El revolucionario casco podría curar la depresión

La depresión es una patología médica bastante delicada de tratar dado su origen puramente anímico, emocional y, en definitiva, psicológico. De las millones de mujeres que padecen esta enfermedad en todo el mundo, cerca de un treinta por ciento de ellas no responde adecuadamente a tratamientos clásicos como las terapias psicológicas o la medicación específica. Según una investigación realizada en Dinamarca, parece ser que la solución a esta problemática podría pasar por la utilización de un dispositivo en forma de casco que envía impulsos electromagnéticos y ataca a todas aquellas células que no funcionan correctamente en el cerebro.

La solución a la depresión en forma de casco

De todas las voluntarias que probaron dicho método durante el transcurso de la investigación, alrededor de un 65% manifestaron que sus síntomas habían desaparecido y que, tras una semana, habían comenzado a apreciar mejoras sustanciales en su estado anímico. Aunque durante el período durante el cuál se produjeron dichas pruebas, las pacientes de depresión siguieron tomando su medicación habitual, hay que decir que parece un método bastante esperanzador dados unos resultados que claman al optimismo. Y más teniendo en cuenta que el único efecto secundario que se ha detectado hasta la fecha consiste en una ligera y ocasional náusea que desaparece una vez finalizado el tratamiento.

La razón por la que los científicos involucrados piensan que este casco ha funcionado tan bien para curar los síntomas que acompañan al padecimiento de una depresión es que el dispositivo simula los signos eléctricos que van al cerebro. Impulsos que activan los capilares en el cerebro, formando nuevos vasos sanguíneos y secretando las hormonas del crecimiento. Por otra parte, durante las pruebas también se descubrió que gracias a este nuevo tratamiento, las pacientes de estas enfermedad disponían una mayor tolerancia hacia los fármacos antidepresivos.

Parece ser que éste podría ser un tratamiento bastante efectivo que podría sustituir a la polémica terapia electroconvulsiva, que se viene a aplicando a pacientes severas de depresión desde hace más de setenta años. De seguir obteniendo resultados positivos en las pruebas de este casco, podríamos estar hablando de una de las terapias más revolucionarias para el tratamiento de esta patología.   

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