Qué hacer cuando una espinilla se convierte en herida
Cómo tratar la herida producida por una espinilla
- Cuando una espinilla se convierte en herida: ¿qué hacer?
- Por qué no deberías explotar tus espinillas
- Quitarse los granos sin hacerse tanto daño: ¿cómo hacerlo?
Cuando ves en tu cara un grano con una bolita blanca, ¿en qué piensas? Mucha gente se siente inevitablemente tentada a explotarlo para sacar todo el pus lleva dentro, pero todos los dermatólogos lo desaconsejan.
Pero, si no has podido evitarlo y has acabado haciéndote sangre, es el momento de pasar a la acción; te contamos qué hacer cuando una espinilla se convierte en herida.
Cuando una espinilla se convierte en herida: ¿qué hacer?
Aunque se desaconseja explotar los granos, una vez que una espinilla se ha convertido en herida debes centrarte en conseguir que desaparezca lo antes posible si así lo deseas. Para ello, tienes que evitar a toda costa que se infecte o que te deje una cicatriz en la piel. Toma nota de los siguientes consejos que te ayudarán a cuidar tus granos.
1 Desinfecta bien la zona
En primer lugar, debes saber que además de la infección también entrarán en la herida las bacterias y la suciedad, por lo que debes procurar que la herida se reduzca lo máximo posible y esté bien desinfectada. Utiliza para ello tu jabón de la cara, ya que al estar la herida abierta el alcohol te escocerá mucho.
2 Aplícate un antibiótico tópico
Si la infección está muy extendida será necesario un tratamiento con antibióticos para evitar que empeore. Este medicamento tópico ayudará a que tu herida cicatrice mejor y a que la zona vuelva a infectarse. Consulta con tu dermatólogo si necesitas este tipo de tratamiento, porque no todas las pieles lo requieren.
3 Aplica un poco de aloe vera
Un tratamiento menos agresivo puede consistir en aplicar cremas especializadas para este fin que contengan aloe vera, ya que se trata de un cicatrizante natural. Si tienes alguna de estas plantas en casa, también te puedes aplicar un poco de su pulpa una vez que la herida esté cicatrizada. Te recomendamos que, para evitar una reacción alérgica, lo pruebes antes en otra zona de la piel.
4 No te quites la costra
Cuando tu herida se cierre y le salga costra, no trates de arrancártela aunque te dé la sensación de que así se vería menos. Quitártela te podría dejar una marca en la piel y, además, la herida volvería a estar expuesta a infecciones.
5 Lleva una buena alimentación
Si notas que las heridas te suelen tardar mucho tiempo en cicatrizar (nos referimos a las heridas provocadas por las espinillas pero también a otro tipo de lesiones) debes empezar a llevar una dieta más equilibrada. Es posible que tu alimentación no te esté proporcionando la cantidad adecuada de nutrientes, lo que impide que tu cuerpo funcione con normalidad. También es importante beber agua para que tu piel tenga un aspecto más radiante.
Si a pesar de los cambios en tus hábitos alimenticios te sigue tardando mucho en salir cicatriz, debes consultar al médico para descartar otro tipo de problemas de salud.
6 Si quieres, disimula la herida
No pasa nada por llevar una pequeña herida en la cara; todo el mundo ha tenido un grano alguna vez que se ha acabado convirtiendo en herida. Pero, si se trata de una ocasión especial y quieres disimular la herida puedes recurrir al maquillaje.
Lo mejor que puedes hacer es utilizar un corrector de tono verdoso, ya que te ayudará a ocultar la piel rojiza. Si no tienes, ponte un poco de sombras de color blanco o tierra según tu tono de piel. Y luego, a tu vuelta a casa, no se te puede olvidar desmaquillarte bien.
Por qué no deberías explotar tus espinillas
Más que evitar las heridas producidas por quitarte los granos, lo ideal es prevenir que salgan. ¿Cómo puedes hacerlo? Con algunos trucos que te servirán de gran ayuda, tales como realizar una correcta higiene diaria, con jabones antisépticos y, después usar tónicos que cierren los poros y eviten la grasa de la piel, es decir, con productos para pieles grasas.
Pero hay veces que incluso los granos pueden acabar convirtiéndose en heridas aunque la limpieza facial la lleve a cabo un profesional. Y es que hay algunos tratamientos que no están recomendados con el acné porque las espinillas pueden acabar siendo heridas. Cuando esto ocurre, aumenta el riesgo de que la infección se extienda por el resto de la cara, lo que puede acabar causando un mayor problema.
Los granos se producen cuando las defensas de la piel intentan combatir la infección del acné. Al morir las células y los anticuerpos se acumulan bajo la capa superficial de la piel, produciendo una hinchazón que puede terminar por convertirse en pus.
Debes tener en cuenta, en este sentido, que cuando un grano está muy inflamado (rojo sin pus) lo más importante es esperar a que madure, pero siempre sin apretar. En estos casos puedes usar cremas antiinflamatorias y antibióticas que contentan clindamicina o eritromicina.
Si no lo extraemos correctamente la espinilla se convertirá en herida, y el pus podrá penetrar en los poros alrededor de la zona, extendiendo y agravando la infección. Por eso, explotarse los granos, sobre todo como lo hacemos normalmente en casa (con rapidez y poco cuidado) no es aconsejable si no quieres empeorar tus lesiones. Solo conseguirías acabar irritando aún más la zona.
Pero, además de aumentar las posibilidades de infección, las heridas que provocamos al explotar los granos pueden acabar dejando una marca en la piel por muchos años. Aunque muchas de estas cicatrices acaban desapareciendo con el paso del tiempo, otras muchas quedan para siempre en tu tez.
- También puedes leer: "Cuándo ir al doctor por acné: ¿consultar al dermatólogo por granos?"
Quitarse los granos sin hacerse tanto daño: ¿cómo hacerlo?
A estas alturas ya deberías tener claro que no deberías explotarte los granos ni las espinillas. Pero, si no puedes resistirte y siempre acabas apretándote las espinillas, te vamos a enseñar a hacerlo bien. Si te vas a acabar exprimiéndote la cara, al menos asegúrate de que lo haces de una manera higiénica para minimizar las infecciones y las posteriores marcas.
+ Empieza lavándote bien las manos con agua caliente y con jabón. Este primer paso es imprescindible para reducir las posibilidades de infectar tus poros y causarte irritaciones. Asegúrate que tus uñas también están bien limpias. Además, lava con suavidad la zona alrededor de la espinilla para eliminar todas las bacterias que tengas en la cara.
+ Para explotar un grano sin dejar marca, también puedes utilizar una aguja o alfiler esterilizados con un poco de alcohol o con fuego. Deja que se enfríe y atraviesa el pus en sentido paralelo a la piel. La aguja solo tiene que tocar la parte blanca de la espinilla, porque si atraviesas tu piel acabarás haciéndote una cicatriz y sintiendo dolor.
A continuación, levanta un poco la punta de la aguja para romper el pus. Utiliza las yemas de los dedos, con cuidado de no clavar las uñas, para presionar a los lados del grano. De esta forma, saldrá todo el pus. Aplica un poco de alcohol con un bastoncillo de oídos en el grano para que no se infecte. En este sentido, debes tener mucho cuidado porque puede acabar siendo peor. Si no te ves preparada, mejor dejar esa espinilla en manos de un profesional.
+ Para aumentar la higiene y reducir las posibilidades de infección, puedes ponerte unos guantes desechables. Si no tienes, puedes coger un poco de papel higiénico entre los dedos para no tocar directamente la espinilla porque, por mucho que te hayas lavado las manos, es posible que aún tengas bacterias.
+ Cuando veas que empieza a salir sangre al apretarte el grano, ¡para! En caso contrario harás que la herida sea cada vez mayor.
+ En cualquier caso, si se trata de una infección grave la mejor opción es que sea el dermatólogo quien extraiga el pus, ya que de esta forma te asegurarás que se hace de la manera más aséptica posible.
Y tú, ¿qué haces cuando una espinilla se convierte en herida? ¡Te leemos en los comentarios!
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Bibliografía
- Frank. (1979). Acne : update for the practitioner (1st ed.). Yorke Medical Books. http://id.lib.harvard.edu/alma/990025180390203941/catalog
- Layton, A. M.; Thiboutot, D.; Bettoli, V. (2004). Acne. Fast Facts; Health: Oxford. https://ucm.on.worldcat.org/oclc/607250064