazo
Juega tú a ser hoja
y yo a ser rocío:
y en tus brazos locos
tenme suspendido
Madrecita mía,
todito mi mundo
déjame decirte
los cariños sumos.

+ El rosario de mi madre - Salvador Rueda

El periodista y poeta español Salvador Rueda escribió estos versos dedicados a su madre, que retratan una madre luchadora que tuvo que sufrir en su vida por diferentes circunstancias. Si tu mamá ha pasado por circunstancias difíciles, dedícale este hermoso poema y ayúdale a que a partir de ahora su vida sea mucho más feliz.

De la pobreza de tu herencia triste,
sólo he querido oh madre, tu rosario;
sus cuentas me parecen el calvario
que en tu vida de penas recorriste.

Donde los dedos, al azar, pusiste,
como quien reza a Dios ante el sagrario
en mis horas de errante solitario
voy poniendo los besos que me diste.

Los cristales prismáticos y oscuros,
collar de cuentas y de besos puros,
me ponen, al dormir, círculo bello.

Y, de humilde lecho entre el abrigo
¡me parece que tú rezas conmigo
con tus brazos prendidos a mi cuello! 

+ Caricias - Gabriela Mistral

La premio Nobel Gabriela Mistral escribió muchos versos a su madre. Este en concreto, parece que relata el momento del parto de una madre y el sentir de una hermana ante la llegada de un nuevo miembro de la familia. Es un bonito poema que habla del amor de una hija a su madre.

Madre, madre, tú me besas,
pero yo te beso más,
y el enjambre de mis besos
no te deja ni mirar...

Si la abeja se entra al lirio,
no se siente su aletear.
Cuando escondes a tu hijito
ni se le oye respirar...

Yo te miro, yo te miro
sin cansarme de mirar,
y qué lindo niño veo
a tus ojos asomar...

El estanque copia todo
lo que tú mirando estás;
pero tú en las niñas tienes
a tu hijo y nada más.

Los ojitos que me diste
me los tengo de gastar
en seguirte por los valles,
por el cielo y por el mar...  

+ La madre triste - Gabriela Mistral

Otro hermoso poema de Gabriela Mistral que habla del calor maternal, el de una madre que pasa horas arrullando a su bebé para que duerma, incluso aunque ella no pueda descansar. Una bonita imagen de una madre retratada en un bello poema.

Duerme, duerme, dueño mío,
sin zozobra, sin temor,
aunque no se duerma mi alma,
aunque no descanse yo.
Duerme, duerme y en la noche
seas tú menos rumor
que la hoja de la hierba,
que la seda del vellón.
Duerma en ti la carne mía,
mi zozobra, mi temblor.
En ti ciérrense mis ojos:
¡duerma en ti mi corazón! 

Bonitos poemas cortos y largos para dedicar a tu mamá

Hemos recopilado algunos poemas de fuentes anónimas o menos conocidas que también pueden inspirarte a querer escribirlos para tu mamá o quizás poder crear tu propio poema. Son poemas llenos de sentimiento, escritos desde el corazón, que demuestran el agradecimiento y el amor que se tiene a una madre.

+ Mamá querida

Los mejores poemas para madres

Llega un momento en la vida de toda hija o hijo que hay que seguir tu propio camino, pero es importante explicarle a mamá el gran trabajo que hizo criándonos y haciendo que fuéramos personas que podemos salir adelante en la vida. para una madre, no hay mayor regalo que ver que sus hijos son autosuficientes y felices.

Mamá querida
Mamá cuánta alegría por tenerte a mi lado,
usted que me supo dar
todo cariño y guiar por la vida.
Usted que dio su tiempo
para hacernos crecer
con paciencia y amor.
Mamá déjame guiarte ahora
por la senda de mi camino,
déjame mostrar mi mundo con amor y valor.
Mamá,
aunque nunca te pueda pagar
por tanto amor,
te doy mi amor completo
y te enseñaré todo lo que conocí.
Gracias mamá por estar junto a mí,
que DIOS te bendiga eternamente.

+ A mi madre que me guía

Qué bonito poema para dedicar a tu mamá, ¿verdad? Mostrar a tu madre tu agradecimiento por todo lo que ha hecho, valorar sus logros como mamá, su afán de ser la mejor madre que puede ser, es un regalo especial que hará que se sienta querida y honrada. No pierdas la oportunidad de hacerlo, vuestra unión se fortalecerá aún más.

Oh madre querida!
Te agradezco por haberme dado la vida,
por brindarme tu cuidado y protección,
por ayudarme sin ninguna condición…
¡Eres tan maravillosa!
Momentos difíciles,
he tenido que pasar,
pero con tus sabios consejos,
he podido continuar.
Eres una madre genial,
porque siempre te preocupas,
de mi bienestar,
me escuchas,
me guías,
y me comprendes.
Eres mi guía, madre querida…

+ Poema infantil para mamá

Para los más pequeños, si quieren hacerle un bonito regalo a mamá, este poema es un buen ejemplo. Un hermoso poema para agradecer cada gesto de amor y cuidado que una madre demuestra a sus hijos en la infancia. ¿Qué te parece si lo aprendes de memoria y se lo recitas a tu mamá?

Le regalo a mi mamá
una caperuza roja
por contarme tantas veces
el cuento que se me antoja
Le regalo a mi mamá
una colonia fresquita
por no soltarme de la mano
cuando me duele la tripa
Le regalo a mi mamá 
una chistera de mago
en la que quepan mis besos
envueltos para regalo.

+ La madre valiente

Un bello poema corto para decirle a tu madre cuánto la admiras y lo agradecida que estás por todo su ser: su fortaleza y su dulzura, su sabiduría y su capacidad de perdón. Si estos versos reflejan a tu madre, no lo pienses más, dedícale este bello poema.

Una mujer valiente, una mujer luchadora
de corazón claro como agua de fuente,
alguien que con solo un beso en la frente
perdona nuestras ofensas y errores.
Un ser que siendo joven tiene enorme sabiduría
y siendo anciana cuenta con la fortaleza de su alma
Una mujer sensible, una mujer admirable, tierna y serena
tiene la belleza, de la luna llena. 

+ El amor de una Madre

El amor de una madre es infinito y este poema lo expresa a la perfección. Un bello poema para dedicar a tu madre y a todas las madres del mundo. Un poema para tenerlo siempre presente en nuestros corazones.

Solo el amor de una Madre apoya,
cuando todos dejan de hacerlo
Solo el amor de una Madre confía,
cuando nadie más lo hace
Solo el amor de una Madre perdona,
cuando ningún otro entiende
Solo el amor de una Madre honra,
sin importar lo que has hecho
Solo el amor de una Madre resiste,
por cualquier tiempo, cualquier prueba
No existe en el mundo un amor más grande,
que el de una Madre.

+ La luz que me recogió

Puede que no tengas una madre biológica, pero sí una figura materna que para ti es y será siempre como tu madre. Realmente, puedes dedicarle cualquiera de los poemas que hay en este artículo, pero si le quieres decir especialmente que para ti ella es tu verdadera mamá, este poema puede ayudarte a expresar tus sentimientos.

Mamá, hoy es un día muy especial
Sé que tu no me diste la vida, pero eres como si lo fueras de verdad.
Esa señora, sin dudarlo me abandonó
Pero una luz apareció delante de mí y me recogió.
Soy adoptada, pero aun así te llamo mamá,
Porque tú me mimaste, me alimentaste y me diste a quien amar.
Eres la mejor mamá que hay, y por eso pídeme lo que sea y lo haré sin dudar.
¿Sabes lo que mejor me gusta más de ti?
Que en los momentos más difíciles, has estado junto a mí.
Me he hecho grande, y he encontrado un amor…
pero no te preocupes, no me olvidaré de ti,
porque eso no tiene perdón de Dios.
¡Te quiero mamá, y por eso en mi corazón,
ahora y para siempre estarás!
¡¡¡TE QUIERO MUCHO!!!

+ Madre

Hermoso poema corto para agradecer a tu madre, a la persona que te ha acompañado a lo largo de tu vida. Si quieres dedicarle unas palabras especiales, porque desees felicitarla el Día de la Madre, en su cumpleaños o simplemente porque quieres darle una bonita sorpresa, puede que este poema sea el que estés buscando.

Eres tú la luz de mi existir,
faro sin igual en mi vivir.
Eres tu canción de amor,
que brota en flor,
no se podrá nunca medir tu corazón.
Madre como tú nadie jamás,
mi dulce quietud tú lo serás,
y por eso madrecita,
hoy te vengo a decir
esta oración que lleva
en ella mi gratitud.

+ Quién volviese a tener…

¿Recuerdas cuando eras pequeña y con un solo beso de tu madre en la frente se te pasaban todos los miedos? La infancia y la maternidad van unidas de forma natural, como el agua y la tierra de un río, fluye con el paso del tiempo. Permítete recordar ese momento maravilloso de tu niñez y recuérdaselo a tu madre, será un regalo tierno y afectuoso.

¡Quién volviese a tener, para que nos cubriera,
una madre de noche, los párpados febriles,
quién un rozar de labios en la frente sintiera
despejando el fantasma de temores pueriles!
¡Quién tuviese, otra vez, sobre la cabecera
un rostro de ternura en pálidos marfiles
y quién bajo una mano que al fin nos bendijera
sintiese disipar las penas infantiles!
Habría que tornar a la distante infancia
a los antiguos días de los alegres años,
esos tiempos de ayer en los que la fragancia
era toda de miel, bálsamo y ambrosía,
en los cuales la cura de los mayores daños
se lograba con solo tu beso, madre mía.

+ El consejo maternal

Hermoso poema que ayuda a reconfortar el corazón, ya sea si tienes cerca a tu mamá o ya no esté en este mundo, ella siempre estará a tu lado para calmarte y hacerte sentir seguridad. Y es que precisamente esa es la magia del amor de madre: la calma y seguridad que aporta.

Ven para acá, me dijo dulcemente
mi madre cierto día;
(aún parece que escucho en el ambiente
de su voz la celeste melodía).
Ven, y dime qué causas tan extrañas
te arrancan esa lágrima, hijo mío,
que cuelga de tus trémulas pestañas,
como gota cuajada de rocío.
Tú tienes una pena y me la ocultas.
¿No sabes que la madre más sencilla
sabe leer en el alma de sus hijos
como tú en la cartilla?
¿Quieres que te adivine lo que sientes?
Ven para acá, pilluelo,
que con un par de besos en la frente
disiparé las nubes de tu cielo.
Yo prorrumpí a llorar. Nada, le dije;
la causa de mis lágrimas ignoro,
pero de vez en cuando se me oprime
el corazón, y lloro.
Ella inclinó la frente, pensativa,
se turbó su pupila,
y, enjugando sus ojos y los míos,
me dijo más tranquila:
– Llama siempre a tu madre cuando sufras,
que vendrá, muerta o viva;
si está en el mundo, a compartir tus penas,
y si no, a consolarte desde arriba…
Y lo hago así cuando la suerte ruda,
como hoy, perturba de mi hogar la calma:
¡Invoco el nombre de mi madre amada,
y, entonces, siento que se ensancha el alma! 

+ Mamá

La amistad de una madre es el mayor regalo que se puede tener en la vida. Si crees que ha llegado el momento de decirle a tu mamá lo feliz y bendecida que te sientes por tenerla a tu lado, por tener su amistad, entonces este poema es el ideal. ¿Qué te parece?

Quiero agradecerte
que estés en mi vida.
Sé que puedo contar contigo
en momentos difíciles,
sé que contigo puedo
compartir mis alegrías,
y sé que nuestra amistad
se sustenta en mutuo amor.
Que seas mi MAMA y mi AMIGA
es el más preciado tesoro,
que agradeceré a DIOS eternamente.
Gracias por llenar mi vida
con tanta felicidad.
¡Te Amo Mamá!

+ Mi madre: ese ángel

Un poema hermoso en el que con bellos versos se relata el caminar de una madre, que con el paso aprende de la vida y mucho más. Una hija que le pide a su madre disfrutar de la vida y dejar el pasado atrás. Puede que sea el mensaje que deseas transmitir a tu madre, si es así, no lo pienses más, dedícale este bonito poema.

Mi madre vino a la Tierra,
Con la esperanza
De romper lo malo y coser lo bueno,
Tijera y aguja en mano.
Su afán por matizar
Arcoiris y ternura,
Hizo un jardín de esperanzas
De donde brotaron tres espliegos,
Que a fuerza de arrullos,
Manos balsámicas,
Sortearon las travesías del pasado.
¡Qué cosas!
Estos corazones
No fueron humildes
Ni sencillos,
Como ella hubiera soñado.
Hoy,
Los días grises han desaparecido
Y nuestras almas se reencuentran…
Madre,
¡Ya no te afanes!
Ríete de la vida,
Olvídate de las dietas,
Y cosecha las flores con versos de amor,
Que nunca se escriben en vano.

+ Eres tú, MAMÁ (Johana karolina de Ecuador)

¿Te has sentido identificada al leer el poema? ¿Eres la hija deseada que tu madre tanto esperó y que amó con todo su corazón cuando te tuvo? Seguro que sí, por ello dedícale este precioso poema en el que le asegurarás que nunca dejarás de amar.

Un día, soñaste en tenerme
En ver tu niña entre tus brazos
En demostrar con tu mirada
El verdadero amor.
Nueve meses, los más bellos
Ansiosa me esperaste
Y luego tu amor
Sin reservas me entregaste.
Eres tú, quien la vida me dio
Eres tú, quien a vivirla me enseñó
Y poco a poco por el camino me guías
Para no cometer ningún error.
Eres tú, el ángel que Dios envió
Para llenar mi soledad
Eres a quien nunca voy a dejar de amar
Porque eres tú MAMÁ.
Y el tiempo su curso siguió
Y ahora tu niña creció
Ya no la llevas en brazos
No le cantas en la cuna.
Eres tú, quien la vida me dio
Eres tú, quien a vivirla me enseñó
Y poco a poco por el camino me guías
Para no cometer ningún error.
Eres tú, el ángel que Dios envió
Para llenar mi soledad
Eres a quien nunca voy a dejar de amar
Porque eres tú MAMÁ.
 
¿Con cuál de estos poemas para una madre te quedas? Anota todos estos versos para dedicar a mamá todos los días del año, ¡le encantarán!

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