El enamoramiento: una enfermedad mental con cura

Laura Sánchez, Filóloga

Nos pasamos la vida intentando buscar una explicación a lo inexplicable: el proceso de enamoramiento y sus nefastas consecuencias para la estabilidad emocional. Hasta los científicos han querido aportar su granito de arena en esta confusión que reina en el asunto, atribuyendo las locuras de amor a extraños comportamientos biológicos que hacen que el cerebro se pase de vueltas hasta que termina desconectándose. Y le podemos dar mil vueltas, pero la conclusión siempre es la misma, que el enamoramiento es un estado de enajenación mental transitorio. Y a nosotras nos encanta.

El enamoramiento, una enfermedad que se cura

Todo comienza con un cruce de miradas y en ese momento te vuelves loca; en este caso no es un recurso lírico. De pronto tu vida se asemeja a una montaña rusa de emociones que gira alrededor de esa persona de la que te acabas de enamorar. Y así van apareciendo los primeros síntomas de tu enfermedad mental.

Porque a pesar de que en ningún manual de psicología aparece el enamoramiento catalogado como trastorno mental, estamos seguras de que lo es. Al menos cuando nos enamoramos estamos más cerca que nunca del trastorno obsesivo compulsivo al mandar Whatsapp constantes a nuestro objeto de deseo. Y qué decir de esa psicosis de centrar todos tus pensamientos en él.

Tampoco se puede negar que sufrimos un comportamiento maniaco cuando todo nos recuerda a él, cuando hablamos todo el tiempo de él o cuando intentamos pasar las 24 horas del día con él. Constantemente él. Y esa transformación radical que hacemos de la realidad cuando estamos enamoradas idealizando a ese hombre hasta convertirlo en el hombre perfecto...hay que reconocer que estamos enfermas. Afortunadamente, esta enfermedad mental tiene cura y el tratamiento es sencillo: tiempo.

El enamoramiento no es amor

Aunque no hay tratamientos sin efectos secundarios y, en el caso del enamoramiento, las consecuencias pueden ser desde una decepción total hasta la consecución del amor. Y es que, en contra de lo que muchos creen, el enamoramiento no es amor, sino su fase previa. Porque cuando el enamoramiento se acaba es cuando el amor puede surgir entre una pareja con claridad; es el momento de elegir entre el amor o el desamor.

Si cuando te has curado del enamoramiento te preguntas cómo ha sido posible que ese personaje te tuviera atolondrada durante unos cuantos meses, sin poder concentrarte, sin poder comer y con una sonrisa boba permanente, puedes concluir que ese episodio no fue amor. Si por el contrario, empiezas a percibir a ese hombre tal cual es, con sus virtudes y defectos, y aun así quieres formar una pareja con él, entonces es amor.

Y ahora que estás curada de tu enfermedad mental y el amor ha llegado a tu vida, empieza lo más difícil, que es construir una pareja lidiando con la convivencia, la rutina, los problemas de lo cotidiano y el exceso de confianza. Pero no tengas miedo, que dicen que el amor lo puede todo.

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