Espondilitis, una enfermedad que puede paralizar tu vida

Esta enfermedad puede confundirse con dolor de espalda

Laura Sánchez, Filóloga
En este artículo
  1. Qué es la espondilitis y cómo se manifiesta
  2. Diagnóstico y tratamiento de la espondilitis

La espondilitis anquilosante es una enfermedad crónica inflamatoria de las articulaciones, especialmente de la columna vertebral. Precisamente por no ser una enfermedad muy común, los afectados reclaman una mayor atención sobre este problema que va afectando progresivamente a la movilidad. Además, el dolor de espalda generado por la deformación de las articulaciones condiciona todos los ámbitos de la vida del enfermo de espondilitis.

Qué es la espondilitis y cómo se manifiesta

No se conocen las causas que producen la espondilitis, pero sí se sabe que responde a un factor hereditario genético. La inflamación se presenta sobre todo en la columna llegando a fusionar las vértebras entre sí. Esto supone la rigidez de la columna y, por lo tanto, una pérdida importante de movilidad. Pero la inflamación puede afectar también a otras articulaciones adyacentes, así se presentan problemas en la cadera, en el cuello y en la caja torácica que puede dificultar la respiración.

La espondilosis se manifiesta en primer lugar con un dolor lumbar por lo que puede confundirse con un simple lumbago. El dolor aparece sobre todo cuando la persona afectada está en reposo, por lo que es frecuente que estos enfermos no puedan dormir bien, ya que tienen que levantarse frecuentemente a caminar para aliviar el dolor.

Con el paso del tiempo, el dolor y el anquilosamiento se extienden al cuello, al tórax, a la cadera, a los hombros o a las rodillas. No sólo se ve afectada la movilidad, sino que la espondilitis también puede presentar fiebre, mareos, fatiga, pérdida de peso, anemia y problemas oculares. Y en los casos más graves, también pueden resultar dañadas las válvulas cardiacas.

Diagnóstico y tratamiento de la espondilitis

La espondilitis resulta difícil de diagnosticar. En cualquier caso se necesita un historial familiar y radiografías frecuentes de cadera y columna para ver los cambios producidos por la inflamación en las articulaciones. Para ayudar el diagnóstico será necesario un análisis de sangre que confirme la anomalía genética que produce la inflamación.

Al tratarse de una enfermedad crónica, el tratamiento está dirigido a aliviar el dolor y permitir la movilidad del enfermo para procurarle una mejor calidad de vida. Los analgésicos y los antinflamatorios son necesarios para paliar el dolor, pero la base fundamental del tratamiento es la rehabilitación. El enfermo de espondilitis tendrá que realizar una serie de ejercicios continuados para evitar la pérdida de movilidad y eliminar la rigidez. La práctica de la natación se presenta como el ejercicio más aconsejado para quienes padecen esta enfermedad.

También existen algunas recomendaciones especiales para los enfermos de espondilitis. Dejar de fumar es imprescindible debido a los problemas respiratorios que se derivan de la inflamación de la caja torácica. Mantener una postura corporal adecuada mejora considerablemente las articulaciones, y se recomiendo dormir en un colchón duro con una almohada delgada. Una ducha alternando frío y calor para relajar los músculos y la práctica de ejercicio físico moderado también están dentro los hábitos aconsejados para los afectados de espondilitis.

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