Alectorofobia: cuando tienes miedo a los pollos

Hay fobias que están relacionadas con animales como las aves

Laura Sánchez, Filóloga
En este artículo
  1. Qué es la alectorofobia
  2. Causas de la alectorofobia
  3. Síntomas de la alectorofobia
  4. Tratamiento de la alectorofobia

La intención al hacer un diccionario de fobias es que la gente comprenda que se trata de un problema real y no de una manía personal. Algunas fobias incluso son motivo de risa para los que observan desde fuera y en casi todos los casos, la actitud general es de incomprensión. Pero la alectorofobia o el miedo a los pollos o a las gallinas no es ninguna broma.

Qué es la alectorofobia

La alectorofobia es el miedo a los pollos o a las gallinas y pertenece a ese tipo de fobias raras que generan reacciones de todo tipo, desde la incredulidad hasta la broma. Pero el pánico a los pollos no es ninguna broma para el que lo sufre, todo lo contrario, ya que puede generar en él las peores reacciones de ansiedad.

En teoría el miedo a los pollos no es una fobia que afecte a tu vida diaria, al menos depende de dónde vivas. Si vives en una granja o en el campo es posible que este trastorno te complique la vida más en serio que si vives en una ciudad, donde el contacto con estos animales es prácticamente nulo.

Porque no se trata de un temor al pollo cocinado, sino a los pollos vivos, a esas aves que picotean y que no siempre están en las condiciones higiénicas más adecuadas. Y advertimos esto como indicios del origen de esta fobia específica tan particular.

Causas de la alectorofobia

Tampoco resulta tan extraño tener miedo a los pollos, una vez que conocemos otro tipo de fobias a animales como es el caso de la aracnofobia. Generalmente la fobia se desencadena por una experiencia traumática o con este animal. Un pollo que te picó en la infancia o una situación desagradable en la que no participara el animal pero que estuviera presente.

Las fobias vienen de la mano de los trastornos de ansiedad. Por eso también se entiende como causa u origen de la alectorofobia el miedo a contagiarse de algo, ya que estos animales están en contacto permanente con la tierra, o el miedo a un ataque por parte de este animal.

Síntomas de la alectorofobia

Ante la presencia de un pollo, la persona que sufre alectorofobia comienza a notar los típicos síntomas de ansiedad. Sequedad de boca, mareo, náuseas, dificultad para respirar, sudoración y también parálisis frente al miedo que produce la situación.

Los síntomas psíquicos pasan por confusión, mente en blanco, miedo y pánico. La sensación de incapacidad aumenta por la incomprensión que genera esta fobia. ¡Solo es un pollo! Pero, ¿y qué? Lo mismo podría decirse de otras fobias: solo es una araña, solo es un ascensor, solo es un payaso...

Tratamiento de la alectorofobia

Insistimos en que para superar cualquier fobia hay que buscar ayuda psicológica, porque no es un trastorno que podamos solucionar por nuestra cuenta. Entran en juego condicionantes como la ansiedad que generan los pollos, que hay aprender a manejarla y a tatar sus síntomas con técnicas de relajación.

Y también las consecuencias que puede tener la evitación de la situación. En este caso, la terapia cognitiva conductual es el método más eficaz para dejar de relacionar progresivamente el miedo con la situación y así poder transformar la conducta que provoca el estímulo.

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