Nomofobia, el miedo a salir de casa sin el teléfono móvil

Los peligros de la adicción al móvil

Laura Sánchez, Filóloga

Que las nuevas tecnologías están transformando nuestras vidas es un hecho que hay que aceptar. Son muchos los que se espantan del grado de dependencia que acarrean, sin embargo, no podemos obviar que las necesitamos, nos guste o no.

Así que lo único que podemos hacer es aprender a usarlas con responsabilidad para evitar que nos perjudiquen. ¿Cómo pueden perjudicarnos? De muchas maneras; en el caso de los teléfonos móviles en forma de nomofobia, que nos hace incapaces de salir de casa sin el móvil.

No sin mi móvil

Nos preocupa la crisis, la destrucción del medio ambiente, el fin del mundo, una catástrofe nuclear y hasta algún meteorito que se equivoca de camino. Claro que nos preocupa, sin embargo, el anuncio del Apocalipsis no provocó el grado de ansiedad que genera quedarte sin batería en el Smartphone. Lo que en un principio puede parecer un problema superficial se está convirtiendo en una de las enfermedades del siglo XXI: la nomofobia.

La nomofobia es el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil y afecta cada vez a más personas. Se trata de un trastorno que produce irritabilidad, nerviosismo, falta de concentración y ansiedad, además de que aumenta los niveles de estrés de una forma alarmante. Y es que nos hemos hecho dependientes del Smartphone uniendo en un mismo aparato nuestra vida privada y profesional, por lo que acabamos estando disponibles las 24 horas del día.

Seguro que te ha pasado más de una vez, seguro que has sentido algo parecido al pánico cuando sales a la calle y, nada más cerrar la puerta de casa, te surge la duda de si llevas el teléfono móvil o no. Antes esto sólo ocurría con las llaves, que ahora han pasado a un segundo plano. Y si haces un ejercicio de sinceridad contigo misma reconocerás lo nerviosa que te pones cuando estás en un lugar sin cobertura y la intranquilidad que te produce el icono de la batería de tu teléfono.

Controlar la nomofobia

Esa actitud compulsiva de estar mirando cada pocos minutos la pantalla del Smartphone para ver si han llamado, si nos han contestado el Whatsapp, si tenemos algún mensaje en Facebook o si ha llegado algún correo, no sólo nos está pasando factura en forma de un aislamiento progresivo del círculo social, también puede provocar trastornos psicológicos, como la nomofobia, pero también como el Síndrome de la Vibración Fantasma.

La consecuencia principal de estos trastornos derivados del uso del teléfono móvil es la ansiedad, algo que nos interesa mantener a raya. Así pues, tenemos que aprender a controlar el uso del Samrtphone y desligarnos de nuestra dependencia en la medida de lo posible. No se trata de que te olvides de tu teléfono y no atiendas ninguna llamada, sino de delimitar el horario de uso. No es necesario que tengas el móvil en la mesa durante una comida familiar, seguro que cualquier Whatsapp puede esperar.

Como tampoco es necesario que pongas el teléfono debajo de la almohada cuando te vas a dormir, por si acaso no oyes la notificación. Cuidado con eso porque el móvil es uno de principales motivos de insomnio. Y procura apagar tu Smartphone (o si no puedes, al menos dejarlo en silencio) en momentos puntuales como en el cine, cuando tu amiga está deprimida o en los momentos más íntimos con tu pareja.

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