La dieta mediterránea: salud y cuerpazo son compatibles

Marta Valle

Uno de los grandes atractivos de los países del sur de Europa –Grecia, Italia, España o Portugal-, aparte de su estupenda climatología, es, sin ningún tipo de duda, la alimentación. La dieta mediterránea atrae anualmente una gran cantidad de turismo debido a su gran variedad y riqueza de productos naturales. Resulta obvio que también supone un aliciente dietético para los residentes en dichas zonas puesto que se trata de un régimen que bien puede utilizarse para llevar un estilo de vida saludable.

La dieta mediterránea reduce el riesgo cardiovascular

Un estudio reciente llevado a cabo en España, 'Prevención con Dieta Mediterránea' (Predimed), ha concluido que esta rutina alimenticia, complementada con aceite de oliva virgen o frutos secos como las almendras, las nueces o las avellanas, es mucho más efectiva para prevenir cualquier clase de patología cardiovascular que las dietas bajas en grasas al uso.

Predimed ha logrado dar un giro de 180 grados a las teorías nutricionales que aconsejan un consumo moderado de todo tipo de grasas para evitar las enfermedades cardiovasculares. El estudio, que ha recogido datos de más de 7.500 participantes en sus 10 años de duración, ha demostrado que una dieta mediterránea en la que se ingieren unos 50 gramos de aceite de oliva al día –unas cuatro cucharadas soperas- o 30 gramos de frutos secos, minimiza este tipo de dolencias en un 30% en comparación con otro tipo de dietas bajas en grasas.

Ya ha sido iniciada una segunda fase de la investigación en la que se tratará de estudiar los efectos de la dieta mediterránea sobre la obesidad. Además, los científicos participantes analizarán las consecuencias adicionales de la intervención del ejercicio físico y la terapia conductual para, en primer lugar, lograr reducir peso y, a largo plazo, minimizar el riesgo de aparición de cáncer.

La dieta mediterránea, una fuente de salud 

Conviene recordar que la dieta mediterránea fue declarada en 2010 'Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad' por la Unesco. Y es que son muchos y muy variados los beneficios que aporta a nuestro organismo. A pesar de ello, se observa una tendencia progresiva a abandonar este tipo de régimen por el excesivo consumo de comidas rápidas hipercalóricas y de grasas animales.

Además de evitar la obesidad y las ya mentadas enfermedades cardiovasculares, ya que supone una importante ayuda en la reducción de los niveles de triglicéridos y colesterol en la sangre, la dieta mediterránea supone un gran aliado contra la diabetes. Esto es así debido a que se trata de una alimentación rica en hidratos de carbono y el consabido aceite de oliva, que ayudan a nuestros organismos a regular los niveles de glucosa.

El consumo de alimentos ricos en omega 3, presentes en esta dieta,  aporta bienestar general a nuestro cuerpo ya que es un regulador que participa de forma activa en la eliminación de residuos y toxinas.  En definitiva, estamos ante un tipo de alimentación que, gracias a este tipo de noticias, debería trascender a los grandes medios de comunicación como modelo de vida saludable a exportar a cualquier lugar del mundo.

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