Anabolizantes, Creatina, L-Carnitina...: peligros de los productos de venta en gimnasios

Saúl C. Montaño Quintanilla

Proclamamos los beneficios de practicar ejercicio físico de forma habitual para conseguir una mejor forma física y, por tanto, una mejor calidad de vida. El gimnasio es una de las mejores opciones para ponerse en forma porque cuenta con monitores y profesionales que pueden ayudarte a realizar los ejercicios que mejor se adapten a ti. Sin embargo, existe otra cara de los gimnasios que los aleja un tanto de esos centros saludables que deben ser. Se trata de la venta de productos farmacológicos, legales o no, que muchas usuarias de gimnasios consumen con grave riesgo para su salud.

Los motivos para ir al gimnasio

Resulta que beneficiarse a nivel de salud de la práctica del ejercicio físico no es el principal motivo por el que muchas personas se deciden a ir a un gimnasio y seguir un entrenamiento regular. El culto al cuerpo, más con fines estéticos que de salud, se impone como el motor que nos lleva hasta el gimnasio. El objetivo es conseguir un cuerpo escultural, ligeramente musculado, perfectamente moldeado y sin un gramo de grasa. Este modelo estético que nos impone la sociedad desde los ámbitos de la publicidad y la moda ha calado en nuestras vidas hasta el punto de priorizar la estética sobre la salud. Y en este mundo de prisas y estrés, en el que vamos rápido, y rápido también queremos conseguir nuestras metas, no dudamos en consumir determinadas sustancias que nos ayuden a alcanzar nuestro cuerpo deseado en el menor tiempo posible. Y lo que deseamos es perder grasa, modelar la figura y desarrollar nuestros músculos. El camino es el esfuerzo, pero hay personas que prefieren hacerlo con una ayuda extra.

Lo que consumimos en el gimnasio

Se viene considerando una práctica habitual el consumo de anabolizantes en los gimnasios, ya que incrementa el rendimiento físico y por lo tanto se obtienen resultados mucho antes. Al margen de que se puede estar consumiendo productos sin un control de su composición ni de su dosis, los riesgos que se derivan del consumo de anabolizantes son irritabilidad, trastornos cardiovasculares, inestabilidad psicológica y masculinización, no en vano se trata de un aporte extra de hormonas masculinas.

Dentro de las sustancias que se utilizan para conseguir una mayor tolerancia al esfuerzo físico están la Creatina y la L-Carnitina, ambas utilizadas habitualmente en los gimnasios para unos entrenamientos más intensivos y también como quemagrasa. No podemos olvidar que uno de los objetivos de nuestra visita diaria al gimnasio es la reducción de grasa, pero la verdad es que no es algo que vayamos a conseguir a base de pastillas, ni siquiera aunque estén autorizadas.

Los suplementos vitamínicos son otro de los errores que comete la gente en su intento por conseguir el cuerpo ideal. Pensados para compensar la carencia de las vitaminas y minerales que nuestro organismo necesita, los suplementos vitamínicos suponen un riesgo para nuestra salud si los consumimos sin necesidad.

Lo cierto es que, independientemente de la conveniencia o no del modelo estético actual, para conseguir un cuerpo ideal puede que sea necesario pasar por el gimnasio. Pero si consigues tu objetivo en base al esfuerzo físico personal y te apoyas en una alimentación sana y unos hábitos de vida saludables, es seguro que conseguirás mantenerte en ese cuerpo perfecto durante mucho más tiempo que si te ayudas de algún combinado farmacológico.

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