Temas de conversación en una comida o cena de empresa para no desentonar

Consejos para saber de qué hablar (y de qué no) con tus compañeros de trabajo

Laura García, Periodista
En este artículo
  1. ¿De qué hablar en mi comida o cena de empresa?
  2. 4 temas de conversación que debes evitar

Las cenas y comidas de empresa. Ese trago, ese compromiso. La mayor parte de las personas ven la celebración de Navidad del trabajo o la despedida de un compañero como algo en lo que hay que cumplir y donde, por supuesto, ni puedes ser tú misma ni puedes pasártelo como en una verdadera celebración. Otras personas son un poco más optimistas, y ven una oportunidad de conocer a la gente con la que trabajas en otro ambiente más distendido y en el que brindar por un buen motivo. Incluso es la situación perfecta para cambiar el concepto que tienes de algunos compañeros.

Sin duda el público está dividido pero una cosa está clara: no se puede meter la pata, ¡es la gente con la que trabajas! Atravesar este trago una o dos veces al año no nos es difícil pero cuando se acerca la fecha… Nos ponemos más nerviosos y nos preguntamos ¿de qué vamos a hablar si se nos sienta el jefe al lado? ¿Y si me toca con un compañero que no me da conversación? Para resolver todas esas dudas, en Diario Femenino te traemos temas de conversación en una comida o cena de empresa para no desentonar. ¡Evita los silencios incómodos! 

¿De qué hablar en mi comida o cena de empresa?

Como en todos los compromisos hay algunos temas de conversación más recomendados que otros. Estos son los que sí puedes sacar en tu mesa. 

+ Conoce un poco más a tus compañeros

No es broma. Trabajamos con ellos y es posible que no sepas si tienen familia, viven con sus padres o están a punto de casarse. De otros, sin embargo, seguro que te sabes su vida en verso. Así que un buen tema de conversación para empezar (mientras traen los entrantes) es preguntar sobre la vida de cada uno. No es cuestión de ser cotilla sino de saber un poco más sobre él o ella. 

+ Los planes para las vacaciones

Sin duda, las comidas o cenas de Navidad son muy propias para preguntar qué se va a hacer en vacaciones. Una buena forma de hilar con el tema anterior para saber si lo va a celebrar con su familia o en solitario. Nada profundo, todo lo contrario pero suficiente para que cada uno hable un rato. 

+ Problemas básicos de cualquier persona

Todos tenemos problemas diarios que son relativamente leves: la persona que tiene hijos porque madrugan los fines de semana. La que no los tiene porque le ha dejado la novia o la que comparte piso porque le roban la leche de la nevera. Estas cosas del día a día que puedes comentar en una cena o comida te servirán para tener una conversación amena.

+ Las series de moda

Sí, las series nos han salvado de más de un silencio incómodo. Y es que si no has visto Stranger Things, La casa de papel o Juego de Tronos vas a estar fuera de muchas conversaciones. Aprovecha para preguntar directamente si han visto alguna de esas series, qué les pareció esa escena o el papel de ese actor y, sobre todo, pide recomendaciones. En estas cenas suele haber variedad y siempre te puedes llevar una o dos para apuntar en tu lista.

+ Tus principios

Estas ocasiones son un momento perfecto para recordar cómo llegasteis a la empresa, cómo fue vuestra entrevista y, sobre todo, si han cambiado mucho las cosas o no desde entonces. Recordar los principios, los compañeros, las oficinas… Obviamente la conversación será mucho más larga cuantos más años de experiencia tengáis en el trabajo. Sin embargo, hasta los recién llegados podrán contar la suya. Buena forma de integrar a todo el mundo en la conversación.

+ Trabajos anteriores

Lo quieras o no la vinculación con la gente que te rodea en ese momento es el trabajo. Es vuestro punto en común pero entendemos que no te vas a poner a hablar sobre el informe que tenía que estar para ayer, lo que sí podéis sacar encima de la mesa son vuestros anteriores trabajos. "Yo trabajé un tiempo como…", "empecé en…" Te sorprenderán cuánto han cambiado y redirigido su profesión algunos y lo poco que han cambiado otros.

+ Anécdotas increíbles sobre la comida o el precio de las cosas

Tanto durante la comida como en la cuenta final (si la llegas a ver) contar anécdotas que te hayan pasado va a amenizar mucho el asunto. Por ejemplo, ¿has pagado alguna vez una cuenta increíblemente cara o barata? ¿Te la quisieron colar?  También puedes hablar del vino o el café más caro del mundo o de esa vez que fuiste a Italia y te cobraron por un helado riñón y medio. Seguro que tus compañeros se suman a contar anécdotas

4 temas de conversación que debes evitar

Al igual que hay temas que te pueden ayudar a hilar una conversación normal con otra y que la cena transcurra tranquila, existen otros que es mejor no tocar, por tu bien y el de tus compañeros.

1 Evita los cotilleos de criticar a alguien

En este tipo de cenas se suelen prestar a hablar de la gente que no está en un ambiente distendido y eso acaba en criticar a esa misma gente. No caigas en eso. Por desgracia (y aunque no te lo creas) al final todo el mundo, hayan acudido o no, se acaba enterando de lo que se habló en la cena. Y en estos casos también se acaba sabiendo quién dijo qué. Como no puedes evitar que ese tema surja, lo mejor es que si sale aproveches para ir al baño o para escuchar y no hablar. ¡Es mejor ser precavida!

2 Nada de política o religión

Al día siguiente queremos seguir mirando a nuestros compañeros como antes pero si sacamos ciertos temas es posible que nuestra ideología o nuestros prejuicios nos hagan verlos de diferente forma (sobre todo si son totalmente opuestos a nosotros). Así que es mejor no meterse en esos temas y no opinar si no vamos a saber llevarlo con cordura. Es una forma de evitar que tu relación laboral cambie y que surja una discusión cuando no hay necesidad de ello.

3 A nadie le interesa tu vida sexual

Cuando la cosa se calienta porque las copas estás corriendo más rápido de la cuenta, a veces, se nos puede ir la lengua y podemos empezar a contar batallas o anécdotas de ámbito sexual. ¡Cuidado! Por una parte, a nadie le interesa y, por otra, recuerda que tendrás que verles la cara al día siguiente.

4 No pidas el aumento de sueldo

En tu cabeza puede ser buena idea aprovechar el ambiente distendido de la comida para dejarle caer al jefe que te suba el sueldo pero lo cierto es que es el peor momento. Al igual que a ti no te gustaría que alguien viniera a contarte algo del trabajo mientras cenas, a él tampoco. Demuestra tu profesionalidad en ese sentido y si crees que es momento de pedir ese aumento, hazlo en horario de trabajo.

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