Temas de conversación para una comida o cena familiar (y no de política)

Sobre qué puedes hablar con tu familia en todos los eventos

Laura García, Periodista
En este artículo
  1. ¿De qué hablar en las comidas o cenas familiares para evitar la política?

Los eventos familiares dividen a la población. Por una parte, hay quien disfruta de esas reuniones en familia porque es el momento perfecto para ponerse al día, juntarse, verse las caras y disfrutar de los seres queridos. El día a día a veces nos hace complicado mantenernos en contacto y este tipo de citas son la ocasión perfecta para ello. Se aprovecha mucho, se disfruta y parece que no ha pasado el tiempo.

En el otro lado están los que ven este tipo de momentos como algo con lo que hay que cumplir y no de cualquier forma. Hay que acudir, contar un poco cómo te va, escuchar al resto para, después, irse a casa y olvidarse de todo. Ya se dice que cada familia es un mundo y es difícil imaginar las situaciones de todas ellas. Sin embargo, en Diario Femenino vamos a hablarte de algo que te servirá tanto si te encuentras en el primer grupo como si te encuentras en el segundo, porque en todos ellos hay que hablar y mantener conversaciones, ¿verdad? 

Sabemos que lo más recurrente es el panorama social, cultural o político de tu país pero quizá deberías evitar alguno de ellos. Entonces, ¿qué temas de conversación para una comida o cena familiar puedes sacar y que no sean de política? Parece complicado, ¡pero no lo es! ¿Quieres tener alguno en la manga por si acaso? ¿Te preocupa no saber de qué hablar con tu familia política y no quieres meter la pata? A continuación te proponemos una lista de cosas de las que puedes hablar sin ningún problema.

¿De qué hablar en las comidas o cenas familiares para evitar la política?

Como decíamos, uno de los temas más recurrentes es indudablemente la política y da igual si todos pensáis igual o no. Si más o menos existe una única opinión política, el tema discurrirá sin más problemas que intentar "arreglar el mundo". Lo que haríais, lo que no y lo bien o mal que lo están haciendo las esferas más altas de tu país. Pero la cosa se complica cuando las opiniones políticas son contrarias, y es entonces cuando la discusión está servida para el resto de la cita. Además, se crea un ambiente muy tenso que no es para nada bueno

Si quieres evitar a toda costa estos temas pero tienes miedo de quedarte en blanco, atenta. Vamos a ver algunos de ellos para que el silencio no reine en la mesa o incluso para que tú misma puedas manejar el ritmo de la conversación. ¡Atenta! 

1 Actualiza un poco a todos

Lo primero en una reunión familiar es actualizar de tu vida a todos: cómo va el trabajo, cómo va tu vida (aunque claro, todo depende de lo que quieras profundizar en el tema o no). Contar un poco tu día a día no es malo y servirá para saber por dónde te mueves si tus familiares no te ven muy a menudo.

2 Pregunta por la vida de los demás

Al igual que tú, el resto también tiene una vida y hacer preguntas para saber cómo les va es una muestra de respeto y preocupación. Aquí debemos darte un toque de atención con varias cosas: parejas, bodas y embarazos. Seguro que has vivido en tus propias carnes que tu familia te pregunte si te has echado pareja, para cuándo la boda o el hijo y, muchas veces, no es plato de gusto que pregunten por esas cosas (nunca sabes el proceso por el que está pasando esa persona). Así que nuestra recomendación es que tú tampoco preguntes por esos temas. Céntrate en trabajos, qué tal el día a día y preguntar sobre problemas que se hayan tocado en otras comidas o cenas familiares.

3 Es momento para dar noticias

La familia se suele alegrar por las buenas noticias, así que si tienes cambios en tu vida que quieras contar ¡aprovecha estos momentos! ¿Te han llamado de una entrevista de trabajo? ¿Has decidido un próximo destino de viaje? Todo este tipo de decisiones y noticias son bienvenidas en estas comidas y cenas.

4 Preocúpate por algunas situaciones

Al hilo de las noticias que cuentes y de lo que ya sepas tu de tu familia, aprovecha para preguntar sobre ciertas situaciones: un divorcio, una entrevista de trabajo, hijos, casas…

5 Saca a relucir los últimos temas sociales

La posibilidad de acabar hablando de política es este punto puede ser alta pero es cierto que los temas sociales dan mucho que hablar en este tipo de comidas. La muerte del último cantante, la boda del año o hasta las fiestas de tu ciudad. ¡Todo vale! Repasa los últimos sucesos sociales y culturales y escoge el tema para tratar. 

6 Ten a mano los memes

Si crees que nada de esto puede funcionar entonces ¡habrá que tirar de memes! Esos que nunca fallan y que encantan a mayores y pequeños. Llévate un arsenal de vídeos graciosos y memes que tengan que ver con todo y aprovecha para sacarlos a relucir cuando parezca que la conversación está decayendo.

7 Pide recomendaciones de pelis y series

Cualquier evento social (ya sea familiar o con amigos) es la ocasión perfecta para pedir recomendaciones de pelis y series. Aprovecha para comentar ese capítulo tan sonado de la serie a la que todos estáis enganchados y para hacer recomendaciones. Suele suceder que, como cada uno en la familia se mueve en diferentes grupos sociales, diferentes trabajos y con diferentes gustos, existe mucha variedad de recomendaciones.

8 Viajes

Si te gusta viajar y en tu familia también se mueven es un momento perfecto para encontrar próximos destinos en base a lo que cada uno haya viajado. Pregunta no solo por ciudades sino también por hoteles, comidas, rutas y todas las demás cuestiones que se te puedan ocurrir. Aquí, como con las series y películas, mejor si te llenan de recomendaciones.

9 Para los más tradicionales: las recetas

En toda comida o cena familiar es posible que tengamos personas más mayores que puedan sentirse un poco descolgadas de la conversación. Para ellas, existe un tema que nunca falla: las recetas. Da lo mismo que estéis en una casa que hayáis ido a un restaurante. Pedir la recomendación de una receta, el truco de cómo se cocina de manera tradicional o jugar a imaginar cómo podríais hacerlo en casa incluirá a los más mayores (y cocinillas) en la conversación. Y quién sabe, quizás te lleves de vuelta unos buenos trucos para un nuevo plato.

10 Céntrate en el/la nueva

En toda comida o cena siempre existe una pareja nueva que acude como novedad a la reunión. Si es así, ¡céntrate en esta persona! En primer lugar porque eso hará que se sienta acogida y, en segundo, porque te servirá para conocer un poco más cómo es y de dónde viene. No se trata de hacer un interrogatorio pero sí de intentar saber algo más de información sobre el nuevo miembro de la familia.

11 Repasa eventos familiares

Cada cena o comida es buen momento para repasar antiguos eventos y los próximos que vendrán. Por ejemplo, calculad cuándo será la próxima vez que os iréis de fiesta: ¿Una boda? ¿Unas bodas de plata? ¿Un bautizo? Hablar sobre ello y planificar cómo será el evento dará para largo y tendido.

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