Piel hidratada: salud y bienestar

Saúl C. Montaño Quintanilla

Una piel hidratada es sinónimo de salud y bienestar. Por ser la piel quien protege nuestro cuerpo del exterior; y por ser quien se enfrenta al frío, al sol, a los cambios de temperatura y a la contaminación, debemos proporcionarle cuidados extras y un máximo de hidratación. Todas queremos lucir una piel hidratada y suave; por eso te presentamos las claves de una piel sana.

La piel, reflejo de nuestra alimentación

Muchas veces le prestamos más atención a las lociones hidratantes que podemos adquirir en el mercado que a lo verdaderamente importante para tener una piel hidratada: la alimentación. Con una alimentación sana rica en frutas y verduras que nos proporcionen vitaminas y minerales conseguiremos una piel más tersa y suave. Así como beber 2 litros de agua a diario, que supone un ritual de hidratación imprescindible. Una vez convencidas de que el mejor secreto de belleza es una alimentación saludable, podremos centrar la atención en la cosmética para darle un plus de hidratación y nutrición a nuestra piel.

Consejos para una piel hidratada

Los gestos dedicados a conseguir una piel hidratada requieren constancia y dedicación. En cualquier caso, se ha de empezar por una obligada ducha diaria, preferiblemente con agua templada o alternando agua caliente y agua fría para mejorar la circulación. Tras la ducha los poros se abren, por lo que es el momento ideal para aplicar una loción hidratante adecuada a nuestro tipo de piel. Conviene recordar que un exceso tanto de la limpieza como de la utilización de cremas puede ser perjudicial para la piel, llegando a destruir sus defensas naturales. Un jabón de ducha neutro y una loción corporal bastarán para conseguir una piel hidratada si somos constantes.

También se aconseja la exfoliación una o dos veces por semana, ya que con este gesto la piel elimina las células muertas y se regenera, dejándola más suave y consiguiendo una mayor hidratación.

Prepara tu piel para el bronceado

Ahora que llega el verano y nos apetece lucir un bronceado perfecto y duradero hay que extremar el cuidado de la piel. El sol no deja de ser el principal enemigo de nuestra piel, pero si no queremos renunciar a un moreno envidiable tenemos algunos trucos para hacerlo sin riesgos.

La hidratación de la piel sigue siendo fundamental, en verano más que nunca para que el sol penetre en tu piel y luzcas el bronceado por más tiempo. Sin embargo, no se debe descuidar la protección solar. Aunque esto es algo que debemos hacer también en invierno, utilizar una crema con un alto índice de protección tanto para el rostro como para el cuerpo, se hace fundamental ahora más que nunca.

Esta temporada vuelven los aceites bronceadores. Si durante algunos años los aceites bronceadores fueron desterrados por su falta de protección, actualmente los laboratorios cosméticos han lanzado una fórmula en aceites menos grasos y con propiedades hidratantes y protectoras que proporcionan un bronceado sin riesgos y más duradero. Los nuevos aceites bronceadores serán tu aliado perfecto este verano. Con su formato en spray y su efecto refrescante, disfrutarás de tus días de sol a la vez que cuidas y proteges tu piel.

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