Salud e higiene bucal en personas con discapacidad

Laura Sánchez, Filóloga

Son de sobra conocidos los impedimentos a los que se enfrentan las personas discapacitadas para desarrollar su vida con normalidad. Barreras arquitectónicas, accesos imposibles y grandes dificultades a la hora de desempeñar un puesto de trabajo. Dependiendo del tipo de discapacidad también varían los retos a los que tienen que enfrentarse y cada vez más personas están sensibilizadas con esta problemática social. Pero poca gente es consciente de uno de los problemas de salud que más incidencia tiene entre las personas con alguna discapacidad como son las enfermedades bucodentales.

Los problemas bucales que más afectan a los discapacitados

Las enfermedades bucodentales son muy frecuentes entre la población en general, pero las personas con discapacidad son especialmente sensibles a este tipo de problemas. En el caso de que se trate de una discapacidad física que impida la movilidad, la higiene bucal diaria tendrá que ser realizada por otra persona, pero no debe descuidarse en ningún momento.

Más complicado es aún el caso de las personas con discapacidad psíquica que son propensos a sufrir todo tipo de enfermedades bucales. Las caries y la gingivitis son muy frecuentes debido a una mala higiene bucal, pero también puede ayudar en la aparición de estas afecciones los diferentes medicamentos que tienen que tomar.

Debido a que algunos discapacitados presentan problemas para la masticación de los alimentos, suelen aparecer también daños en el paladar y pérdida de las piezas dentales. También es habitual que rechinen los dientes presentándose así un problema de bruxismo para el que es conveniente la colocación de una férula con las precauciones específicas que estas personas necesitan.

Cómo hacer una correcta higiene bucal a personas con discapacidad

Las pautas de una correcta higiene bucal para una persona con discapacidad es la misma que para el resto de personas, pero debido a que ellos mismos no pueden hacerla correctamente, serán sus familiares quienes tengan que ocuparse de este aspecto.

En el caso de las personas con discapacidad psíquica, es probable que sí puedan cepillarse los dientes ellos mismos, pero conviene insistirles en la importancia de hacerlo correctamente y a diario tras cada comida para evitar la aparición de caries. En el caso de una discapacidad física que requiera la ayuda de otras personas para su higiene bucal es preferible que el discapacitado esté en una posición sentada y con la cabeza hacia atrás. La persona encargada de su higiene se colocará detrás para tener un mejor acceso a los dientes.

Cepillarse los dientes tres veces al día, evitar los dulces entre horas y, en la medida de lo posible, llevar una alimentación sana son las recomendaciones fundamentales para toda la población en general si se quiere prevenir la aparición de las enfermedades bucales más frecuentes. Pero las personas con discapacidad necesitan un entrenamiento especial para la correcta masticación de los alimentos.

En cualquier caso, si la visita anual al dentista es algo que todos deberíamos tener en consideración, la frecuencia de las visitas de las personas con discapacidad debe ser mayor, de forma que podamos asegurarles una buena salud bucal.

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