Trucos infalibles para conservar pimientos (frescos, asados o del padrón)

Cómo almacenar los pimientos durante mucho más tiempo

Laura García, Periodista
En este artículo
  1. Consejo para conservar pimientos asados
  2. ¿Cómo conservar pimientos frescos?
  3. Trucos para conservar pimientos del padrón

Si nos paramos a pensar un momento los pimientos inundan nuestros platos de diferentes maneras: ya vayamos a hacer fajitas mexicanas, gazpacho, pisto o a acompañar un plato básico de carne con unos cuantos asados.

No es una verdura que sea excesivamente cara y tener pimientos siempre en casa para poder prepararlos de diferentes formas, nos permitirá acceder a ellos siempre que nos sea necesario para hacer o acompañar un plato. Una forma de asegurarnos su consumo. Y es que las propiedades que contienen son muy beneficiosas para nuestro organismo: vitaminas, minerales, carbohidratos necesarios para aportarnos energía, fibra… Además, son saciantes. No nos podemos permitir renunciar a este alimento sino que más bien debemos encontrar la manera de introducirlo en nuestra dieta de forma habitual.

Por suerte, los pimientos suelen tener bastante aguante de forma fresca en la nevera. Tanto con los pimientos como con otras verduras, a nadie le gusta ver cómo se estropean poco a poco en la nevera, sin encontrar una forma de darles salida. Es importante planificar cómo vamos a consumir los alimentos perecederos para no verlos estropear sin más. Por eso, nunca está de más saber algunos trucos infalibles para conservar pimientos en función de cómo sean, es decir, frescos, asados o del padrón. De esta manera alargarás aún más su almacenamiento de una manera efectiva. ¿Preparada? ¡No pierdas detalle! 

Consejo para conservar pimientos asados

Los pimientos asados son una forma diferente de consumir esta verdura, además de hacerlo de una manera baja en grasa (pues solemos hacerlos al horno con apenas un chorrito de aceite). Podremos cocinar gran cantidad al mismo tiempo y conservarlos en tarros al vacío, lo que nos permitirá estar apenas una tarde en la cocina y no volver a hacerlo en bastante tiempo.

La mejor manera de conservar estos pimientos es elaborar una conserva, es decir, al vacío. De esta manera, los tendremos listos para consumir pero podremos guardarlos en una despensa, siempre a una temperatura seca y estable, durante bastante tiempo sin que pierdan sus propiedades. 

¿Cómo lo hacemos? Lo primero que debes hacer es asar los pimientos y, en este punto, cabe mencionar que cada persona tiene sus trucos y formas de hacerlo: con cebolla o sin cebolla, con un chorrito de vinagre, solo con aceite... Dependiendo del horno los mantendremos como mínimo media hora a 180 grados, hasta que veamos que estén bien asados. Perfectos para dejarlos enfriar y quitarles cuidadosamente la piel.

Mientras se asan los pimientos puedes poner los tarros y sus respectivas tapas en una olla, con el objetivo de que hiervan durante 20 minutos y así consigamos esterilizarlos. Cuando estén listos los tarros, los llenaremos hasta arriba con los pimientos y el líquido sobrante, cerramos bien y ponemos boca abajo durante toda una noche o, como mínimo, 8 horas. ¡Ya tenemos los pimientos en conserva! 

¿Cómo conservar pimientos frescos?

Cuando compramos o tenemos una gran cantidad de pimientos en la nevera, lo importante es repartirlos y cocinarlos de diferentes formas para saber aprovecharlos y que no se nos estropeen. ¿Qué podemos hacer con una gran cantidad de pimientos frescos? Aquí van unas ideas.

+ Elabora diferentes platos

Puede parecer una tontería pero nada más lejos de la realidad. El gazpacho suele ser una buena solución para gastar parte de esos pimientos. Podremos hacer una buena cantidad e incluso llegar a congelarlo (recuerda que para que tenga la misma textura, quizás después de descongelarlo tengas que volver a pasarlo por la batidora). Puedes inventarte una salsa o hacer un sofrito que también puedes congelar hasta el momento en el que vayas a usarlo. De esta forma no abrirás la nevera o el congelador y verás solo pimientos sino diferentes platos que puedes aportarte diferentes soluciones en momentos determinados.

+ Congélalos en juliana

Este es un básico que nunca está mal tener. Si bien es cierto que es mucho mejor consumir las verduras de forma fresca, tener cebolla o pimientos cortados en juliana en el congelador nos va a dar la facilidad de utilizarlos en el momento que necesitemos, sin preocuparnos de si llevan o no mucho tiempo en la nevera.

Los pasos son muy simples. En primer lugar, lavamos bien los pimientos. De hecho, ábrelos y bajo el agua, elimina las semillas que puedan contener. Después déjalos que se sequen y eliminen el agua de forma natural y córtalos en juliana o en trozos pequeños, lo que tú prefieras. Por último, repártelos en diferentes bolsas de congelación. Siempre decimos que estas bolsas son mejores porque permiten adaptarse más al espacio del congelador, pero también puedes meterlos en tuppers. En tu mano está si congelarlos por colores o prefieres hacer una mezcla, como mucha de las bolsas congeladas que venden en los supermercados.

Para descongelar solo necesitarás agitar la bolsa para romper el bloque congelado y coger el puñado de pimientos que quieras. Puedes echarlo directamente a la sartén o dejarlos descongelar a temperatura ambiente.

Trucos para conservar pimientos del padrón

+ Conservarlos fritos

Al igual que los pimientos morrones, los pimientos de padrón aguantan bastante tiempo frescos en la nevera, si queremos alargar un poco más su almacenamiento, podemos freírlos en la sartén. Solo necesitaremos lavarlos bien (de hecho, no hace falta que les quites el tallo, ni las semillas) y los echaremos a una sartén caliente con un chorro de aceite de oliva virgen extra. Los ponemos a fuego medio, para que se nos hagan sin quemarse. Los vamos moviendo y cuando veamos que "se han deshinchado" y van cogiendo textura frita, los sacamos. Dejamos enfriar y conservamos en un tupper hermético. Cuando sea el momento de consumirlos, los volvemos a calentar en la sartén (esta vez sin necesidad de aceite) pero cuando vayamos a sacarlos para comer, echamos una pizca de sal por encima.

+ Conservarlos en vinagre

La preparación de este tipo de conserva no dista mucho de la conservación al vacío de los pimientos asados. De hecho, además de los pimientos de padrón puedes aplicar este proceso a otro tipo de pimientos. Debemos tener en cuenta que el vinagre que vayamos a usar debe ser procedente de vino blanco con buena acidez y sin aromas.

¿Cómo lo hacemos? Limpiamos los pimientos y en una olla ponemos agua, dos cucharadas de azúcar, unos 500 ml de vinagre, un chorro de aceite y una pizca de sal. Esta mezcla es la que luego conservará nuestros pimientos, así que tienes que darle el punto personal de sabor. Al ser conserva en vinagre, hay gente que prefiere que sepan mucho a vinagre y gente que prefiere que tengan un sabor más suave. Cuando comience a hervir bajamos el fuego y añadimos los pimientos dejándolos durante 10 minutos a fuego medio.
El punto de esta cocción estará en que los pimientos no lleguen a estar cocidos del todo, sino simplemente escaldados. Cuando estén, rellenamos los botes con los pimientos, el líquido sobrante y un trocito de ajo, hasta el límite el bote. Cerramos, ponemos boca abajo y esperamos unas cuantas horas.

En este caso, estos pimientos necesitarán de una nueva cocción cuando los vayamos a consumir, pues solo están escaldados. Los pimientos de padrón quedan estupendos si les damos un toque de frito en la sartén en el momento en el que vayamos a comerlos.

¡Listo! ¿Conoces alguna otra manera para conservar pimientos en perfectas condiciones? ¡Cuéntanoslo! 

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