Ansiedad en la vejez: los trastornos de ansiedad en nuestros mayores

Laura Sánchez, Filóloga

Adolescentes, mujeres jóvenes con problemas laborales, madres solteras, hombres que no se adaptan al desempleo...son los perfiles más habituales de las personas que sufren ansiedad. Aunque lo cierto es que los trastornos de ansiedad no hacen distinciones de género, ni de clases sociales, ni de edad, sino que son de lo más democráticos y globalizadores. Nos preocupa que no se preste la suficiente atención a uno de los colectivos más susceptibles a los problemas de ansiedad como es el de la tercera edad.

Causas de ansiedad en la vejez

Los mayores también sufren de ansiedad y los motivos pueden ser tan variados y tan poco concretos como en el caso de la personas más jóvenes. Sin embargo, encontramos varias causas de ansiedad especialmente frecuentes en las personas más mayores. Uno de los principales tipos de ansiedad en la vejez es la ansiedad adaptativa, producida por un cambio radical en su estilo de vida que puede ir desde una poca adaptación a la jubilación hasta la no aceptación de sus limitaciones físicas.

En la vejez también se observa una especie de ansiedad anticipatoria, ese miedo a lo que pueda ocurrir, generalmente por cuestiones de salud y por el miedo a la muerte. Por eso son frecuentes los ataques de pánico también en los mayores, así como la ansiedad somatizada que provoca la aparición de un sinfín de enfermedades en un organismo cada vez más debilitado.

Sin embargo, el principal motivo de ansiedad en la vejez es la soledad. Como ocurre en el caso de la depresión, las personas mayores ven cómo van quedando relegadas a un segundo plano familiar y social y cómo sus compañeros sentimentales o amigos van desapareciendo de sus vidas. Eso hace que sientan cada vez más solos con la consiguiente sensación de angustia y abandono.

Problemas de la ansiedad en la vejez

Si ya hemos visto cómo las consecuencias de un trastorno de ansiedad pueden afectar a todos los ámbitos de la vida, la ansiedad en la vejez es especialmente peligrosa, sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría de los casos de ansiedad en personas mayores se quedan sin diagnosticar y, por lo tanto, sin tratamiento. Y es que los síntomas de la ansiedad en la vejez pueden confundirse con otras patologías propias de la edad.

Así, una persona mayor fatigada, con alteraciones del sueño, nerviosa, irritable y pesimista no llama la atención del médico de atención primaria porque probablemente tenga otras dolencias más evidentes que tratar. Se trata de un fallo en el sistema sanitario que habría que solucionar cuanto antes, porque superar la ansiedad en la vejez podría mejorar considerablemente la calidad de vida de nuestros mayores.

El tratamiento para la ansiedad en la vejez puede basarse también en la medicación, pero sobre todo, es necesaria la psicoterapia, con grupos de apoyo que incidan tanto en su comportamiento frente a la ansiedad como en su integración social efectiva y real. Y como siempre que hablamos de ansiedad, pero también como siempre que hablamos de personas mayores, grandes dosis de cariño son imprescindibles para superar el trastorno de ansiedad en la vejez.

Puedes leer más artículos similares a Ansiedad en la vejez: los trastornos de ansiedad en nuestros mayores, en la categoría de Ansiedad en Diario Femenino.

Publicado:
Actualizado: