El gran diccionario de las fobias y los miedos que más ansiedad causan

Tipos de fobias y formas de miedo más comunes

María Machado, Periodista
En este artículo
  1. La importancia de un gran diccionario de las fobias y los miedos
  2. ¿Tengo una fobia?
  3. Causas y tratamientos de los miedos irracionales
  4. Las fobias más comunes con A

Descubre el gran diccionario de las fobias y los miedos que más ansiedad provocan

Tener miedo es completamente normal. De hecho, es una reacción instintiva del ser humano ante aquello que considera una amenaza para su supervivencia. Sin embargo, cuando este temor se vuelve incontrolable y condiciona su vida, empezamos a hablar de las fobias.

Existe un número casi infinito de fobias, ya que cualquier elemento o situación que nos rodean es susceptible de que alguien sienta miedo. Y, de hecho, se trata de un trastorno mucho más frecuente de lo que se podría pensar. Por eso en Diario Femenino hemos confeccionado el gran diccionario de las fobias y los miedos que más ansiedad causan para comprenderlas todas.

La importancia de un gran diccionario de las fobias y los miedos

Una fobia es un miedo intenso e irracional ante un estímulo. Este tipo de terror, a pesar de que no responde a una amenaza real, llega a limitar el día a día de la persona que lo sufre, que hace cualquier cosa para no tener que enfrentarse a dicho elemento. La evitación puede llevarle a no salir de casa, a dejar el trabajo, a dejar ciertas relaciones sociales... 

Una gran parte de la población tiene fobia por algún tipo de elemento, aunque la intensidad del miedo es variable. Las hay más comunes, como la claustrofobia (miedo a los espacios cerrados) o la aracnofobia (miedo a las arañas); y las hay más raras, como la autofobia (miedo a uno mismo) o la socerafobia (miedo a los suegros). 

Son tantas y tan variadas que es necesario tener un diccionario de las fobias y los miedos a mano para conocer todos los tipos más frecuentes. Este te ayudará a ponerle nombre a un posible problema que podrías sufrir pero, la mejor forma para acabar con uno de estos miedos es acudir a un psicólogo o terapeuta. El primer paso para su superación es ser consciente de la existencia de un problema y su posterior diagnóstico, algo que solo puede hacer un especialista. 

¿Tengo una fobia?

Cuando una persona deja de quedar con sus amigos porque le puede la timidez, cuando deja pasar oportunidades laborales soñadas por no subir en ascensor a un edificio alto, cuando se encierra en casa por miedo a las bacterias… En todos estos casos el miedo irracional está limitando la vida de aquel que sufre la fobia.

Al estar ante aquello que le da tanto miedo o al imaginarse que debe exponerse a ello, una persona fóbica siente una gran ansiedad. Este trastorno, por tanto, más allá del miedo, tiene unos síntomas físicos asociados al estrés. Algunos de los más habituales son: un aumento de la sudoración, palpitaciones, vómitos, mareos, desmayos, ataques de pánico, nerviosismo, dolor de cabeza, tensión muscular... 

Como ya te hemos recomendado, para saber si sufres algún tipo de fobia, debes pedir el consejo de un experto. 

Causas y tratamientos de los miedos irracionales

En la mayoría de los casos, para encontrar la causa de la mayoría de las fobias hay que ahondar en el pasado del paciente. Es habitual que un episodio desagradable acabe desembocando una fobia. La persona que lo sufre acaba asociando de manera inevitable aquello que le ha provocado la mala experiencia con una terrible sensación de miedo y, así, se acaba desarrollando una fobia. 

Sin embargo, los expertos también señalan otras causas muy habituales: la sobreprotección durante la infancia puede crear niños muy miedosos que nunca han tenido que enfrentarse a aquello que se sale de su zona de confort; el aprendizaje cultural de ciertas cosas a las que debemos tenerles miedo; la influencia del entorno y de los padres ya que hay casos en los que los hijos han desarrollado miedos que sus padres tenían antes, la predisposición genética, etc.

Todas las fobias tienen solución, pero es necesario contar con la ayuda de un experto. Además, es imprescindible poner en marcha el tratamiento adecuado a tiempo, para evitar que el problema sea cada vez mayor. Cada especialista en salud mental tiene su propio tratamiento para superar la fobia, pero se suele apostar por la terapia cognitivo conductual o la exposición paulatina y controlada al estímulo fóbico.

Las fobias más comunes con A

+ Ablutofobia: Así es el miedo a lavarse

La ablutofobia es el miedo a lavarse, ya sea a darse una ducha, un baño o a pequeños gestos como lavarse las manos. Esta fobia puede acabar afectando a la persona que la sufre de manera personal, pero también tendrá un impacto negativo en su forma de relacionarse con la gente a nivel social y laboral. Además, su salud también se puede poner en entredicho, ya que la falta de higiene puede crearle distintos problemas como infecciones. En cuanto a las causas más habituales, la experiencia traumática pasada es la más probable. 

+ Acrofobia: El miedo a las alturas

La acrofobia, que no es lo mismo que el vértigo, es el miedo a la alturas. Cuando una persona que lo sufre está en una azotea, montaña o demás espacios altos, puede llegar a ser víctima de ataques de pánico. Esta fobia es un miedo irracional, ya que no corresponde con una amenaza real. Incluso cuando el paciente es consciente de que no tiene ningún motivo para sentir miedo, es incapaz de relajarse y superar el ataque de ansiedad. En este caso, uno de los tratamientos más habituales es la terapia cognitivo conductual. 

+ Acuafobia: La fobia al agua también conocida como hidrofobia

Cuando tienes acuafobia, la visión de grandes extensiones de agua te causa un gran temor. Nos referimos, por ejemplo, a un lago, el mar o una cascada. Ante el riesgo de sufrir un ataque de pánico, nunca se sumergirían en ninguno de estos espacios. El problema es que en los casos más graves el pánico viene asociado a la mera exposición a mucha agua, por miedo a ahogarse o no poder controlar una masa de tamaño tan grande.   

+ Aerofobia: Miedo a volar

El miedo a volar o a montarse en un avión se conoce como aerofobia. Se trata de un miedo habitual pero, no en todos los casos se puede hablar de fobia, ya que depende de la intensidad del terror. Aquellos que la sufren padecen niveles de estrés muy elevados cuando tienen que coger un vuelo, lo que limita su vida en gran medida: no pueden visitar a familiares lejanos, se pierden viajes laborales, no pueden visitar países lejanos... Pero, como todas las fobias, se trata de un miedo irracional que tiene solución. En este caso, se trata de una fobia que puede verse intensificada si, además, se tiene miedo a los espacios cerrados (claustrofobia) o a las alturas (acrofobia). 

+ Agorafobia: algo más que el miedo a salir a la calle

La agorafobia es algo más que el temor a salir a la calle. Se tiene miedo a los espacios abiertos, pero también a los cerrados porque lo que verdaderamente provoca ansiedad es estar en lugar en el que no se puede pedir auxilio en caso de que sucediera algo. Este tipo de fobia puede llegar a causar el aislamiento de la persona que lo sufre que, para no tener que enfrentarse a ello, prefiere quedarse en casa, el lugar que le parece más seguro. En los casos en los que la agorafobia se manifiesta en su máxima expresión, es habitual que cause ataques de pánico. 

+ Ailurofobia: El miedo a los gatos

¿Te dan miedo a los gatos? Si te pones muy nervioso ante la presencia de cualquier tipo de gato, incluso al imaginarte a un minino, es posible que sufras ailurofobia. Aunque haya quien los considere los animales más adorables, hay otros que los consideran un motivo de pánico. Por lo tanto, se trata de una de las fobias más incomprendidas. Este tipo de miedo fóbico distorsiona el pensamiento y la manera de compreder qué puede ser una amenaza. 

+ Alectorofobia: El miedo a los pollos existe

El miedo a los pollos y a las gallinas no es ninguna broma, ya que hace que mucha gente sufra ansiedad. Entre sus causas más comunes de la alectorofobia están las experiencias pasadas negativas, pero esta fobia también podría tener una implicación genética. Aunque en un primer momento este tipo de fobia puede resultar increíble, incluso dando lugar a bromas o humillaciones, el miedo extremo a los animales de las distintas especies es bastante habitual. 

+ Amatofobia: cuando el polvo da miedo

No, la amatofobia no tiene nada que ver con el amor, de hecho, como el resto de los trastornos de esta tipología no resulta nada agradable. Se corresponde con el miedo irracional al polvo. La vida de aquellos que la sufren está muy limitada y es que no somos conscientes de la gran cantidad de polvo a la que estamos expuestos día a día hasta que tenemos esta fobia o algún tipo de alergia. A menudo, es la obsesión por tener todo muy limpio la primera señal que apunta a la existencia de esta fobia. 

+ Amaxofobia: Miedo irracional a conducir

Cuando el miedo a conducir llega a condicionar la vida de una persona, se puede hablar de amaxofobia. Este trastorno hace que la persona que lo sufre sienta una gran ansiedad cuando tiene que ponerse frente al volante. Pero este tipo de miedo irracional tiene solución, para lo cual hay que acudir al psicólogo. Este tratará de buscar las causas por las que esta fobia se ha llegado a desarrollar y propondrá un tratamiento basado en las necesidades del paciente. Es muy habitual que se sugiera una terapia cognitivo conductual. 

+ Androfobia: Existe el miedo a los hombres

Más allá de las chanzas que pueda ocasionar, la androfobia es el miedo ilógico a los hombres. Este tipo de trastorno de ansiedad afecta, en gran medida, a las mujeres. Ante la imaginación o la presencia de un hombre, se desarrollan síntomas de ansiedad como sudoración excesiva, dificultad para respirar o taquicardias. En muchas ocasiones, es necesario someterse a una terapia de choque para superar este miedo. En cualquier caso, es conveniente contar con el respaldo de un especialista. 

+ Anuptafobia: ¿Temes quedarte soltero?

Las persona que sufren una gran ansiedad ante la soltería pueden padecer anuptafobia. Les da terror pasar mucho tiempo solteros, ante la posibilidad de que su relación acabe o al imaginarse a ellos mismos sin pareja en un futuro. Sin embargo, superar este tipo de miedo ilógico no es imposible. Llegados a este punto es necesario diferenciar entre el deseo de encontrar pareja y la obsesión enfermiza por encontrarla, como es el caso de esta fobia. Para su completa superación, es necesario realizar un trabajo psicológico duro pero asequible.

+ Apeirofobia: Miedo al infinito

Sentirse alguna vez abrumado por la inmensidad del infinito es normal, ya que es un concepto que se escapa de nuestras posibilidades. Sin embargo, hay gente a la que la idea del infinito le provoca verdadero terror. Es en estas circunstancias en las que hablamos de apeirofobia. En este caso, no tiene sentido un tratamiento de exposición gradual al estímulo, al tratarse de un concepto abstracto. Por este motivo, es aún más necesario contar con la ayuda de un psicólogo especialista que te ayude a superar el trastorno fóbico.  

+ Aracnfobia: Cuando huyes de las arañas

Si sientes un miedo incontrolable a las arañas, ya sea al estar a su lado o al imaginártelas, es posible que sufras de aracnofobia. En este caso, hay expertos que aseguran que hay cierta predisposición genética a tener miedo a los arácnidos. Y es que el ser humano siempre las ha visto como criaturas peligrosas. En nuestro diccionario de las fobias te contamos cuáles son los síntomas más habituales de esta fobia, que permiten diferenciarla del miedo común a los arácnidos. Suelen causar repulsión en un gran número de gente y pero eso no significa que toda ella tenga aracnofobia. 

+ Aritmofobia: En qué consiste el miedo a los número

Hay quien no puede comprenderlo, pero existe un tipo de fobia que causa un miedo irracional hacia los números y las operaciones aritméticas. El cálculo matemático provoca a los que sufren este terror unos niveles de ansiedad muy altos que son incapaces de controlar. Lo pasan realmente mal cuando tienen que exponerse a los distintos cálculos cotidianos, por muy sencillos que estos sean. Se trata de una fobia rara que necesita un tratamiento rápido para evitar que la persona que lo sufre llegue a sufrir sus consecuencias. 

Las fobias que empiezan por B

+ Belonefobia: Qué es el miedo a las agujas

Los pinchazos no son muy agradables, pero cuando se desarrolla un miedo irracional a las agujas se considera belonefobia. Además, es habitual que este temor se extienda otras situaciones relacionadas, como los hospitales o los médicos, o a objetos similares como punzones, navajas o alfileres. La necesidad de tener que acudir a algún centro médico produce una gran ansiedad, por lo que llegan a ignorar ciertos problemas de salud para no tener que acudir a consulta, con el peligro que esto conlleva. 

+ Brontofobia: Miedo a los truenos y tormentas

Muchos miedos aparecen cuando estamos ante la presencia de algún elemento que puede amenazar nuestra vida. Es lo que ocurre con los truenos, que de alcanzarnos podrían hacernos mucho daño. Pero las personas que padecen esta fobia, conocida como brontofobia, sienten un miedo ilógico ante tormentas, relámpagos, rayos y demás. Temen la peligrosidad de estos fenómenos eléctricos y cada vez que tienen lugar sienten un gran pánico. De hecho, pueden llegar a huir de la zona en la que se van a producir para evitarlos. 

Fobias y miedos ilógicos con la letra C

+ Cacofobia: El terror a la fealdad

A nadie le gustan las cosas feas, pero casi todos nos acostumbramos a convivir con la fealdad. Todos aquellos que no lo consiguen, pueden llegar a desarrollar una fobia conocida como la cacofobia. Para superarla, es importante diagnosticar el trastorno y a continuación establecer el tratamiento psicológico necesario para acabar con los problemas de ansiedad. A la hora de valorar este tipo de fobia, hay que tener en cuenta que el concepto de belleza es muy subjetivo y, por tanto, lo que para uno es feo otro lo puede encontrar más bonito. 

+ Cainofobia: Ansiedad ante lo nuevo

La cainofobia es un tipo de trastorno muy difícil de afrontar, ya que limita en gran medida la vida de la persona implicada. Y es que todos aquellos que sufren de cainofobia tienen un miedo irracional a lo nuevo, por lo que sus vidas están condenadas a ser siempre igual. Hacer un viaje, un ascenso laboral, una ruptura amorosa... Todas estas situaciones provocan un gran miedo que puede llegar a provocar ansiedad y graves ataques de pánico en los que las náuseas, los mareos y las taquicardias son habituales. 

+ Carcinofobia: Miedo desmedido al cáncer

Es completamente normal tener miedo al cáncer, ya que es una enfermedad que puede ser grave y a la que, desgraciadamente, mucha gente de nuestro alrededor se tiene que enfrentar. Sin embargo, hay quienes son incapaces de entenderla de una manera racional. Cuando el miedo es ilógico e infundado, hablamos de un trastorno fóbico que tiene que tratarse cuanto antes. Es habitual que junto a la carcinofobia se desarrolle una hipocondría severa debido a la cual se concibe cualquier dolor o molestia como un síntoma de cáncer. Para superar esta fobia es necesario pedir el consejo de un profesional de la salud mental. 

+ Cinofobia: Los que tienen pánico a los perros

Los que adoran a los perros no entienden que la cinofobia pueda existir. Hay gente que siente verdadero pánico ante este tipo de mascota, sin importar su tamaño o aspecto. No es la ferocidad del animal lo que provocan la ansiedad, sino el hecho de que simplemente sea un perro. Es habitual que para superar esta fobia se aplique una terapia cognitivo conductual. Aquellos que la padecen evitarán lugares en los que pueden encontrarse con alguna de estas mascotas como, por ejemplo, un parque.  

+ Clinofobia: Miedo ilógico a dormir

La clinofobia es el miedo a ir a dormir, a dormir o a quedarse dormido. Se trata de un tipo de fobia, también conocida como oneirofobia o somnifobia, que no solo afecta a niños, sino que hay un gran número de adultos afectados. De no tratarse a tiempo, este miedo ilógico puede llegar a convertirse en un problema serio de salud debido a la falta de sueño. En la mayoría de los casos, se puede hablar de una mala experiencia como causa habitual de este miedo ilógico como, por ejemplo, un robo durante la noche o un cuento infantil temible. 

+ Claustrofobia: El miedo a los espacios cerrados

La  claustrofobia es una de las fobias más comunes. Más que el miedo por los espacios cerrados en sí, se trata del temor por aquello que pueda suceder al estar en un lugar muy pequeño. Los que lo sufren ven limitada su vida por no poder subir en un ascensor, por no poder viajar en metro o por no tolerar los despachos de dimensiones reducidas. Además, este miedo tiende a crecer cuando la persona que lo siente pasa por un mal momento: un momento de estrés laboral, una ruptura amorosa, una enfermedad, etc.

+ Clorofobia: La fobia al color verde

Las personas que padecen clorofobia sufren síntomas de ansiedad cuando tienen que ir a un parque, ya que teme el verse rodeada por verde. Aunque no lo parezca, a nuestro alrededor hay muchas cosas verdes (césped, autobuses, prendas de vestir, etc.) que hacen que las personas con esta fobia sufran sudoración, nerviosismo, nauseas, etc. Estos son los síntomas propios de un ataque de ansiedad, por lo que debe buscarse una solución rápida para evitar el sufrimiento de la persona en concreto que padece esta fobia. 

+ Coitofobia: El miedo a las relaciones de cama

A las personas que sufren coitofobia, las relaciones de cama les provocan una gran ansiedad. No se trata de que tengan complejos por su cuerpo, aunque la baja autoestima conseguirá agravar el problema. El hecho de tener que exponerse a una relación intima causa verdaderos ataques de pánico, incluso al imaginarse que podría producirse dicha situación. Es muy habitual que detrás de la coitofobia haya un abuso sexual en el pasado o falta de educación sexual durante los primeros años. 

+ Collafobia: una fobia muy extraña

La collafobia es una fobia rara, pero existente. Este trastorno, que también se llama friggaatriscaidecafobia o parascevedecatriafobia, corresponde con el miedo al viernes 13, un día relacionado con distintas supersticiones en todo el mundo. Cuando el miedo es al martes 13 se llama trezidavomartiofobia. En todos estos casos, se trata de un miedo provocado por ciertas concepciones culturales y sociales, que llevan al paciente a desarrollar un miedo ilógico ante la llegada de dichos días. Más allá de la broma, esta fobia puede llegar a trastornar el desarrollo normal de la vida del que lo sufre. 

+ Contreltofobia: El miedo al abuso sexual

Tener miedo a un abuso sexual es algo lógico hasta cierto punto. Pero cuando la persona que lo sufre no es capaz de controlar este temor, se convierte en una fobia que requiere un tratamiento. En el caso de esta fobia se evita salir a la calle, ya que la casa proporciona una mayor seguridad, lo que acaba alterando el día a día de quien lo sufre. Las personas que han sufrido un abuso sexual o tienen a algún ser querido que lo ha padecido, son más proclives a desarrollar la contreltofobia

+ Coulrofobia: Miedo extremo a los payasos

Parece mentira que los payasos, inicialmente pensados para entretener y divertir desde la infancia, puedan dar miedo. Se llama coulrofobia y, por lo general, se desarrolla tras haber vivido una mala experiencia asociada a uno de estos personajes. Ese episodio desagradable suele quedar en el subconsciente de manera latente y causa ansiedad incluso en la edad adulta. Sin embargo, en este caso, las películas de miedo también han tenido mucho que ver a la hora de crear este miedo a nivel social.

+ Crematofobia: Terror al dinero

Parece mentira que haya gente que teme al dinero, cuando hay muchas otras personas que lo ansían desesperadamente. Sin embargo, la crematofobia se refiere al miedo irracional al dinero, en todas sus vertientes: a tener dinero, a no tenerlo, a ser rico, a ser pobre, a tenerlo entre las manos, a ver las cifras en la cuenta del banco… Cuando alguien que sufre este tipo de fobia tiene que exponerse de alguna manera a una cantidad de dinero, siente una gran ansiedad: nerviosismo, mareos, nauseas… Sin embargo, este tipo de miedo se puede superar gracias a la ayuda de un terapeuta. 

Diccionario de fobias y miedos con D

+ Dermatofobia: Miedo a las lesiones de la piel

Aquellos que sufren dermatofobia suelen tener mucho miedo a los granos y demás lesiones de la piel (heridas, úlceras, sarpullidos, etc.) Ante la posibilidad de sufrir una enfermedad cutánea, sienten mucha ansiedad (sudoración, taquicardia, dolor, rigidez muscular…). Es habitual que, para evitar la aparición de las lesiones cutáneas, se apliquen tratamientos muy agresivos, lo que es totalmente desaconsejable ya que es habitual que provoquen aún más heridas.

+ Deshabiliofobia: Tengo miedo a desnudarme

Cuando nos quitamos la ropa, nos sentimos un tanto desprotegidos por lo que la mayoría de personas no se sienten cómodas haciéndolo frente a desconocidos. Sin embargo, cuando debido a este miedo se deja de ir al médico o surgen problemas de pareja, estamos hablando de una fobia, concretamente de la deshabiliofobia. En este tipo de miedo, también entra en juego la autoestima, ya que si dicha persona tiene algún complejo por su cuerpo, le resultará aún más difícil quedarse sin ropa delante de otras personas. Es habitual, además, que eviten a toda costa mirarse en el espejo mientras estén desnudos, para así no tener que enfrentarse a su imagen sin prendas de vestir. 

+ Didascaleinofobia: Miedo a ir a la escuela

Muchas veces, los padres piensan que sus hijos no quieren ir al colegio por pereza o capricho. Pero cuando el miedo a ir a la escuela aumenta hasta convertirse en una fobia, concretamente la conocida como didascaleinofobia. Es muy habitual que detrás de este miedo se esconda algún caso de acoso escolar presente o pasado, que hace que el pequeño quiera evitar a toda costa acudir al centro de enseñanza. Al tratarse de un deseo imposible, ya que el niño va a tener que acudir a la escuela de todas formas, es necesario buscar un tratamiento cuanto antes. 

Miedos que empiezan con la E

+ Enoclofobia: Miedo a la multitud de personas

Escapar de las multitudes, sobre todo cuando vives en una gran ciudad, es complicado. Por eso, las personas que sufren enclofobia suelen sufrir una gran ansiedad en su entorno. Por eso, este tipo de pacientes nunca acudirán a un concierto multitudinario, a una fiesta con mucha gente o a un centro comercial en rebajas. Aunque no es exactamente lo mismo, tiene muchas cosas en común con la agorafobia pero, en este caso, el espectro de lugares temidos es más amplio, ya que la enoclofobia se limita a aquellos espacios donde hay mucha gente.

+ Entomofobia: Si los insectos te causan ansiedad

A mucha gente le dan asco los insectos, pero cuando el miedo se convierte en irracional y no se puede controlar, se considera que hay entomofobia. Aunque hay cierto factor cultural que provoca esta fobia, también puede deberse a una experiencia negativa en el pasado. Es importante encontrar un buen tratamiento antes de que esta llegue a limitar tu vida y, por ejemplo, te impida abrir las ventanas durante el verano o pasar un placentero día en el campo con la familia. 

+ Emetofobia: el vómito como fobia

Cualquier cosa o situación puede convertirse en un estímulo para desarrollar una fobia. De esta forma, la emetofobia es el miedo irracional e ilógico al vómito. Entre las causas más habituales está algún tipo de experiencia traumática que ha acabado desencadenando este temor. Este tipo de fobia suele afectar a todos los que la padecen tanto si vomitan ellos mismos como si ven, escuchan o huelen el vómito de otras persona. El tratamiento de este tipo de fobia requiere una terapia cognitiva pero también ayudan las técnicas de relajación y el mindfulness. 

+ Eremofobia: Terror a la soledad

¿Te da un miedo extremo la soledad? ¿Te produce una gran ansiedad pensar en estar sola? Es posible que sufras eremofobia, una tipo de fobia para la que es difícil establecer unos límites muy claros. Se trata de una fobia específica situacional, lo que significa que la persona que lo sufre siente pánico cuando se da esa situación, es decir, cuando se queda sola. El miedo desproporcionado se enfatiza porque vienen acompañado de pensamientos negativos que plantean situaciones fatalistas, las cuales podrían ser una amenaza. Quedarse solo es una circunstancia plausible en el día a día, por lo que el trastorno puede afectar gravemente a aquel que lo padece. 

+ Escotofobia: Miedo a la oscuridad

La escotofobia es el miedo irracional a la oscuridad. Si padeces este tipo de trastorno fóbico temes quedarte en una habitación sin luz. Suele considerarse una fobia de niños, pero hay muchos adultos que también buscan un tratamiento para sus miedos nocturnos. A veces, se da porque no se pone solución a un miedo nocturno simple, lo que hace que crezca con el paso del tiempo. Pero también está relacionado con un episodio concreto desagradable. Una de las principales consecuencias de esta fobia es el insomnio, la fatiga extrema, la falta de concentración, etc. 

Estos son los miedos con F

+ Filofobia: Se puede tener miedo al amor

La filofobia no es el miedo irracional al compromiso, sino a la posibilidad de establecer vínculos afectivos con alguien. No hay problema en ser soltero durante toda la vida si se trata de una elección propia, pero aquellos que sufren esta fobia ven muy limitada su vida por este terror ilógico a no encontrar pareja. En general, se desarrolla esta fobia por condicionamiento, es decir, por una mala relación en el pasado que ha dejado algunas secuelas emocionales. Para curarlas, es necesaria cierta ayuda profesional. 

+ Fobia social: Qué es este trastorno

Distinguir entre la timidez y la fobia social es clave para buscar la mejor solución. Se trata de un tipo de fobia que provoca una gran ansiedad ante las relaciones sociales, ya que el temor a estar con otras personas acaba aislando en casa a la persona que lo sufre. Es necesario, por tanto, encontrar el tratamiento ideal para esta fobia antes de que llegue a producir un problema social severo. Para ello, lo primero que hay que saber distinguir cuando la persona es tímida y cuando sufre una fobia social, para lo cual el terapeuta observa algunas pautas de comportamiento típicas en este tipo de personas. Te contamos todo sobre la fobia social, que se trata de un problema mucho más importante que la timidez. 

+ Fobofobia: O el miedo al miedo

¿Miedo al propio miedo? Hablamos de la fobofobia, uno de los terrores más raros pero más preocupantes que se pueden encontrar en un diccionario de las fobias. Aquellos que lo sufren temen tener miedo, lo que les hace estar las 24 horas del día en un estado constante de nervios y ansiedad. Como todas las demás, esta fobia se puede superar si se cuenta con la ayuda de un profesional. En estos casos, más que en ninguno, un pronto tratamiento ayudará a que este tipo de trastorno no llegue a desarrollar problemas más graves, sobre todo en lo que se refiere a las relaciones sociales. 

+ Fonofobia: ¿Te desagradan los ruidos de la gente?

¿Te pone los pelos de punta escuchar a alguien masticando? ¿El ruido de un estornudo te parece muy desagradable? ¿Sientes ansiedad cuando alguien hace crujir sus manos? La fonofobia es un caso extremo de misofonía, que se plantea cuando los ruidos cotidianos de la gente resultan de lo más molestos. Cuando vamos un paso más allá y, en lugar de molestos son insportables, se puede considerar una fobia. La ansiedad producida por el ruido de una boca masticando puede superarse con la terapia de un profesional. 

Miedos irracionales que empiezan por G

+ Gelotofobia: Miedo a las burlas

La gelotofobia es el miedo a que se burlen de ti y a que te ridiculicen. Esta fobia puede llegar a causar aislamiento social, ya que la persona que lo sufre intenta evitar relacionarse con la gente para impedir el escarmiento. Entre las causas más habituales están los episodio desagradables durante la infancia, que han podido dejar algún tipo de trauma que, al ser adulto, se traduce en una fobia. Es habitual que el miedo al ridículo tenga consecuencias negativas en el entorno laboral, familiar y amoroso, ya que causa muchas inseguridades.

+ Ginofobia: Sí, es posible tener miedo a las mujeres

Esta fobia, que es más habitual en hombres, corresponde con el miedo irracional a las mujeres. Por lo general, se desarrolla tras una mala experiencia en el pasado con una mujer, sobre todo durante la infancia. Hablamos de fobia cuando el hombre es incapaz de estar junto a una mujer y, cuando no tiene más remedio que hacerlo, siente una gran ansiedad, empieza a sudar excesivamente, se pone muy nervios, sufre taquicardias, se le agarrotan los músculos, etc. La ginofobia puede manifestarse incluso ante la imagen de una mujer. 

+ Glosofobia: Superar el miedo a hablar en público

Todo el mundo se pone un poco nervioso al tener que hablar en público. Pero cuando este miedo es irracional y te impide terminar la universidad, sobresalir en tu trabajo o lograr nuevos proyectos, podrías sufrir una fobia. Las consecuencias pueden acabar limitando la vida de quien la padece, ya que le pone importantes trabas para lograr sus objetivos. La glosofobia implica la necesidad de superar los traumas pasados y pisotear las vergüenzas para superar la fobia. Resulta más sencillo cuando se cuenta con el seguimiento de un profesional. 

Diccionario de fobias: Tipos de miedos con H

+ Hadefobia: Cuando el infierno da mucho miedo

La hadefobia es un trastorno fóbico complicado de tratar porque el estímulo que provoca la ansiedad no es algo concreto y material. Los que sufren de este tipo de fobia tienen miedo al infierno y todo lo que le rodea (el demonio, un lugar con llamas...). Es normal sentir cierto reparo o respeto ante el infierno, ya que siempre lo han pintado como un lugar temible. Pero los que sufran este fobia pueden sentir verdaderos ataques de pánico al pensar en la posibilidad de acabar allí después de la muerte.

+ Heliofobia: El sol provoca mucho miedo

En este caso, es el sol, sus rayos o su luz lo que provoca un gran miedo que puede desembocar en un ataque de ansiedad. Es necesario diferenciar la heliofobia de la fotofobia, que es la hipersensibilidad a la luz. Cuando tienes una fobia, lo que más deseas es evitar el estímulo que te provoca el miedo. Pero en el caso del sol, la evitación resulta muy complicada. Como consecuencia, en los casos más graves el paciente suele optar por quedarse en casa, lo que provoca un preocupante aislamiento social. 

+ Hematofobia: ¿Te desmayas con la sangre?

Si cuando ves sangre te desmayas, es posible que sufras hematofobia. Un médico te puede aconsejar qué hacer ante este miedo irracional a la sangre, siempre que realmente se trate de una fobia y no de un simple rechazo. Además, te explicará cuál es el mejor tratamiento para calmar tu ansiedad. Es habitual que en este tipo de casos se recomiende la terapia cognitivo conductual que te ayudará a superar paso a paso tu problema fóbico. ¿Sabías que es una de las fobias más comunes que existen? 

+ Hialofobia: La fobia al cristal

Un espejo, un vaso de cristal, las ventanas... Hay muchos elementos que dan miedo a las personas que tienen hialofobia. Esta se corresponde con la fobia al cristal y al vidrio, un trastorno muy limitante que requiere una solución urgente. De ponerse en tratamiento pronto, los pacientes pueden acabar recluyéndose en casa para no tener que exponerse a un mundo en el que estamos más rodeados de cristal de lo que podríamos pensar en un primer momento. Entre sus síntomas más claros, ansiedad y pánico cuando se está frente a un objeto de este material. 

+ Hipofobia: Así se conoce al miedo a los caballos

Aunque hay personas que adoran a los caballos y no entienden su vida sin ellos, hay otros que sufren de hipofobia. Igual que existe la fobia a las serpientes o a las ratas, en este caso son los caballos los que provocan verdaderos ataques de pánico. Los que padecen este tipo de trastorno fóbico tienen mucho miedo de ser víctimas de su imprevisibilidad, de caer de sus lomos, de que les den una patada... Cuando están ante un equino, cuando le imaginan o cuando ven imágenes en las que aparecen, sufren verdaderos ataques de pánico que les hacen sufrir mucho. 

+ Hipopotomonstrosesquipedaliofobia: Fobia a las palabras largas

Aunque parezca irónico, la fobia a las palabras largas se conoce como hipopotomonstrosesquipedaliofobia. Los que sufren este trastorno sienten una gran ansiedad cuando tienen que decir una palabra con muchas letras. Es un tipo de fobia que está relacionada con otras como el miedo a hablar en público o la fobia social, por lo que es habitual que se desarrollen al mismo tiempo. Aunque resulta una fobia muy curiosa, puede crear una gran ansiedad y baja autoestima en aquel que la sufre, que se ve completamente limitado a la hora de hablar. 

+ Hoplofobia: Miedo irracional a las armas

Las armas son un elemento que puede poner en peligro nuestra vida y, por tanto, es normal temerlas y rechazarlas. Pero las personas que tienen esta fobia sienten ataques de ansiedad tanto ante la idea de tener que empuñarlas como al ver, por ejemplo, a un policía. Al ser una fobia incapacitante, porque ya sea en películas o con guardias en la calle es habitual enfrentarse a ellas a diario, requiere de ayuda terapéutica para superarla. Si te interesan las fobias, en nuestro diccionario y te contamos más sobre la hoplofobia. 

Los miedos más comunes con I

+ Iatrofobia: La fobia al médico

La iatrofobia es un tipo de fobia que puede afectar seriamente a la salud de la persona que la padece. Se trata de un trastorno fóbico que provoca un gran miedo al médico y a todo lo que le rodea (utensilios, el hospital, enfermeros, enfermedades, etc.). Los que la sufren evitan tener que enfrentarse al estímulo que les da miedo, incluso aunque la que esté en juego es su vida. Si no son capaces de ir a la consulta del doctor cuando están enfermos, podría complicarse la enfermedad. Por ello, la iatrofobia requiere de tratamiento urgente. 

Las fobias que empiezan con la letra K

+ Koumpounofobia: Así es el miedo a los botones

Sí, hay gente que siente un miedo terrible ante los botones de la ropa, dado que padece koumpounofobia. Hay quien solamente siente cierto rechazo ante estas formas redondeadas, por lo que prefiere utilizar cremalleras. Pero, en los casos más graves, el paciente puede llegar a no salir de casa por miedo a tener que enfrentarse a los botones. Por lo tanto, se puede considerar un terror irracional peligroso en sus estadios más graves. La terapia cognitivo conductual puede resultar muy efectiva a la hora de superar este tipo de trastorno fóbico.   

Fobias con la N dentro de nuestro diccionario

+ Necrofobia: Algo más que miedo a las muertos

La muerte es un motivo frecuente de miedo, e incluye todo lo relacionado con ella: cadáveres, urnas, cementerios, tumbas, sarcófagos etc. Sin embargo, aquellos que sufren necrofobia son incapaces de enfrentarse a un funeral o un cortejo, situaciones que desgraciadamente resultan inevitables en ciertos momentos de la vida. Se trata del miedo obsesivo a la muerte de uno mismo, pero también a la de seres queridos. Aquí puedes leer más sobre la necrofobia y cómo afecta a los que la sufren. 

+ Nictofobia: Si da miedo la noche

El miedo a la oscuridad parece una cosa de niños, pero hay muchos adultos que arrastran este tipo de temores desde la infancia. También se conoce como escotofobia, acluofobia o ligofobia y tiene preocupantes síntomas en la salud de la persona que lo padece, ya que esta lleva un descontrol absoluto de los horarios de sueño. En estos casos, es habitual que se evite salir de casa durante la noche, se duerma con la luz encendida, etc. En cualquier caso, como el resto de las fobias, la nictofobia tiene solución. 

+ Nomofobia: Si nunca te separas del móvil

El móvil se ha convertido en un acompañante principal de nuestro día a día. Cuando dejarse el móvil un día en casa se convierte en un drama y en un ataque de pánico, se habla de nomofobia. Los que sufren este trastorno sienten una gran ansiedad al separarse de su teléfono, lo que acaba condicionando de una manera muy clara su día a día, ya que le impide centrarse en otras cosas. Este tipo de fobia parece muy habitual en la actualidad, cuando nadie parece querer separarse del teléfono, pero los límites de lo que es fobia y lo que no lo es son claros. 

Diccionario de fobias con la O

+ Ofidiofobia: Miedo extremo a las serpientes

Es normal sentir cierto respeto ante las serpientes, ya que no podemos controlar su comportamiento y se trata de un animal salvaje. Sin embargo, cuando la repulsión da paso a un miedo incontrolable, hablamos de una fobia. Este trastorno se puede superar, pero se necesita la ayuda de un especialista de la mente y del tratamiento adecuado. Aquellos que tienen ofidiofobia no pueden ver ni imaginarse tocando a uno de estos reptiles, ya que además de asco sienten un miedo que son incapaces de controlar. 

+ Ombrofobia: Qué es la fobia a la lluvia

Cuando vas paseando por la calle o cuando quieres ir a la playa, la lluvia puede ser una molestia. Pero, la ombrofobia va más allá. Aquellos que la sufren consideran que mojarse con esta agua es una auténtica amenaza, así como las tormentas o los rayos. La lluvia, al ser un fenómeno meteorológico, no se puede evitar, por lo que urge poner en tratamiento a todas las personas que sufran este trastorno fóbico. En caso contrario, esta fobia podría traer como consecuencia el aislamiento social del paciente que no desea presenciar la lluvia.

+ Ornitofobia: Cuando no puedes ni ver a los pájaros

Aunque parezca mentira, los pájaros son un motivo de pesadilla y de miedo mucho más común de lo que cabría esperar. El número de personas que sufren de ornitofobia es bastante elevado, en comparación con otros trastornos fóbicos más extraños. Se trata de un miedo sin explicación a los pájaros. En sus niveles más graves, tan solo imaginar o ver por la televisión aves volando puede acabar causando una crisis de ansiedad. En parte, ciertas películas de miedo son las culpables de esta fobia, pero también puede haber detrás una mala experiencia personal con pájaros. 

Tipos de fobias que empiezan con P

+ Panofobia: Cuando todo da miedo

¿Es posible tenerle miedo a todo? Se conoce panofobia a este tipo de fobia más general que, en los casos más graves, puede resultar totalmente incontrolable. Por eso, se suele relacionar con el trastorno de ansiedad generalizada o el trastorno límite de personalidad. Ante el amplio abanico de preocupaciones que invaden la cabeza de los que sufren esta fobia, la posibilidad de temores y miedos es muy extensa. De hecho, hay muchas veces que ni los propios pacientes son capaces de detallar qué elementos les dan miedo y cuáles no. 

+ Pedofobia: El miedo a los niños

Existe un trastorno fóbico relacionado con el miedo irracional a los niños. En este caso, ante la presencia de un pequeño se sienten palpitaciones, sudoración, náuseas, náuseas, ansiedad extrema, etc. Para superar esta fobia, se necesita la ayuda de un especialista en salud mental porque, una cosa es que los niños no te gusten (una opción totalmente comprensible y respetable, y otra que no seas capaz de estar junto a un menor. La pedofobia es aún más fuerte en el caso de los bebés, ya que provocan una sensación mayor de ansiedad al pedofóbico. 

+ Penterafobia: Tenerle fobia a tu suegra

Existen un gran número de leyendas urbanas relacionadas con las suegras que, de una manera o de otra, han conseguido construir una imagen terrible de la madre de tu pareja. De ahí que haya gente que ha desarrollado un tipo de trastorno conocido como penterafobia. Este miedo irracional a las suegras provoca una gran ansiedad a la persona que lo sufre, lo que llega a limitar mucho su vida y la de su pareja. De hecho, este miedo que va mucho más allá de un simple rechazo, puede provocar problemas en la pareja. Para solucionarlo, hay que pedir ayuda a un profesional. 

+ Podofobia: Algo más que asco a los pies

Aquellos que tienen podofobia sienten algo más que asco ante unos pies. El miedo irracional a esta parte del cuerpo suele tener su causa en algún episodio desagradable en el pasado como, algún tipo de enfermedad. Como consecuencia a esa mala experiencia, se desarrolla esta fobia que puede llegar a provocar ansiedad, con todos los síntomas que esto supone: sudoración, nervios, vómitos, pánico, agarrotamiento muscular, etc. 

+ Pupafobia: Así es el miedo a los títeres y las muñecas

Cuando hablamos de pupafobia nos referimos a un miedo extremo a los títeres, muñecas y muñecos articulados. Los que sufren este trastorno tienen verdadero pánico a tener que estar ante este tipo de juguetes con formas humanas por miedo a que cobren vida. La mejor forma para superar una fobia como esta y poder llevar una vida normal es consultar con un especialista que proponga la terapia cognitiva apropiada a partir de la intensidad de los síntomas. 

Los miedos más comunes con la Q

+ Querofobia: ¿Se puede tener miedo a la felicidad?

Aunque parezca paradójico, sí, la querofobia existe. El miedo ilógico a la felicidad lo sufren personas que siempre están melancólicas y tristes. Es por ello que muchas veces se confunde con la depresión. En este caso no se teme la felicidad en sí, que todo el mundo la desea alcanzar, sino a la posibilidad de que, una vez lograda, pueda perderse y, de nuevo, provoque sufrimiento. Es por este motivo que las personas que sufren de querofobia prefieren no ser nunca felices que llegar al punto de volver a ser infelices. 

+ Quirofobia: El miedo a las manos existe

El miedo a las manos es una fobia rara que no debe infravalorarse, porque existe. Las personas que la sufren pueden llegar a experimentar ataques de pánico ante la presencia de las manos de otras personas. No importa si son manos grandes o pequeñas, de hombre o de mujer, limpias o sucias (aunque las que no tienen bacterias suelen ser más valorada)... Aquellos que tienen quirofobia tratarán de evitar con la mirada las manos de la persona que tiene delante y, por supuesto, nunca llegará a tocarlas. 

Trastornos de ansiedad con R

+ Ritifobia: Tengo miedo a las arrugas

A nadie le gustan las arrugas en la piel, sin embargo, cuando se sufre una gran ansiedad ante la posibilidad de que salgan, se padece ritifobia. Es habitual que aquellos que la padecen lleven a cabo peligrosos tratamientos de belleza que acaban siendo aún más dañinos para la piel, lo que resulta peor que las propias arrugas. Esta fobia, promovida en gran medida por una sociedad en la que la juventud es sinónimo indiscutible de belleza, puede resultar aún más dañina para todas aquellas mujeres que tengan la autoestima baja. Si quieres saber más sobre la ritifobia, esto te va a interesar mucho.

Diccionario de fobias: Miedos con S

+ Somnifobia: Cuando dormir es una pesadilla

La somnifobia, también conocida como oneirofobia, clinofobia o hipnofobia, es el miedo irracional a dormir. La mera posibilidad de que algo les suceda mientras duermen provoca una gran ansiedad en aquellos que la sufren. En otros casos, lo que da más temor son los sueños que se puedan tener. En todos estos casos, dormir se convierte en una pesadilla que se intenta evitar por encima de todo. Las consecuencias del insomnio son muy perjudiciales para la salud, lo que puede hacer que, además de tratar la fobia hay que buscar una solución para la falta de sueño. 

Conoce fobias que comienzan con la T

+ Tapefobia: Miedo a ser enterrado vivo

La tapefobia, que también se conoce como tafofobia, es el miedo irracional a ser enterrado vivo. En ciertas ocasiones, el miedo se desarrolla por haber vivido una experiencia mala (como ser enterrado en la playa, por ejemplo), pero hay quien adquiere este miedo también después de ver ciertas películas de miedo. Y es que en este tipo de fobias, el concepto de la muerte está muy presente y provoca mucha ansiedad. De ahí, que la tapefobia pueda venir ligada a otro tipo de miedos como la necrofobia. 

+ Termofobia: Cuando el calor provoca pánico

Cuando una persona sufre una fobia, ve peligro donde en realidad no lo hay. Es el caso de la termofobia, que es el miedo irracional al calor y las altas temperaturas. Por lo general, se desarrolla por una mala experiencia en el pasado (una enfermedad derivada del exceso de temperatura, una ola de calor, etc.) pero también influyen ciertos factores fisiológicos como que el cuerpo no se adapte bien al calor. Te contamos más detalles sobre la termofobia

+ Tripofobia: Miedo a los patrones repetitivos

El panal de una abeja, las esporas de una planta, los agujeros de una esponja… Si estas imágenes te causan un rechazo ilógico, es posible que sufras tripofobia. Aquellos que lo sufren sienten ansiedad al ver ciertas imágenes, incluso al imaginárselas. Es posible que la causa de este miedo irracional sea una experiencia traumática, pero en este caso también puede tener un origen evolutivo. Aquí puedes comprobar si tú también sufres tripofobia

+ Turofobia: Así se llama el miedo al queso

Hay fobias, como la turofobia, que pueden provocar alguna sonrisa. Se trata del miedo al queso, un pánico que puede llegar a condicionar la vida del paciente fóbico. Su vida social y relaciones se verán alteradas ante la imposibilidad de ir a un restaurante en el que le puedan poner queso o a un supermercado. No se puede confundir este trastorno fóbico con un intolerancia o un odio hacia el alimento en sí. Y es que los síntomas de ansiedad pueden llegar a aparecer ante la mera presencia del queso, sin tener que comerlo. Es necesario aplicar un tratamiento desde el momento en el que los síntomas son apreciables, para evitar que la fobia vaya a más. 

Los miedos por la letra V

+ Vicafobia: cuando crees y temes a las brujas

Las personas diagnosticadas de vicafobia no solo creen en las brujas, sino que les dan mucho miedo. Cuando piensan en la posibilidad de ser hechizado o de conocer a alguno de estos seres mágicos son incapaces de mantener la calma. Y es que en el caso de esta fobia no necesitan estar ante el estímulo fóbico para desencadenar ansiedad, les vale con imaginarlo, ver un dibujo en el que aparezcan, sentir que los supuestos síntomas de un maleficio, etc. En el caso de la vicafobia, el componente cultural como causa de la fobia es muy importante. 

Las fobias que empiezan por la letra X

+ Xilofobia: Terror a la madera

En nuestro diccionario de fobias no podía faltar tampoco la xilofobia, por muy curioso que resulte este tipo de pánico. Se trata del miedo exagerado e ilógico a la madera. Quienes lo padecen son incapaces de llevar una vida normal, ya que temen ciertos tipos de mesas, los bosques, ciertos tipos de suelos, algunas tiendas… Lo más habitual es esta fobia se desarrolle como consecuencia de un trastorno de ansiedad, que tiende a exagerar los miedos. El tratamiento más habitual para este tipo de trastorno fóbico es la terapia cognitivo conductual que siempre debe ser seguida por un profesional. 

Y si quieres saber más de las fobias, sigue atento a Diario Femenino. 

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