Carta a mi yo de la infancia: conecta con tu esencia y tu pasado
Escritura terapéutica dedicada a tu niñez
- Por qué escribir una carta a la persona que fuiste en tu infancia
- Bonita carta a mi yo de la infancia
En momentos de incertidumbre conviene poner en orden nuestra vida, sobre todo cuando estamos rodeados de caos. El futuro es incierto, pero sigue siendo nuestro y, al fin y al cabo, la incertidumbre es el lugar en el que suceden las cosas.
Mientras llega el futuro y mientras vivimos el presente a toda prisa, no estaría mal hacer una pausa para conectar una línea con nuestro pasado. ¿Qué le dirías a tu 'yo' de hace 10 años, por lo menos? En nuestro debate de Facebook encontrarás muchas respuestas reveladoras que te pueden servir de inspiración. Y, en base a ello, vamos a escribir una carta a mi yo de la infancia para reconectar con nuestra esencia y tu pasado. ¿Te animas a escribir tu propia carta?
Por qué escribir una carta a la persona que fuiste en tu infancia
En muchas terapias psicológicas proponen ejercicios de escritura terapéutica. Conocemos bien los beneficios de escribir un diario, por ejemplo. Y si lo has hecho desde la infancia, seguro que te resulta más fácil hacer ese necesario ejercicio de introspección para conocerte mejor, para entenderte y para quererte como te mereces.
Porque a lo largo de la vida vamos desconectando de nuestro niño interior y es él el que comenzó todo esto. A ese niño le debemos lo que somos hoy. Y si tenemos dudas, podemos acudir a él a través de una carta al pasado. ¿Llegará? Todo es posible, lo que es seguro es que al escribir una carta al niño o niña que fuiste en tu infancia podrás poner en orden toda tu trayectoria vital.
Bonita carta a mi yo de la infancia
Querido yo de la infancia,
El futuro es mucho mejor de lo que esperabas. Te digo esto porque tal vez tengas cierta inquietud y la verdad es que no voy a hacerte spoiler de lo que va a ocurrir en tu vida. Solo te escribo para darte algunos consejos que, desde la madurez, creo que podrán servirte para que te tomes la vida de otra manera. Todo va a salir bien y te esperan muchas sorpresas, no lo olvides en ningún momento.
También quería pedirte perdón porque he descuidado algunos de tus sueños. En realidad no es que me haya olvidado de ellos o me haya rendido, es que han ido apareciendo nuevos sueños en el camino que no podrías ni imaginar. Seguro que cuando llegues a ese momento estarás de acuerdo conmigo en cambiar de prioridades. Pero no me he olvidado de todo lo que querías, de todo lo que soñabas y algunos ya están conseguidos. Otros aún los estoy persiguiendo.
Por eso te digo que te lo tomes con calma, que pocas cosas se consiguen inmediatamente y sin esfuerzo. Así que no te precipites, no te frustres si tus planes se truncan o no te salen las cosas como habías pensado. Te aseguro, y puedes confiar en mí más que en ninguna otra persona, que todas esas puertas que se te cierran lo hacen por un motivo y es que puedas ver más allá, que puedas ver otras puertas, que te atrevas a abrirlas porque, detrás de ellas no te vas a encontrar lo que esperabas. Te vas a encontrar algo mucho mejor.
Desde el futuro te mando algunos deberes importantes. Quiero que mantengas siempre la seguridad de que te mereces ser feliz, que cuides tu autoestima como un tesoro y que creas en ti. La vida te va a poner en situaciones difíciles y vas a pensar que no hay salida, que te han estafado. Y lo peor es que vas a perder la confianza en mí, en el futuro. Desde aquí te digo aunque ahora no lo puedas entender bien: no pierdas nunca la confianza en mí. Yo estaré esperándote y te daré la mano en los peores momentos, solo tienes que confiar.
Y también estaré para celebrar tus éxitos, para aplacar tus miedos, para reírme contigo de todos los recuerdos, para apoyarte incondicionalmente, para alimentarte el alma, para levantarte cuando te caigas y para curarte las heridas. Y también estaré aquí para recordarte lo bien que lo has hecho todo este tiempo, para perdonarte por los errores (tú también tendrás que perdonar los míos) y para enseñarte qué hacer con ellos.
Estaré aquí esperándote para jugar contigo, para decirte lo mucho que vales, para hacer que merezca la pena y, sobre todo, para quererte. Tú solo tienes que recordar esta carta, seguir adelante disfrutando, riendo, queriendo, curioseando y cuando menos te lo esperes nos encontraremos.
Y recuerda: te espero en el futuro.
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