Comer sano NO es caro

Laura Sánchez, Filóloga

Sabemos que la crisis afecta a todos los ámbitos de nuestra vida, pero que la crisis sea la causante del aumento de la obesidad es algo fácilmente evitable. Los problemas económicos hacen que mucha gente reduzca el gasto en la lista de la compra y se decante por los alimentos más baratos, pero también por los menos saludables.

Sin embargo, no deja de ser una idea equivocada la de que comer sano es más caro. Lógicamente no están las cosas como para cenar foie y marisco tres veces por semana, pero tampoco tenemos que renunciar a una alimentación sana por poco dinero.

Por qué comemos tan mal

Parece que la crisis está afectando a nuestra alimentación. Los precios de los alimentos han subido considerablemente, pero de todos los alimentos, y mientras el consumo de frutas y verduras baja, el de los alimentos precocinados ha experimentado un aumento notable. La gente se queja de la cantidad de dinero que cuesta llenar el carro de la compra y optan por los productos envasados, la bollería industrial y la comida rápida.

Lo cierto es que todos esos alimentos precocinados son los mejores aliados del colesterol, pero los peores enemigos de nuestra salud. Y si te paras a pensarlo y comparas precios ¿no te sale más barato cenar una ensalada que una pizza para toda la familia? Sí, el precio de la fruta y la verdura está por las nubes, pero el de la comida rápida también.

La predilección por la comida rápida está provocando un aumento del número de casos de obesidad, un problema contra el que hay que luchar, especialmente contra la obesidad infantil, porque un niño obeso es un adulto enfermo. Y nos preguntamos si los diferentes gobiernos no deberían implicarse más activamente en la regulación de los productos alimentarios.

Comer sano no es caro

Sin embargo, desde aquí siempre hemos apostado por una alimentación saludable, ya que es la clave no sólo del bienestar físico, sino que también es un factor clave para mantener un buen estado anímico, incluso para preservar la belleza natural. Por eso intentamos en cada ocasión desmontar el mito de que comer sano es caro, porque no es cierto y porque la comida basura no es una alternativa saludable.

Puede que estas Navidades no puedas preparar una cena con el típico cordero de todos los años, y puede que tengas que renunciar a esos productos gourmet que siempre incluías para darle a tu mesa un toque más exclusivo, pero eso no quiere decir que tengas que comer hamburguesas y patatas fritas, porque puedes recurrir a algunos trucos para ahorrar comiendo sano.

El secreto está en buscar en el mercado todos aquellos productos de temporada porque son los más económicos. No importa si no estás acostumbrada a utilizarlos en tu cocina habitual, todo lo contario, es una forma de innovar en tus menús diarios y de sorprender a tu familia. En Internet encontrarás recetas de cualquier alimento, así que ya no tienes excusa para elegir la alimentación más sana y barata.

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