Complejo de Creso: derrochando dinero

Laura Sánchez, Filóloga

El mundo de los complejos es tan variado que a veces nos encontramos con complejos psicológicos muy curiosos. Es el caso del complejo de Creso, un problema que no está al alcance de cualquiera ya que la condición previa es ser extremadamente rica. En nuestro diccionario de complejos también hablamos del complejo de Creso.

En qué consiste el complejo de Creso

El nombre de este complejo psicológico viene del último rey de Lidia, Creso, que destacaba por ser uno de los más ricos de su tiempo y también por hacer alarde de sus riquezas. El mundo entero sabía de la riqueza de Creso porque él se ocupaba de vivir derrochando a manos llenas. Aunque a más de una le encantaría tener la posibilidad de sufrir este complejo, las cosas no son tan ideales como parecen.

El complejo de Creso se traduce en un complejo de superioridad que sale a la luz en forma de derroche económico, gastando sin pensar en si realmente lo necesitas, haciendo regalos apabullantes o dejando propinas astronómicas. Pero todo ello ha de hacerse bien evidente, si los demás no lo perciben, entonces el derroche no tiene sentido.

Porque lo que quieren las personas con complejo de Creso es sobresalir, creerse por encima de los demás y recibir la admiración de los demás. Que sea una frivolidad admirar a alguien por su dinero es algo que no tienen en cuenta ni ellos ni quienes les rodean. Pero como todo complejo de superioridad, lo que se esconde en el fondo es un complejo de inferioridad y una persona llena de inseguridades.

A través de su derroche, las personas con este tipo de complejo se sienten poderosas, creen que valen más y que de esta manera son personas a tener en cuenta por el resto de la gente. Se aprecia claramente un grave problema de baja autoestima porque ellos no se definen por quienes son, sino por el dinero que tienen.

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