Cómo influyen los bolsos y mochilas en los dolores de espalda

Marta Valle

La generalización del uso de bolsos y mochilas se ha puesto de manifiesto, más que nunca, en los últimos años. Dado el hecho, debido al estilo de vida actual, de que pasamos, ya sea por motivos familiares o laborales, muchas horas al día fuera de nuestro hogar, tendemos a llevar muchos de los útiles necesarios para nuestra vida diaria en cualquiera de estos objetos. Por supuesto, ya que el peso es sostenido por nuestra espalda, una mala utilización puede conllevar la generación de múltiples patologías relacionadas con esta área del cuerpo.

Uso correcto de bolsos y mochilas

Uno de los malos hábitos más frecuentes redunda en la utilización de las mochilas colgadas de un solo hombro. Estudios recientes han revelado que esta costumbre incrementa los dolores de espalda, especialmente las dorsalgias en las mujeres dada nuestra baja fuerza muscular en la zona. Portar el macuto sobre un solo hombro triplica las posibilidades de padecer una dorsalgia y quintuplica las de tener una lumbalgia. Esto se debe a que las mochilas ocasionan una serie de cambios en la curva natural de la columna vertebral con el objetivo de equilibrar el peso que ejercen.

Otra de las causas que provoca dolores de espalda es el exceso de peso con el que muchas veces cargamos tanto nuestros bolsos como mochilas. En muchos países existen legislaciones, sobre todo a nivel laboral, en las que se establece un máximo de kilos a portar en dichos macutos. La recomendación general pasa por no exceder de un 20% del peso corporal, aunque siempre dependerá de nuestro desarrollo muscular, especialmente en la zona dorsal. Son numerosas, por tanto, las patologías que podemos sufrir debido al mal uso de mochilas y bolsos, a saber: cifosis, escoliosis, lordosis y las ya mentadas dorsalgias y lumbalgias.

El mejor modo de portar una mochila pasa por cargarla de forma simétrica sobre ambos hombros, de forma que podamos minimizar la torsión del cuerpo. De lo contrario, forzando la posición sobre un solo hombro podemos acarrear problemas duraderos sobre nuestra espalda. Hay que tener en cuenta que lo que la moda impone no siempre ha de ser lo más conveniente, tanto bolsos como mochilas han de contar con buenos tirantes, anchos en las zonas de apoyo, ajustables y, en la media de lo posible, acolchados. Si vamos a recorrer distancias largas, resultan especialmente aconsejables los bolsos con ruedas.

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