Sin miedo a decir NO

Es hora de aprender a decir NO sin sentirte culpable

Laura Sánchez, Filóloga
En este artículo
  1. Cuándo decir NO
  2. Por qué no sabes decir NO
  3. Cómo aprender a decir NO

Le das vueltas y más vueltas y sigues sintiéndote fatal. Una vez más has sido incapaz de negarte a algo que te ha pedido tu jefa, tu hermana, tu amiga, tu vecina, a tu hija o tu pareja y te ves como una persona sin decisión y con baja autoestima. ¿Por qué te cuesta tanto negarte a hacer algo que no quieres hacer? Es hora de vivir sin miedo a decir NO; y sin culpas.

Cuándo decir NO

Cuando tu jefa te exige que te quedes el viernes hasta tarde, cuando tu mejor amiga te pide que le cuides al perro durante sus vacaciones, cuando tu hija te demanda un teléfono móvil, cuando tu hermana te enreda para que le cuides a su hija, cuando tu vecina te llama para que le arregles un enchufe o cuando tu novio quiere probar una nueva práctica sexual. En estas ocasiones puedes decir Sí o NO, depende.

Depende del favor que te estén pidiendo y depende de lo bien o mal que te venga a ti hacerlo. También depende de tus ganas de hacerlo, de tu tiempo, de tus planes previos y hasta de tus valores. No siempre tienes que decir NO, pero sí que tienes que decir NO siempre que quieras hacerlo. Y, ¿por qué no puedes?

Por qué no sabes decir NO

No puedes decir NO porque sabes que si lo haces la ansiedad se te va a disparar y además se van a agitar una serie de emociones negativas que tienes dentro. Vas a empezar a pensar que eres mala persona, que la persona a la que le estás negando algo va a dejar de quererte o va a despedirte y, sobre todo, te vas a sentir culpable.

Porque nos han enseñado a vivir pendientes de agradar a los demás, a ser serviciales, a poner por encima de las nuestras las necesidades ajenas. Y así no se puede ser feliz, porque por encima de toda la pirámide social estás tú. Y decir NO no te va a hacer peor persona, si acaso te hará un poco más feliz, más decidida, más autónoma, más independiente y con mejor autoestima.

Cómo aprender a decir NO

Tú lo tienes claro pero, ¿cómo se aprende a decir NO? No vas a poder hacerlo de un día para otro, eso está claro. Practicar una comunicación asertiva entra dentro de esas habilidades sociales que debes adquirir si quieres tener las riendas de tu vida, pero es una carrera de fondo.

Lo primero es que valores el perjuicio emocional que te ocasiona aceptar o negarte. Sabes que decir que NO te va a llenar de culpa, ansiedad y dudas pero, ¿te compensa aceptar? Porque aceptar algo que no quieres también implica culpa contigo misma, porque sabes que no estás tratando como te mereces, porque sabes que no te estás respetando a ti misma y porque cada vez que dices SI cuando quieres decir NO tu autoestima baja 10 puntos.

Solo son dos letras: NO. No debería ser tan difícil, pero lo es. Así que empieza practicando con peticiones más fáciles y deja a tu jefa para cuando llegues al nivel experto de asertividad.

La respuesta más apropiada para casi todas las situaciones es: "No puedo, lo siento, pero me viene fatal". Probablemente la persona seguirá insistiendo para convencerte, entonces hay que eliminar las disculpas y remarcar la imposibilidad: "NO, de verdad que no puedo hacerlo".

Al principio te costará mucho, pero poco a poco te irás acostumbrando a hacer valer tus prioridades frente a las de los demás hasta que consideres que esa es la situación natural. Tus prioridades están por encima. Pero cuidado, no te vayas a quedar en la fase de negación y piensa que a veces también hay que atreverse a decir SÍ.

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