Carta para una mamá fallecida en el Día de la Madre: texto MUY bello

Misiva especial para tu mamá fallecida en su día

Sandra Llorente, Periodista
En este artículo
  1. ¿Cómo escribir una carta a tu madre fallecida?
  2. Modelo de carta en el Día de la Madre para una mamá que ya no está

Tu mamá ya no está contigo pero sigue presente en tu vida, cada día de tu vida. Ella está en algún lugar cuidándote y recordándote todo su amor y aquello que siempre te enseñó. Sus recuerdos son ahora tu presente y por ello puedes escribirle un texto muy bello en un día tan especial como es el Día de la Madre. Si no sabes por dónde empezar, en Diario Femenino te mostramos una carta para una mamá fallecida en el Día de la Madre. No pasa nada porque esté en el cielo, ella logrará escuchar tus palabras. Ella estará contigo.

¿Cómo escribir una carta a tu madre fallecida?

Puede que sea un momento duro para ti, pero este tipo de actos suele reconfortar el corazón. Cuando escribas tu carta, te recomendamos hacer un ritual. Por ejemplo, puedes hacerle un altar a tu mamá y encender unas velas. Lee la carta en alto, verás cómo sientes que ella está a tu lado escuchándote.

Si te cuesta comenzar a escribir, no te preocupes, te queremos ayudar con un modelo de carta que puedes usar como inspiración para tu propia carta personal. Recuerda poner todo el corazón y leerla varias veces hasta que estés satisfecha con tu carta. Lo que necesites decirle, está bien. Nadie te juzga, mucho menos tu madre, que te amará siempre esté donde esté.

Modelo de carta en el Día de la Madre para una mamá que ya no está

Carta a mi querida mamá:

Amada mamá, mamá querida del alma. A pesar del tiempo que hace que te fuiste todavía hay días que despierto y por un momento me parece que sigues aquí, en la Tierra. ¿Será porque permaneces a mi lado y me acompañas en mis sueños? Me gusta pensar que es así, que me acompañas de alguna manera, en mi subconsciente, cuando miro las estrellas o cuando veo una mariposa volar a mi alrededor.

Hoy es un día muy especial, el Día de la Madre. Pero me siento triste por no poder felicitarte como siempre lo hacía, a tu lado, darte un abrazo y disfrutar de alguna actividad juntas. Sin embargo, como siempre me has enseñado, sé que no debo quedarme en la tristeza, porque tuve la suerte de conocerte, de criarme contigo, crecer a tu lado y recibir toda la vida tu infinito amor. La verdad, en ese sentido, me siento afortunada. Tener una madre como tú es una bendición. Tu gran sentido del humor siempre fue una de las cosas que más me gustaban de ti. Nunca dejaste de tomarte la vida con alegría, incluso en tus últimos días bromeabas con la muerte. Creo que siempre has sabido que después de la vida hay algo más y que al trascender en algún momento nos volvemos a encontrar. Por eso mantuviste esa sonrisa en tus últimos momentos.

Mamá, cometiste algunos errores, como ahora los cometo yo como mamá, quizás como hija te los recordé más de lo que debería. Lo siento mucho. Sé que eso te dolió en algunas ocasiones. Quizás a veces nos centramos en los aspectos negativos de una relación y no en los positivos. Me alegra que no siempre estuviera en negativo, pero me arrepiento de esos malos momentos, porque realmente no sirvieron de nada. Hasta ahora me enseñas lecciones, mamá. Siempre ahí, cuidándome, mimándome, apoyándome, enseñándome… No sé cómo agradecerte todo lo que hiciste por mi en vida. No solo fuiste una madre tierna y divertida en mi infancia, me apoyaste en mi etapa adulta en algunos de los momentos más difíciles de mi vida personal.

Siempre me animaste a avanzar, a superarme, pero también a aceptar mis límites y no sufrir por ello. No siempre supe darme cuenta de que eso es lo que me querías enseñar, que me quisiera a mi misma, que no pasaba nada. Pero créeme cuando te digo que lo valoro y lo he aprendido, lo sigo aprendiendo gracias a ti.

Te echo mucho en falta, mamá. No sabes cuánto. Intento mantener siempre tu recuerdo vivo, enseñándole tus fotos a mis hijos, contando historias de nuestros viajes y momentos inolvidables que pasamos juntas. Espero lo puedas ver y valorar y te pueda reconfortar el corazón estés donde estés.

Te amo mucho mamá, te amaré por toda la eternidad.

Siempre serás mi mamá, Feliz Día de la Madre.

¿Qué te parece esta carta para una mamá fallecida en el Día de la Madre? ¿Te animas a escribir la tuya propia? ¡Te leemos en los comentarios!

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