Engordar durante la depresión: cómo evitarlo

Laura Sánchez, Filóloga

La depresión se caracteriza por tener una gran variedad de síntomas físicos y psicológicos, tan diferentes que es muy difícil establecer el tratamiento para cada uno. Uno de los cambios más frecuentes que experimentan las personas con depresión es el peso: o bien se produce un adelgazamiento sin motivo aparente o bien un aumento de peso.

Ya conocemos la obesidad como una de las posibles causas de depresión, pero esta vez estamos hablando de un sobrepeso producido por la depresión. Y es que si estás sufriendo una depresión, te habrás dado cuenta que tu relación con la comida se ha transformado radicalmente. Tenemos algunos trucos para evitar que engordes en una depresión.

Causas del aumento de peso en una depresión

Los motivos por los que te puedes encontrar con unos cuantos kilos de más mientras estás tratándote de una depresión son varios. Por un lado, la tristeza, la angustia y la melancolía características de los estados depresivos pueden llevarte a consumir en exceso todos aquellos alimentos que mejoran tu estado de ánimo, dejándote llevar por los productos más fáciles de consumir y más al alcance como pueden ser el chocolate, la bollería o las galletas.

Otro de los motivos por los que puedes engordar viene determinado por el tipo de depresión que tengas. Si tu depresión tiene un gran componente de ansiedad, probablemente empieces a comer compulsivamente y en exceso, lo que se llama "atracones", que si en un primer momento parece que calman tu ansiedad, enseguida percibes cómo empiezas a sentirte fatal.

Pero el aumento de peso durante una depresión puede deberse también a causas físicas. Parece que el estrés, que suele ir de la mano de la depresión, eleva la producción de la hormona cortisol, algo que hace no aumentar de peso, sino acumular la grasa, especialmente en la zona del abdomen. Por lo que la sensación es que estás engordando.

Evitar el aumento de peso durante la depresión

Sabemos que es difícil ocuparse de ciertos detalles cuando estás sumidad en medio de una depresión, cuando lo cierto es que no te interesa nada lo más mínimo, ni siquiera tu peso. Pero tienes que tener en cuenta que algún día, más pronto que tarde, superarás esa depresión y seguro que no quieres encontrarte con esos kilos de más ni con la cantidad de enfermedades que puede acarrearte el sobrepeso.

Tu equipo médico, especialmente el psicólogo, puede ayudarte a encontrar el equilibrio en tu relación con la comida, a evitar los atracones y a consumir los alimentos de forma responsable, comedida y saludable. Hoy en día, la mayoría de los nutricionistas están de acuerdo en que es mucho mejor hacer varias comidas al día, lo que te permitirá calmar tus ganas de comer.

Pero para evitar el aumento de peso provocado por la depresión, lo mejor que puedes hacer es ejercicio físico. Esa panacea o ese elixir de vida sana al que recurrimos para todo y con razón, porque el ejercicio físico no solo te ayudará a evitar que engordes en estos momentos delicados, sino que además hará más efectivo cualquier tratamiento para la depresión.

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