Carta de amor directa al corazón

A veces nos volvemos locas de amor y no entendemos cómo hemos llegado a ese estado. La culpa la tiene el corazón, que actúa de forma autónoma sin consultarnos ni a nosotras ni a nuestro cerebro. Por eso hemos pensado que el corazón sería un buen destinatario de una de nuestras cartas de amor. Al fin y al cabo, las cartas salen de él, los sentimientos salen de él y los amores son posibles gracias a él. Por todo eso, hemos escrito una carta de amor directa al corazón.

Ejemplo de carta de amor directa al corazón

Hola corazón:

Nunca pensé que pudiera llegar a tener esta relación contigo. Por eso te escribo esta carta de amor. Tengo que decirte que me gustas más de lo que hubiera imaginado aunque a veces discutamos y aunque algunas veces no quiera escucharte. Porque es cierto que en ocasiones me hablas a gritos y yo me asusto. Pero ahora te entiendo.

Al principio no quería fijarme en ti, te ignoraba por completo porque mi cerebro me había comentado que estabas loco, que no eras de fiar. Por suerte, aquel día que mi cerebro estaba echando la siesta, tú sacaste todas tus armas y empecé a conocerte. No sé si te acuerdas, pero la primera vez que palpitaste cuando me invitó aquel chico pensé que me estaba poniendo enferma.

Luego tú y yo empezamos a hablar más y yo fui dejando de lado al cerebro, que lleva de vacaciones desde entonces. Y poco a poco empecé a acostumbrarme a los toques de atención que me dabas. "Fíjate" me decías y la sonrisa iluminaba mi cara. Otras veces te enfadabas conmigo por no ser lo espontánea que tú querías y gritabas con fuerza machacona en una taquicardia que siempre he odiado.

Yo solo me enfadé contigo una vez, cuando fuiste tú el que te rompiste y me dejaste a la deriva llena de tristeza y desesperación. Aquella vez algo falló o, más bien, alguien y pensé que te habías comportado como un estúpido. Y estuve enfadada tanto tiempo que no podía oírte, ni siquiera me susurrabas. Menos mal, que nos recuperamos, corazón, y ahora estamos en plena forma para volver a latir de nuevo.

No pares.

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