Actitudes paranoicas: aprender a distinguirlas y a solucionarlas

Irene Solaz
 Actitudes paranoicas
Las personas paranoicas sufren delirios. Creen que alguien intenta hacerles daño, sospechan que su pareja le es infiel, consideran como enemigo a alguien que realmente no lo es e incluso imaginan que intenta quitarle la vida. Y si alguien les dirige unas palabras inofensivas puede que consideren que la intención es criticarles. Pueden llegar a creer que sufren todo tipo de enfermedades cuando, en realidad, están completamente sanos y la desconfianza, los miedos y la sensación de ser perseguidos impiden que el individuo tenga una relación normal con el resto de las personas.

El paranoico tiende a culpar a los demás de sus propios fallos, y su inseguridad le aparta del resto. Puede incluso ser prepotente a causa de sus delirios de grandeza, o creer que alguien le ama profundamente. No podemos infravalorar la importancia de esta enfermedad mental, y aunque estos casos son infrecuentes sí es común que todos seamos más o menos paranoicos.

¿Cuándo tenemos actitudes paranoicas?


Los ataques de paranoia pueden surgir en diferentes momentos de nuestra vida. Puede ocurrir que, si una amiga debe avisarnos sobre el cambio de hora de una reunión y se disculpa varias veces por haberlo olvidado, en vez de creerla pensemos que lo hizo a propósito porque tiene algo en nuestra contra. En vez de aceptar sus disculpas, le acusamos de algo malo que nos ha ocurrido a nosotros, cuando realmente tampoco era su culpa.

Cuando una persona cree haber enamorado a alguien al notar gestos simples tales como un abrazo, ve sentimientos donde no los hay.

Alguien con una actitud paranoica tiende a pensar que la gente a su alrededor pretende hacerle daño. Si siente un asco irremediable hacia todo lo que lleve vinagre y le sirven una ensalada con este condimento, pensará que lo hicieron a propósito en vez de considerar que tal vez el cocinero no conocía su rechazo hacia el vinagre. Pero percibir una conspiración en su contra donde no la hay, sólo causará que la persona en cuestión se sienta desubicada en este mundo, e impida su propio bienestar y tranquilidad.

Ser paranoicos con nuestra pareja


Cuando una pareja siente unos celos paranoicos y busca desesperadamente pruebas que no existen, como tickets de la cuenta de algún restaurante o restos de pintalabios o de perfume, la falta de confianza provoca unos problemas de celos que, si no se eliminan, acabarán con la relación.

¿La solución?


A pesar de que nos sintamos identificados con varias de estas descripciones, no por ello tenemos la enfermedad mental. Superar la fase paranoica es la clave para no caer en la auténtica y peligrosa paranoia. Cuando alguien es verdaderamente paranoico, desarrolla un odio a todo aquello que le rodea y puede llegar a herirse a sí mismo.

La paranoia es un peligro debido a que el afectado no es consciente de que es el autor de sus propias voces, unas voces que le pueden ordenar matar a alguien que realmente no le ha hecho daño, o herir a una mujer que, aunque piense lo contrario, no le ha sido infiel. La clave se encuentra en detectar nuestros pensamientos paranoicos... y frenarlos.

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