Tender la ropa dentro o fuera de casa, ¿qué es mejor?

Poner lavadoras y tender la ropa es algo que se hace si no en todas, en la mayoría de las casas. Sin embargo, después nos encontramos con otro problema: ¿dónde tenderla?

Si somos de los afortunados que contamos con patio, terraza o tendedero exterior, no tendremos ningún problema: lo colgamos en el exterior o situamos nuestro tendedero portátil en la terraza o patio. Sin embargo, otros muchos se ven obligados a situar su tendero de interior en el salón, en el pasillo, en un cuarto o en la cocina, por falta de un hueco exterior donde hacerlo.

Siempre se ha hablado de que este último acto podría tener consecuencias perjudiciales para la salud pero ¿cuánto hay en eso de cierto? ¿Qué es mejor? En Diario Femenino hemos recopilado toda la información al respecto para ayudarte un poco más en este debate.

Ventajas e inconvenientes de tender fuera

Sin duda, es la mejor de las opciones, ya que la ropa se airea y, en verano, se seca con facilidad. El mayor inconveniente de tender en el exterior es que dependemos completamente del tiempo. Tendremos que estar pendientes de si se pone a llover o si hay demasiada humedad en el ambiente ya que tendremos la sensación de que la ropa nunca llega a secarse.

También la posición para hacerlo suele ser incómoda y, a veces, se nos puede caer o podemos llevarnos alguna polilla o araña pegada, así que es recomendable destenderla y sacudirla bien antes de meterla en casa.

 

 Por qué es preferible no tender dentro de casa

La mayoría de las personas que tienden dentro de casa es por la comodidad, por la despreocupación entorno al clima o por el espacio (puedes usar uno o dos tendederos).

Sin embargo, en los últimos tiempos varios estudios ponen en cuestión que tender la ropa en el interior de casa podría ser perjudicial para la salud, derivando en la aparición de hongos o de enfermedades respiratorias. Si bien es cierto que es más propicio que afecte a personas con salud débil o sistemas inmunes debilitados. ¿Por qué? El motivo es el siguiente: al sacar la ropa de la lavadora, esta contiene una cantidad de agua que será liberada al ambiente (que está cerrado, en este caso).

Imaginemos que tiendes una lavadora de dos personas en la habitación de invitados. El agua que aún contiene esa ropa recién lavada pasará a la habitación aumentando la humedad cerca de un 30%. Esta favorecerá entonces la creación de esporas de moho y ácaros de polvo y, como consecuencia de esto, se podrían acabar desarrollando infecciones respiratorias como la rinitis o el asma hasta  la aspergilosis pulmonar crónica, causada por el desarrollo de un hongo en nuestros órganos respiratorios.

Soluciones para tender dentro de casa

¿Qué podemos hacer entonces si no tenemos opción de tender en el exterior? Busquemos otras formas. Si no es posible tener una secadora o nos negamos porque estropea mucho la ropa, intentemos tender las prendas separadas entre ellas para que no se contagien la humedad. Hacerlo en una zona cálida y con ventilación para que esta no se concentre en un espacio cerrado, también ayudará.

No la coloques encima de radiadores pues, además de dejarte la ropa rígida y encogida, disminuirás su función principal y afectará a su normal funcionamiento.

Otra de las opciones es utilizar un deshumidificador, cuya función es restarle humedad al ambiente, condensando el agua de este en un depósito que se deberá vaciar cada cierto tiempo.

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