Paleodieta: la dieta de nuestros antepasados

Marta Valle

El punto de partida de la paleodieta se basa en recuperar los hábitos alimenticios de nuestros antepasados del Paleolítico, de modo que lleguemos a eliminar de nuestra rutina todo lo que ha ido llegando con posterioridad y no resulte indispensable para mantener nuestro cuerpo en un estado físico saludable.

En los últimos tiempos, la llamada dieta del Paleolítico se está dejando ver en publicaciones especializadas como una alternativa válida a las dietas habituales de adelgazamiento. Su pretensión de eliminar alimentos modernos como los lácteos, los hidratos de carbono, los cereales, las legumbres o los procesados hace que realmente se generen multitud de dudas en torno a su efectividad real.

Composición de la paleodieta 

La paleodieta se basa en una composición en torno a carnes rojas y blancas, siempre que no sea en forma de embutidos o fiambres, con una especial atención a las verduras, las frutas, las semillas y los frutos secos. Estos alimentos se reparten a lo largo de tres comidas al día a lo que se le añade la presunción de que, ocasionalmente, podamos saltarnos alguna de estas comidas para generar niveles bajos de insulina en el organismo gracias al ayuno. De esta forma, y según los proselitistas de este régimen, el cuerpo agota rápidamente las reservas de calorías para comenzar con la quema de grasas, lo que ayuda no sólo a perder peso sino también a moderar las ganas de comer.

Al tratar de emular el ciclo alimenticio y vital del hombre del Paleolítico, sólo se permite el consumo de agua y se indica lo conveniente de concentrar la actividad física y deportiva en sesiones cortas pero muy intensas.

Organizaciones de consumidores y asociaciones de dietistas y nutricionistas ya se han pronunciado vehementemente contra esta paleodieta. La consideran no sólo desequilibrada sino también peligrosa al prescindir de alimentos básicos para un estilo de vida saludable y equilibrada como las legumbres, las pastas, los lácteos o los cereales.

Paleodieta, ¿dieta milagro? 

Realizando un análisis profundo de su composición, llegamos a la conclusión de que la paleodieta tiene muchas semejanzas con los regímenes hiperproteicos. Baja composición en grasas, colesterol y alta presencia de las proteínas, el calcio, la vitamina C y la fibra. Por lo tanto, se trata de una rutina alimenticia que, sobre el papel, parece funcional y saludable pero que, adaptada a nuestros tiempos, parece un tanto irrealizable.

Resulta un tanto ilógico que a través del acceso abundante que disponemos a alimentos que pueden hacer variada y rica a nuestra dieta, como los que excluye esta paleodieta, tengamos que obligarnos a prescindir de ellos cuando podemos optar por otras soluciones que sí los consideren. Como siempre, esto queda al gusto de cada una de vosotras, pues al fin y al cabo cada una sabe cuáles son sus preferencias  y sus necesidades. Y, en ningún caso, olvidéis consultar con vuestro médico antes de proceder con una dieta de este tipo.

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