Eremofobia: ¿tienes miedo a la soledad?

El miedo a estar solo se puede convertir en una patología

Laura Sánchez, Filóloga
En este artículo
  1. Qué es la eremofobia
  2. Síntomas de la eremofobia
  3. Causas de la eremofobia
  4. Tratamiento de la eremofobia

El mundo de las fobias abarca todos los ámbitos de la vida. Hay fobias más generales y fobias más específicas; hay fobias a un objeto concreto y hay fobias a una situación determinada. En esta ocasión hablamos de la eremofobia o miedo a la soledad. Pero no ese temor a la soledad que todos hemos sentido alguna vez, sino una fobia con todas sus consecuencias.

Qué es la eremofobia

La eremofobia es el miedo a la soledad o el miedo a estar solo. Se trata de una fobia específica situacional, como puede ser el miedo a volar o la más frecuente claustrofobia. La persona que sufre eremofobia siente pánico ante una situación en la que se encuentra a solas y sus reacciones ante esta situación impactan negativamente en su vida.

El impacto negativo en la vida es lo que distingue esta fobia del típico miedo a la soledad que todos hemos sentido alguna vez. Porque incluso las personas que disfrutan de la soledad, sienten la necesidad de relacionarse con otras personas en algún momento.

Conviene distinguir una situación de agobio por encontrarse a solas cuando en realidad desearía sentirse acompañado por un motivo concreto, del miedo desproporcionado que produce la soledad. Un buen indicador de si se trata de una fobia, es la evitación de esa situación, cuando la persona intenta quedar con alguien a toda costa, en cualquier momento del día o de la noche.

Síntomas de la eremofobia

La eremofobia, como todas las fobias produce ansiedad, por lo que los síntomas físicos son los mareos, la taquicardia, la sensación de irrealidad, la sensación de ahogo o el dolor de cabeza llegando incluso a sufrir un ataque de pánico cuando la ansiedad se desborda.

Los principales síntomas psíquicos de la eremofobia se producen en el campo de la cognición, con pensamientos negativos y catastrofistas acerca de la situación de soledad. El miedo es inevitable, tanto en esta fobia, como en todas las demás, con el desequilibrio que ello conlleva.

Causas de la eremofobia

Hay veces que el origen de una fobia no está claro. En el caso de la eremofobia, la mayoría de las teorías apuntan a una experiencia traumática vivida en solitario como el desencadenante de la fobia. A partir de esa experiencia, la persona que lo ha vivido piensa que puede repetirse en el momento en que se queda sola.

Pero la retroalimentación es muy importante en esta fobia que se nutre de pensamientos fatalistas y no ayuda en nada el carácter negativo que tiene la soledad en nuestros días. En cualquier caso, la eremofobia se puede superar.

Tratamiento de la eremofobia

La terapia cognitivo conductual es la que mejor funciona para el tratamiento de las fobias. Por un lado, el aspecto cognitivo de la terapia ayuda a identificar y transformar esos pensamientos negativos que produce la soledad. Y por otro lado, el aspecto conductual es el que lleva a la exposición gradual de esa situación reduciendo el temor.

Como en el tratamiento de cualquier fobia, son importantes las técnicas de relajación para combatir los efectos de la ansiedad. Respiración consciente o la práctica del Mindfulness ayudarán a la persona con eremofobia a afrontar las situaciones temidas con un menos grado de nerviosismo.

Y en cualquier caso, conviene revisar el concepto negativo que tiene la soledad en la actualidad porque no somos tan independientes como nos gustaría ser y nuestras emociones también se rigen por condicionantes socioculturales.

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