Dientes sensibles: cómo tratar la sensibilidad dental

Saúl C. Montaño Quintanilla

La sensibilidad dental es un dolor transitorio provocado por la exposición de la dentina a estímulos externos tales como cambios de temperatura o productos ácidos. Si la sensibilidad dental no se trata, impide llevar a cabo una correcta higiene bucal y puede derivar en otras patologías como caries y problemas de encías. Aunque muchas personas sufren este problema, pocas son las que van al dentista en busca de una solución, quizás porque creen que el tratamiento es complicado o muy doloroso. Nada más lejos de la realidad

Causas de la sensibilidad dental

El dolor o las molestias suelen aparecer debido a un desgaste del esmalte o a un problema de retracción de la encía. Problemas como el bruxismo también pueden ayudar a desarrollar la sensibilidad dental, dado que al rozar los dientes entre ellos el esmalte se desgasta y deja expuesta la dentina. Ésta contiene miles de túbulos microscópicos que conectan la parte exterior del diente con las terminaciones nerviosas. Cuando los túbulos quedan expuestos, los estímulos externos como el calor o el frío alcanzan las terminaciones nerviosas causando un dolor agudo y molesto.

Someterse a un blanqueamiento dental o tener un diente partido también pueden ser causas de sensibilidad. Además, los dientes empastados también pueden sufrir molestias, ya que el diente deja de estar fuerte. Asimismo, ciertos procesos odontológicos como la ortodoncia pueden provocar recesión gingival y sensibilidad dental.

Prevención de la sensibilidad dental

La sensibilidad puede prevenirse observando unos hábitos bucales diarios como, por ejemplo, cepillarse los dientes con un cepillo de filamentos suaves con extremos redondeados y superficie lisa para no dañar el esmalte ni las encías; utilizar un gel o una pasta poco abrasiva, usar seda o cinta dental para los espacios entre los dientes más cerrados, utilizar un limpiador lingual para una limpieza completa, cambiar el cepillo cada tres meses, evitar dietas ricas en ácidos, evitar también cambios bruscos de temperatura durante el consumo de alimentos y no colocarse, sobre todo, objetos extraños en la boca que provoquen desgaste en los dientes (lápices, agujas, etc.).

Tratamiento para dientes sensibles

Para un tratamiento correcto de la sensibilidad dental es absolutamente necesario que acudamos a la consulta del dentista, pues a veces la sensibilidad dental es síntoma de otras complicaciones bucales como por ejemplo la caries. Si acudimos a la consulta, estas complicaciones pueden detectarse y solventarse a tiempo. Además, el dentista será quien evalúe nuestro grado de desgaste dental y nos recomiende la mejor forma de acabar con la sensibilidad.

Estos tratamientos pueden ser tales como eliminar las bebidas ácidas de nuestra dieta, recomendarnos un cepillado menos abrasivo (evitar cepillos duros, medir la presión del cepillo sobre el diente, etc.), recomendación de algunos productos desensibilizantes como, por ejemplo, pastas dentales y colutorios; confección de cubetas personales que se usarán diariamente para colocar flúor u otras sustancias desensibilizantes durante unos minutos diarios, o reconstrucción de los cuellos de los dientes afectados. Si ninguna de estas técnicas funciona, el dentista recurrirá al método más radical, que es la endodoncia: desensibilizar el diente de una forma permanente mediante la eliminación del nervio.

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